Notimex / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Con casi 70 años de trayectoria cinematográfica y diversos reconocimientos, entre ellos, el premio Oscar 2017, el director y productor estadounidense James Ivory resaltó que siempre ha sido un hombre libre para filmar lo que le venga en gana. A finales de la década de los 50, viajó a la India, donde desarrolló sus primeros filmes en colaboración con el director Ismail Merchant, quien fue su pareja sentimental hasta su muerte y con quien fundó en 1961 la compañía Merchant Ivory Productions. A través de la película Maurice (1987), Ivory revolucionó el mundo del cine al tocar un tema delicado y que no se exponía de manera abierta, como las relaciones homosexuales. Fue protagonizada por James Wilby, Hugh Grant y Alec Scudder. Hace dos años volvió a hacerlo mediante el filme romántico Llámame por tu nombre, de temática LGBT+ y el cual se basó en la obra de André Aciman. Fue galardonado con el Premio Oscar al Mejor Guion Adaptado. Muchas de las películas que se hacen, cuentan con financiamientos. Hay empresas que marcan línea en las historias con tal de ayudarte a producir, pero nunca fue mi caso, yo siempre fui libre para filmar lo que quise. Ismail Merchant y yo nunca tuvimos problemas de censura porque éramos muy independientes", comentó. "Buscábamos el dinero de cualquier forma, porque sólo así podíamos hacer exactamente lo que queríamos. Nunca nadie nos dijo que podíamos hacer esto o aquello, lo cual fue inusual para una compañía de cine independiente, pero lo hicimos porque queríamos libertad para filmar", resaltó. Recibe medalla de la Filmoteca y devela butaca con su nombre James Ivory se encuentra en esta ciudad debido a que, con la proyección de algunas de sus películas, recibió un homenaje durante la 17 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Además, le entregaron la medalla de la Filmoteca de la UNAM y develó una butaca que lleva su nombre y que será colocada en una de las salas de un complejo cinematográfico. No creía poder ganar el premio Oscar Lograr el premio Oscar, a sus entonces 89 años, lo convirtió en el guionista más longevo en recibirlo y pensaba que no lo obtendría, aunque el filme Llámame por tu nombre también estaba nominado en las categorías de Mejor Película, Mejor Actor y Canción Original. Fue una gran sorpresa para mí, yo pensaba que no lo iba a merecer porque no había razón para que eso sucediera, pero La Academia decidió que sí y fue muy agradable, me emocioné mucho", destacó. Compartió que al inicio se involucraría como codirector del largometraje, pues el libro en el que está basado, le gusta mucho. Sin embargo, terminó solo en el guion y le pareció bien porque la trama se desarrolla en Italia, país que le gusta en demasía y en el que antes ya había filmado. James Ivory es uno de los directores más versátiles e influyentes de Hollywood. Ha sido testigo, hacedor y protagonista de la evolución del cine a nivel mundial, y aunque cada época tiene un significado especial para él, prefiere quedarse con el presente. "Es así porque vivo en el presente. He tenido mucho tiempo de vida, pero jamás quise estar en otro momento, todas las épocas las he vivido a su tiempo, en forma y espacio. Quizá es el secreto que me mantiene activo y creando". Lamenta no haber trabajado con Shirley MacLean y Vivien Leigh Hay algo que sí añora del pasado y es precisamente el no haber trabajado con ciertas estrellas de Hollywood que ya murieron o que ya son muy adultas como Shirley MacLean. A ella la hubiera contratado siendo joven, ahora ya no es posible. Otra cosa que lamento, es no haber dirigido a Vivien Leigh. También hubiese querido venir más tiempo a México, porque la primera vez fue en 1961 y no regresé hasta ahora pues me fui a radicar a La India y luego trabajé en Estados Unidos". De aquella visita, recuerda Yucatán, la Ciudad de México y las ruinas mayas. Hoy, James Ivory planea su siguiente película, cuyo guion escribirá basado en el bestseller "The end of Eddy" del francés Édouard Louis. "Está ambientada en un pueblo pequeño de Francia y contaremos esa misma historia con el mismo tipo de gente, de una clase socioeconómica igual, pero en Estados Unidos". Finalmente, el director de obras como Un romance indiscreto (1985) y Lo que queda del día (1993), opinó que el espectador debe ver películas de la forma que quiera, pero que las vea. "Al inicio de mi carrera, hacía mis películas en material cinematográfico, ahora nadie las hace así. Hoy todo es digital, las terminas y es todo. Se hacen de una forma totalmente distinta, pero no es relevante, lo que debe importar ahora es que las veas, sólo eso", concluyó.
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