Es raro hablar como periquito a un iPad: Guillermo Arriaga

Luego de la cancelación de la gira de promoción de «Salvar el Fuego», Guillermo Arriaga presentó su novela por primera vez de manera digital

Foto: El Universal

El Universal/La Voz de Michoacán
México. Guillermo Arriaga, el escritor y guionista que obtuvo el Premio Alfaguara de Novela 2020 con “Salvar el fuego”, venció sus temores más profundos al sostener una conversación digital desde su cuenta de Twitter y sentado en el sofá de su casa, con lectores que al mediodía de este jueves asistieron, con computadora o teléfono de por medio, en la que no faltó su visión sobre México, la percepción de la realidad política y social de nuestro país, el coronavirus y, por supuesto, el uso de su lenguaje, su singular narrativa y los entresijos de su proceso creativo.

Durante casi 80 minutos, el autor de “El Salvaje” y “El búfalo de la noche” respondió más de 50 preguntas de entre decenas de dudas, cuestionamientos y comentarios que le llegaron; habló de su pasión por escritores como Juan Rulfo, William Faulkner, William Shakespeare, Gabriel, García Márquez, Mario Vargas Llosa, Ernest Hemingway y Pío Baroja; y su certeza de que el mejor escritor mexicano está entre cuatro escritoras: Fernanda Melchor, Brenda Lozano, Cristina Rivera Garza y Guadalupe Nettel.

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Algo nervioso, no solamente porque fue la primera vez en presentar una novela de manera digital, sino porque estaba solo ante su iPad, y sobre todo frente a sus dos hijos: Santiago y Mariana, dos cineastas y guionistas con los que dijo va a ponerse a trabajar pronto la cinta “Cielo abierto". “Ellos van a dirigir esa obra que era la primera película de la trilogía que plantee con ‘Amores perros’ y ‘21 gramos’”.

Arriaga reiteró que la Unidad Modelo, donde nació, es una colonia que trae en el corazón. Aseguró que en esa colonia de Iztapalapa transcurrió “El Salvaje” y vuelve a transcurrir allí “Salvar el fuego”, una novela que el Jurado del Premio definió como: “una novela polifónica que narra con intensidad y excepcional dinamismo, una historia de violencia en el México contemporáneo, donde el amor y la redención aún son posibles”.

Y claro, Arriaga habló sobre México. A propósito de la pregunta: “¿Cómo nivelar entre los que tienen miedo y los que tienen rabia?”, el narrador, guionista y productor aprovechó para hablar de México y del momento actual que vive nuestro país.

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“Creo que ya es momento de que seamos una sociedad más justa, ojalá que esta pandemia nos haga reflexionar un poco sobre las desigualdades. Es muy fácil decir para algunos: entrar en cuarentena, pero ¿y los que viven al día? Debemos crear un sistema más justo y más igualitario, creo que debemos crear sistemas de salud en donde todos puedan ser atendidos sin (tomar en cuenta) su condición. Es momento en que creemos una sociedad igualitaria”, señaló.

Aunque poco a poco dejó el nervio y su mirada esquivaba la pantalla, el guionista de “21 gramos” y “Amores perros” dijo que lo mejor que le puede suceder a un escritor es ser leído, y que de ser leído en las circunstancias que estamos ahora, él se sentiría feliz; “me honraría mucho si alguien me lee en estos momentos; de corazón me sentiré muy honrado”.

No esquivó las preguntas personales, pero las despachaba un tanto más rápido. En realidad se esmeraba en ampliar con gusto las respuestas sobre su proceso creativo, sobre sus autores y temas favoritos, y sobre su vocación de escritor y creador de personajes, atmósferas y sobre todo historias.

Agradeció las palabras del jurado: “El autor se sirve tanto de una extraordinaria fuerza visual como de la recreación y reinvención del lenguaje coloquial, para lograr una obra de inquietante verosimilitud. Los distintos planos narrativos tienen como hilo conductor el cuerpo humano, motivo de celebración y expuesto a numerosos excesos”.

Guillermo Arriaga dijo que él se plantea historias y se sienta a escribir sin tener nada cierto y nada claro, ni siquiera los personajes: “Yo me arranco, voy escribiendo la estructura conforme voy avanzando, voy descubriendo el lenguaje de cada una de las voces conforme voy avanzando, así lo he hecho en todo mi trabajo tanto en novelas como en cine”.

Confió su proceso creativo: “Una vez que tengo escrito el conjunto, empiezo a reescribir la novela; transcribo palabra por palabra, voy quitando y quitando. Escribí esta novela seis veces ¡y luego hice unas 10 correcciones!”.

Guillermo Arriaga dijo que terminó “El Salvaje” y al mes ya estaba empezando a escribir “Salvar el fuego”, y en cuanto terminó la novela merecedora del Premio Alfaguara 2020, empezó a escribir una nueva historia de la que ya lleva 70 páginas. “Para mí sí es adictivo escribir. Como no sé lo que va a pasar, la escribo como lector, empiezo a descubrir cosas que ni pensaba que descubriría. Yo en un principio pensé que ésta iba a ser una novela de 120 páginas, llegó a ser de casi mil 400 páginas hasta que la dejé en 650”.

Reconoció que al principio, cuando comenzó su carrera, escribía como en un rito, empezaba con mucha concentración en su estudio, pero pronto empezó a viajar y “ahora escribo en aviones, en trenes, en hoteles, en banquetas, en cafeterías, restaurantes, salas de espera de aeropuertos; escribo donde puedo, desde que empecé a escribir ‘El Salvaje’ y hasta esta, escribo diario. No descanso aunque esté de vacaciones, al menos escribo un par de horas. En promedio escribo unas 10 horas”.

Sin querer definir la novela optó por hablar de la gran diversidad de voces que posee. Dijo que son muchos personajes en “Salvar el fuego” y empezó por citar a Marina, una coreógrafa desde la que escribe buena parte de la historia, que es una mujer muy felizmente casada pero que empieza a sentir que su vida la construyó alguien más, no ella; habló de José Cuauhtémoc, un preso muy culto pero de una pulsión homicida tremenda; también citó a Zeferino, un indígena poblano, intelectual y activista indígena padre de José Cuauhtémoc; a los hijos de éste: Francisco Cuitláhuac y a Citlali.

Guillermo Arriaga también habló de sus hijos Mariana y Santiago, dos jóvenes talentosos que admira y con quienes filmará “A cielo abierto”. Cuando los lectores pidieron verlos, sólo se acercó Santiago y Guillermo lo abrazo. Luego se escuchó la risa de ambos jóvenes cuando el guionista dijo adiós y no podía apagar la transmisión. Al final lo logró.

Luego de la presentación digital que realizó porque el coronavirus provocó la suspensión de su gira por varios países de habla hispana, Guillermo Arriaga, escribió un mensaje final en su cuenta de Twitter: “Gracias a todos los que me escucharon en la presentación virtual de ‘Salvar el fuego’. Llegamos casi a 10 mil. Me encantó la experiencia aunque es raro estar hablando como periquito a un iPad. Ja. Abrazo a todos y a todas.”