Alrededor del mundo y a lo largo de la historia de la humanidad se han ido desarrollando y heredando una gran infinidad de oficios que cumplen con la satisfacción de las necesidades de las familias. Esto oficios suelen ser muy comunes, tales como la carpintería, herrería, joyería, plomería, entre otros. El día de hoy queremos hablar del oficio de un funerario, un trabajo cercano a la muerte, a las familias dolientes y a los procedimientos de los trámites. Cabe puntualizar que su principal función es dar la atención a las familias que se queda, absorbiendo la pérdida de su ser querido, de gastos no previstos y expuestos a abusos. Un funerario bien preparado, con ética y una filosofía de apoyar familias, debe tener la inteligencia emocional para poder canalizar las emociones de los familiares que atraviesan por dolor, deben tener la capacidad de dignificar al finado por medio de arreglos estéticos y respeto. Son esos héroes que en tiempos de pandemia no diferencian a las familias por pérdida de COVID-19 de las que son por fallecimientos regulares, afrontan con valentía y honor la necesidad del pueblo que requiere que alguien se dedique a ofrecer y realizar servicios funerarios, no son muy reconocidos, no son aplaudidos, pero para nuestra sociedad juegan un rol muy importante, si no que el rol más indispensable en la humanidad. Hoy rendimos homenaje a todos aquellos que en silencio apoyan a las familias en ese momento de tanto dolor, y reconocemos a aquellas instituciones de servicios funerarios dedicados a formar colaboradores de calidad moral y profesional. Por ello, nos atrevemos a recomendar al Recinto Funeral Latinoamericana de la familia PABS. Quienes tienen como misión resolver la pérdida de las familias en necesidades inmediatas y mejor aún, a través de servicios integrales y de prevención. Puedes contactarlos al 4434148837 o en Facebook Pabsmorelia