Tzin Tzun, el viaje fantástico

Las funciones inician a partir de este 30 de junio y termina el 17 de julio.

Ireri Rodríguez / Colaboradora de La Voz de Michoacán

Tzin Tzun es un viaje fantástico a través de las visiones de un campesino michoacano que, al ser testigo del nacimiento de un volcán, se introduce en un ensueño épico colmado de aventuras entre personajes históricos, mitológicos y simbólicos. Durante su travesía por ese mundo mágico, un misterioso niño y un colibrí dorado lo buscan para ayudarlo a recuperar su identidad, mostrándole la riqueza cultural de su tierra, donde reconoce viejos secretos olvidados que lo acercan a la pureza que tanto añora.

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Tzin Tzun viene de Tsïntsuni, que en p’urépecha significa “colibrí”, y es un homenaje evocativo y contemporáneo a la espectacular belleza de las tradiciones ancestrales de Michoacán, reinterpretadas poéticamente y adaptadas a un lenguaje multi escénico. El personaje principal remite a Dionisio Pulido, campesino que vio nacer en sus tierras el volcán Paricutín en 1943, mismo que sepultó bajo su lava a los pueblos Paricutín y San Juan Parangaricutiro. En su ensueño Dionisio observa diferentes épocas y personajes. Cuatro de ellos basados en leyendas de princesas: Hapunda; quien prometió al Lago de Pátzcuaro no separarse de él y para lograrlo se arrojó a sus aguas para no casarse con un guerrero, sin saber que el mismo lago la convertiría en su eterna compañera en forma de garza blanca. La segunda leyenda es la de Tzetzangari, quien se enamoró de un guerrero enemigo que su padre alejó y con su llanto de tristeza, creó el hermoso Lago de Zirahuén.

Se recrea también la división que realizó Tariácuri del Gran Imperio p’urépecha entre su hijo y sus sobrinos. Este imperio fue uno de los más poderosos de la América precolombina y contó con un ejército que nunca fue derrotado por los temibles Aztecas. Por ello, la cultura p’urépecha, junto a los Otomíes, Nahuas, Pirindas y Mazahuas, es una cultura viva actualmente.

Otra princesa de esta historia es Eréndira, la leyenda cuenta que robó un caballo y lo domó para defender a su pueblo. Como ella, muchos lucharon contra los españoles, pero finalmente fueron sometidos por la fuerza o a través de la evangelización y el fomento de ceremonias colectivas europeas. Don Vasco de Quiroga fue el más destacado evangelizador. Se ganó la confianza de los pobladores fundando Pueblos-Hospitales, donde impulsó las artes y oficios, la agricultura y la educación al modo europeo, basándose en la utopía de Tomás Moro.

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Michoacán significa en lengua Náhuatl “lugar de pescadores”. Su biodiversidad y riqueza hidrológica son reconocidas internacionalmente; y después de 300 años de conquista, en Morelia hombres y mujeres valientes aprovecharon este momento para conspirar por primera vez contra el régimen virreinal. En ese momento no lograron levantarse en armas, pero se sumaron a las fuerzas rebeldes una vez iniciada la Guerra de Independencia. Estas escenas históricas, también son recreadas en Tzin Tzun. Entre los héroes más valientes se encuentra el sacerdote y estratega militar Mariano Matamoros y Guridi. Capturado en Puruarán, fue fusilado en Morelia en el Portal del Ecce Homo, mismo que ahora lleva su nombre en su honor. Tan importante fue Mariano Matamoros para el movimiento de Independencia, que José María Morelos ofreció al Ejército Realista la libertad de 200 soldados españoles cautivos, pero ellos no aceptaron. En el grupo de actores que interpretan a Los Conspiradores de Valladolid, hay una mujer que hace homenaje y representa a las independentistas, especialmente a Gertrudis Bocanegra, heroína patzcuarense.

La artesanías y arquitectura de Michoacán se reflejan en este espectáculo a través de elementos de utilería, vestuario y video mapping, como la gran cruz inspirada en la cruz atrial de la Parroquia de San José, de Ciudad Hidalgo; la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, la Catedral de Morelia y muchas más. También el barro punteado de Capula, los cántaros de Huáncito, muebles de madera de Cuanajo, chuspata de Ihuatzio, laca perfilada y maque de Pátzcuaro y Uruapan, textiles bordados y tejidos de Santa Cruz y San Felipe de los Herreros, cobre martillado de Santa Clara del Cobre, diablos de barro de Ocumicho, Cantera de Tlalpujahua y Tzintzuntzan, entre otras.

Tzin Tzun ofrece una pequeña parte de la cultura para que el público se apasione por viajar, investigar, conocer y disfrutar de esta hermosa tierra llamada Michoacán.

Con una instalación de equipos de proyección láser única en el país, el video mapping envuelve al público en escenografías representativas que se transforman gradualmente para evolucionar a la par de la narrativa de cada escena del espectáculo; generando así un elemento escenográfico que se complementa con la actuación, iluminación y vestuario, integrando todos los elementos de manera artística para provocar distintas e intensas emociones en el espectador. La proyección de video mapping envolvente en Tzin Tzun es un elemento vital, un personaje más dentro del universo fantástico en este gran viaje interpretativo de Michoacán, en el que son utilizadas diferentes técnicas de filmación que se entremezclan con la animación 2D y 3D, activada puntual y rítmicamente a la par de la música original. Tiene un grado de realismo, pero sus colores irreales, sombras, claroscuros, gradientes y composiciones dan el carácter fantástico, mítico y cinematográfico.

A través de momentos claves de la historia de Michoacán, la proyección transcurre mostrando diferentes pasajes; desde guerras ancestrales que evocan tiempos distantes, premoniciones que previenen sobre la llegada de invasores desde tierras lejanas; figuras y elementos que acompañan las leyendas de princesas y espacios de total dramatismo en claroscuros y contraluces; hasta entornos naturales que se entremezclan con pinceladas impresionistas donde el destello de luz nos transporta a collages de las exuberantes aguas michoacanas, o de elementos coloniales y artesanales, entre muchos otros.

La magia del mapping nos permite que de pronto todo el entorno se despierte con gigantes texturas activas y evolutivas. Ilustraciones y artes pictóricos originales se despliegan a lo largo del escenario y la sala en un mega formato de resolución única que en momentos pasa desapercibido por su integración escénica, pero que siempre vive presente en este inolvidable viaje, Tzin Tzun.

Ireri Rodríguez, dedicada al periodismo cultural desde hace más de veinte años. Se dice orgullosa de sus raíces purépecha, así como de su nombre que, la define: “soy de aquí” es su significado.