Usted puede hacer lo que quiera

Antes se esperaba que el padre fuera solo proveedor económico, ahora se espera que también provea cuidados físicos y emocionales a sus hijos y que sea un compañero activo de la madre en la crianza.

"Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve en pianista"

Michael Levine

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Tocamal

Sr. Toca-Mal: Tener un hijo te convierte en padre?: Sí. Pero hay algo de la paternidad que se construye, que no viene dado por el simple nacimiento, que requiere de un esfuerzo consciente y diario: la crianza.

La educación y crianza que los progenitores brindan a sus hijos en los primeros años de vida resulta crucial para definir su forma de ser, la personalidad con la que se lanzan a vivir en la sociedad. Ser buenos padres incluye: mantener a nuestros hijos sanos y seguros, demostrarles afecto y escucharlos, proveer orden, determinar y hacer cumplir los límites, pasar tiempo con los hijos, supervisar sus amistades y sus actividades, y darles el ejemplo. Antes se esperaba que el padre fuera solo proveedor económico, ahora se espera que también provea cuidados físicos y emocionales a sus hijos y que sea un compañero activo de la madre en la crianza. La crianza se presenta como sinónimo de instruir, dirigir y educar. Por lo tanto es informar y formar, es más que repetir conceptos, que dar instrucciones, es ir formando actitudes, valores y conductas, y a través del ejemplo la va formando y se va reformando así misma, es compartir y retroalimentar.

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La crianza es el compromiso existencial que adquieren dos personas para evitar, proteger, y educar a uno o más hijos (hijas), desde la concepción hasta la mayoría de la edad biopsicosocial. La psicóloga de desarrollo Diana Baumrind (1927-2018), estableció tres formas o estilos comportamentales de los padres respecto a sus hijos: la crianza permisiva o indulgente que carece de control, pero sí contiene gran afecto, correlacionando con mucha confianza en ellos mismos, pero posibles trastornos de conducta y de consumo de drogas; la crianza autoritaria se caracteriza por alto control y bajo afecto y deriva en hijos obedientes y trabajadores, pero con baja autoestima y posibles problemas depresivos o de gestión de ira; la crianza responsable o democrática es aquella que se ubica en un punto intermedio de las anteriores, una combinación de control y afecto, lo que dará como resultado un estilo democrático y unos hijos con una autoestima sólida, un correcto rendimiento escolar y una buena salud mental.

En la década de los 80s, Maccoby y Martin agregaron un 4o. estilo de crianza: la negligente, en donde los padres manifiestan reducidas demandas de madurez y poca sensibilidad hacia las necesidades de sus hijos; tienen poca o ninguna esperanza sobre sus hijos y regularmente no tienen comunicación; los padres proporcionan lo que el niño necesita para sobrevivir con poco o ningún compromiso. Los hijos tienden a ser víctimas de las conductas desviadas de sus pares; sufren en áreas como competencia social, rendimiento académico, desarrollo psicosocial y problemas de comportamiento. Como dijo William Shakespeare:"Es un hombre sabio el que conoce a su propio hijo", pero es más sabio aquel padre que, conociéndole, respete su libertad para equivocarse. Saludos, Efraín Regalado Sánchez.

tocamal@yahoo.com