Obleas, cajeta, borrachitos, alegría... endulzarán tu paladar en el Mercado de Dulces ¿Quieres probarlos?

El mercado fue construido en 1968, pues desde la década de los treinta existía la necesidad de ubicar en un solo punto a los vendedores de dulces que hacían su labor diaria en los portales del centro histórico.

Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. A los visitantes nacionales y extranjeros que hacen su arribo a Morelia o a Michoacán, les espera una amplia experiencia gastronómica, ya sea que se adentren al interior del estado o permanezcan en la capital, prácticamente cada comunidad, tenencia y colonia tiene algo que ofrecer al paladar.

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No obstante, la ciudad de cantera rosa también cuenta con un sitio donde se concentran todos los dulces típicos de la región, el Mercado de Dulces Valentín Gómez Farías.

Foto: Víctor Ramírez.

Para ubicar dicho punto, los visitantes deben caminar hacia el extremo poniente del centro de la ciudad.

En el punto contrario de la fuente de Las Tarascas y del antiguo acueducto de la ciudad, se ubica una cuadra que alberga a la Biblioteca Pública de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), el palacio Clavijero y también al Mercado de Dulces Valentín Gómez Farías. Dulces de leche, de tamarindo, obleas, cajeta, borrachitos, rollos de fruta, alegrías, amarantos, los chongos zamoranos y los ates morelianos es parte de la variedad, además de artesanías de diversos materiales, estilos y lugares de origen, es lo que encuentran los visitantes en el mercado de dulces.

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Foto: Víctor Ramírez.

Todos estos elementos reviven el gusto en los compradores mexicanos. Difícilmente, habrá alguien que nació o vivió en el país y que no encuentre algo de su gusto. Quien rechace las cocadas o los borrachitos o los amarantos, debe haber otro dulce que sí acepte.

Hoy en día, este pequeño mercado compuesto casi únicamente por un corredor que va descendiendo, se ha vuelto un punto obligado del turismo de Morelia.

Foto: Víctor Ramírez.

En temporada de día de muertos, las que acaparan los escaparates son las calaveras de azúcar y de chocolate, que son motivo de fascinación para los extranjeros que nunca las han visto en persona, pero tienen varias referencias de fotografías, películas y caricaturas.

En temporada de semana santa, la variedad que se ofrece también vuelve a cambiar. De acuerdo con información de archivo disponible en Internet, el mercado fue construido en 1968, pues desde la década de los treinta existía la necesidad de ubicar en un solo punto a los vendedores de dulces que hacían su labor diaria en los portales del centro histórico. La construcción se dio como parte del antiguo Colegio Jesuita, que hoy es el Centro Cultural Clavijero.

Foto: Víctor Ramirez.

Hasta la fecha, en el mercado aún hay un patio utilizado como estacionamiento, que conduce a la parte trasera del centro cultural y que funciona como entrada y salida de funcionarios.

A inicios del año 2016 las entonces autoridades municipales entregaron la más reciente remodelación del lugar, a través de la cual se adecuaron locales comerciales y se instalaron domos para el acceso de luz natural. Asimismo, se tenían contemplado peatonalizar la calle que da nombre a este espacio de comercio. Sin embargo, este proyecto no fue realizado porque no se llegó a contar con la aprobación de los vecinos y representantes de la zona.

Foto: Víctor Ra

A la postre, los locatarios han señalado que se requieren más trabajos de remodelación en el mercado, así como mejorar la infraestructura de acceso para personas con discapacidad. Sin embargo, el Mercado de Dulces sigue siendo considerado como uno de los ejemplos más exitosos de reubicación de vendedores y un sitio que todavía goza de viabilidad económica.

A diferencia de las unidades comerciales “Tu Plaza”, el mercado de dulces es un sitio donde se reubicó a los vendedores que ocupaban los espacios públicos de la capital michoacana, pero ellos sí permanecieron dentro de dicho espacio. Aunque la mayoría de los locatarios del mercado Valentín Gómez Farías puede quejarse de la baja en sus ganancias, es un sitio donde la mayoría de los puntos de venta están abiertos y se ve flujo constante de clientes.