A 128 años de Walt Whitman

Conoce la historia de Walt Whitman, poeta estadounidense representante del trascendentalismo.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Walt Whitman fue un poeta estadounidense. Hijo de madre holandesa y padre británico, fue el segundo de los nueve vástagos de una familia con escasos recursos económicos. El 26 de marzo recordamos su obra poética a 128 años de su partida.

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Pasó sólo ocasionalmente por la escuela y pronto tuvo que empezar a trabajar, primero, y a pesar de su escasa formación académica, como maestro itinerante, y más tarde en una imprenta.

Allí se despertó su afición por el periodismo, interés que le llevó a trabajar en varios diarios y revistas neoyorquinos. La primera edición de su gran obra, Hojas de hierba (Leaves of grass), no vio sin embargo la luz hasta 1855.

Esta primera edición (habría otras ocho en vida del poeta) constaba de doce poemas, todos ellos sin título, y fue el propio Whitman quien se encargó de editarla y de llevarla a la imprenta. De los mil ejemplares de la tirada, Whitman vendió pocos y regaló la mayoría, uno de ellos a Ralph Waldo Emerson, importante figura de la escena literaria estadounidense y su primer admirador.

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Su crítica, muy positiva, motivó a Whitman para seguir escribiendo, a pesar de su ruinosa situación económica y de la nula repercusión que, en general, habían tenido sus poemas.

Al año siguiente apareció la segunda edición, y cuatro años más tarde la tercera, que amplió con un poema de presentación y otro de despedida. La noticia de que su hermano George había sido herido, al comienzo de la Guerra Civil, le impulsó a abandonar Nueva York para ir a verle a Fredericksburg. Más tarde se trasladó a Washington, donde, apesadumbrado por el sufrimiento de los soldados heridos, trabajó voluntariamente como ayudante de enfermería.

Whitman fue el primer poeta que experimentó las posibilidades del verso libre, sirviéndose para ello de un lenguaje sencillo y cercano a la prosa, a la vez que creaba una nueva mitología para la joven nación estadounidense, según los postulados del americanismo emergente.

El individualismo, los relatos de sus propias experiencias, un tratamiento revolucionario del impulso erótico y la creencia en los valores universales de la democracia son los rasgos novedosos de su poética; en línea con el romanticismo del momento, propuso en su poesía una comunión entre los hombres y la naturaleza de signo cercano al panteísmo.

Tanto por sus temas como por la forma, la poesía de Whitman se alejaba de todo cuanto se entendía habitualmente por poético, aunque supo crear con los nuevos materiales momentos de hondo lirismo.

Su influencia sería perceptible en las sucesivas generaciones líricas, tanto en su país, desde William Carlos Williams hasta Allen Ginsberg como en otras literaturas Rubén Darío o Federico García Lorca.

«…Vago… e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
par ver cómo crece la hierba del estío…
»
WW

 Canto a mí mismo

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.
Vago… e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
par ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.
Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que me muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Se cuál es mi misión y no lo olvidaré;
que nadie lo olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.