Por cuarta ola de COVID-19, se cancela el Festival del Pelícano Borregón en la región Lerma-Chapala

El festival se pospone hasta noviembre, dependiendo de las condiciones sanitarias en ese momento, dijo Raúl Villanueva, director de la Casa de Cultura de Villamar

Foto, José Luis Ceja.

José Luis Ceja / La Voz de Michoacán

Villamar, Michoacán. Al considerar que no existen las condiciones para evitar contagios de COVID-19, se anunció la suspensión del Festival Regional del Pelícano Borregón, señaló Raúl Villanueva Arceo, director de Casa de Cultura del municipio de Villamar, quien agregó que con esta suspensión deberán cancelarse las actividades programadas, como conciertos y exposiciones que se tenían preparadas.

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“En el caso de Villamar teníamos proyectados dos conciertos, el de Jesús Alberto Arceo con música de la década de los 70 y otro de homenaje a Vicente Fernández, además de una exposición de rebozos deshilados y bisutería que se producen en el municipio. Nos afecta esto porque nos deja sin actividad y los integrantes de la Red Cultural Lerma-Chapala debemos presentar trabajo y ya lo teníamos contemplado como parte de nuestras actividades”.

Destacó Villanueva Arceo que, originalmente, la duodécima edición de este festival se tenía planeada para el 6 y 7 de febrero pasados; sin embargo, el cambio en las condiciones de salud orilló a replantear los eventos para el último fin de semana de este mes. “Ahora nos avisan que se pospone hasta el mes de noviembre y ello dependerá de las condiciones en ese momento, aunque se nos ha dejado en claro que el interés por parte de la Secretaría de Cultura es generar un atractivo en el Occidente similar al de la región Oriente”.

Explicó que la Secretaría de Cultura de la entidad pretende la misma proyección para el fenómeno del pelícano borregón en la región Occidente que la que tiene el fenómeno de la mariposa monarca en el Oriente del estado, “y tener así dos polos de interés para los visitantes de otras entidades federativas”.

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El fenómeno de los pelícanos

En el periodo comprendido entre noviembre y abril de cada año, miles de aves provenientes del norte del continente se establecen en las riberas del Lago de Chapala, de manera concreta en las localidades michoacanas de Petatán, en Cojumatlán, y en La Palma, en el municipio de Venustiano Carranza, lo que activa de manera importante la economía de estas regiones por la derrama económica de los turistas que cada fin de semana se dan cita para observar a los pescadores alimentar a estas aves, ya que parte primordial de la dieta de estos pelícanos es el pescado, por lo que las parvadas de manera continua realizan incursiones lago adentro para pescar o se acercan a las fileteadoras de las orillas, donde son alimentadas con toneladas de esqueletos de pescados.

Abel Ávalos Medina, empresario restaurantero en la localidad de Petatán, en Cojumatlán, destacó que lo importante de este fenómeno migratorio de las aves es que dejan una importante derrama económica pese a que la infraestructura urbana es casi tan nula como la que se requiere para recibir al turismo. En promedio, dijo, se plantea que con base en los arribos de años anteriores, al menos unas 400 personas visitan por día las regiones de La Palma y Petatán, en el caso de esta última comunidad se espera que arriben turistas por más del doble de la población fija de esta ex isla.

La Palma, freno turístico por falta de mantenimiento

En el municipio de Venustiano Carranza, pescadores del Lago de Chapala han solicitado la atención de las autoridades correspondientes ante la invasión de tule que podría afectar la productividad pesquera y turística de este embalse, ello debido a que desde hace varios años a la fecha se ha incrementado considerablemente la presencia de manchas de tule que dificultan tanto la acción de las pesquerías como de los pescadores de la localidad de La Palma, quienes tienen que hacer constantemente faenas de limpieza para permitir el arribo de sus lanchas a los embarcaderos, lo que incrementa la carga laboral de esta actividad.

La principal preocupación, dicen, es que los tallos y las raíces de los tules puedan enredarse en las hélices y dañar los motores de las embarcaciones, además de que, desde la aparición de estas plantas, la actividad turística de los fines de semana ha decaído notablemente.

Visitantes a este espacio lamentaron el no poder estar cerca del lago al menos en este espacio, ya que la presencia del tule impide disfrutar la llegada de los pelícanos borregones cuando las pesquerías arrojan los desechos de la labor de fileteado, lo que constituye uno de los grandes atractivos turísticos de esta región.

Autoridades de esta tenencia señalaron que continuamente se implementan trabajos de limpieza a través de la quema química de los tulares; sin embargo, y ante la extensión que guardan las manchas, apenas se está terminando un recorrido cuando en la parte opuesta están ya retoñando nuevos tallos de esta planta.