Armando Espitia, llegar a los lugares donde habitó el alma

«Admiro la gente que se ríe, la gente que sabe reír de verdad. Y sobre todo admiro la gente honesta».

Foto: Rita Gironès

Rita Gironès

Confiesa que dar clases le está sirviendo mucho para configurar su propio trabajo actoral. “Yo tengo algo de todos y cada uno de mis personajes”, dice. Armando personifica la complejidad de los seres humanos en su trabajo. Se trata de encontrar qué de lo que hay en él se conecta en los personajes. Actuar es una celebración de la verdad y de la vida. De lo que significa la experiencia de estar aquí parados bajo este cielo, en una vida tridimensional rarísima, y precisamente la actuación es un ejercicio para tratar de averiguar de qué se trata esto. Sus actuaciones están marcadas por historias con aprendizajes y temas profundos. Quizás por eso está rumiando lo que sigue, el tema de la paternidad, nos cuenta, juntamente con las nuevas masculinidades. Un acercamiento laborioso a las nuevas formas de comprender qué significa ser hombre.

PUBLICIDAD

¿Qué querías ser de niño?

Quería ser trapecista y vender gelatinas. Había un señor que pasaba por la calle vendiendo gelatinas en una charola muy grande y me daba curiosidad el equilibrio. Quería ser equilibrista, vender gelatinas y trapecista de un circo. En mi casa cuentan que yo de niño lo tenía muy claro: de mayor vendería gelatinas durante el día, y por la noche trabajaría en un circo.

¿Qué quieres ser ahora?

PUBLICIDAD

Qué difícil la pregunta. Con la pandemia empecé a dar clases de actuación. De jovencito quise ser actor, ha sido mucho trabajo, mucho enfoque para dedicarme a esto. Ahora, pasados los 30, hay otras cosas que me interesan, por ejemplo, dar clases y estoy escribiendo, quiero dirigir mi primer cortometraje y eso me tiene la cabeza volada.

Principal rasgo de tu carácter.

Pacífico y fuerte.

¿En qué se relaciona la actuación, con la vida de hoy?

Nuestro trabajo es una celebración de la verdad. Está mal entendida la actuación como ejercicio de esconderse detrás de un personaje que uno estructura. El arte de actuar tiene más que ver con el mostrarte, pero de otra forma. Mostrarte a ti en la más estricta individualidad, en aquello que eres en esencia. Para encontrar la verdad del personaje debes estar conectado con tu propia verdad.

¿Qué personaje te gustaría llevar a cabo?

Ahora un personaje centrado en la paternidad. Y será más seguro –y más próximo- que sea en la actuación que en la vida real (Risas).

¿Sobre qué temáticas escribes?

En general escribo sobre las estructuras familiares. Me interesa cómo nos habita la violencia y cómo esta se va metiendo en las esquinas de las estructuras familiares.

Foto: Rita Gironès

¿En qué proyecto y con quién te gustaría trabajar?

En alguna película de Almodóvar. Y por supuesto me encantaría trabajar con Emir Kusturica o Cristian Mungiu, tan sólo por los universos que llegan a crear. Yo tengo una fascinación por Europa del Este, por Yugoslavia en particular.

¿Cocinas normalmente, Armando? ¿Tienes sazón?

Sí, o no sé… ¡al menos mis amigos disfrutan cuando cocino! (Risas)

¿A qué actor/actriz admiras?

Ben Whishaw, tiene una extraordinaria sensibilidad. Sin duda me encantan los actores con un bagaje teatral.

¿Qué cualidad admiras en las personas?

Admiro la gente que se ríe, la gente que sabe reír de verdad. Y sobre todo admiro la gente honesta.

¿Qué detestas en los demás?

No me gusta la gente que tiene una agenda escondida, cuando sientes que no te abren todas las puertas en cualquier encuentro por pequeño que sea, cuando se reservan quienes son.

Cuéntame un recuerdo de tu infancia.

Te comentaba de mi fascinación por Yugoslavia. En los años 90 había un servicio de noticias en televisión y mi papá veía las noticias, el sitio de Sarajevo, yo tenía 5 años. Esas imágenes de gente huyendo de los francotiradores se me quedaron muy grabadas. Luego en la adolescencia empecé a leer sobre eso y el tema continua hasta hoy en una especie de conexión conmigo. Dice Diana Uribe que el cuerpo va a los lugares que ya habitó el alma...

¿Has pensado alguna vez en tirar la toalla, en abandonar esta profesión?

Mil veces.

¿Qué te hace seguir adelante?

Es una velita prendida adentro. Es una certeza, siento que tengo todavía más cosas que contar con estos medios a mi alcance. A esta edad ya no es tirar la toalla, es más bien tomar distancia, a veces darse un tiempo, y regresar renovado si así ha de ser. La pandemia me tumbó: en el 2019 estrené una película en Cannes que ganó la cámara de oro; en 2020 otra película ganadora en Sundance; y luego todo se vino abajo, hubo una desilusión en mi carrera, pero fue el momento perfecto para construir otras cosas: un mayor relación con mi familia, con mis amigos, con otras partes de mí, y en eso estoy.

¿De qué te sientes orgulloso?

Conmigo mismo de no haber claudicado. Y también de mis sobrinos, ver a unos niños crecer y hacerse jóvenes, poder ver el curso de la vida... Es como ver crecer una planta, eso me hace sentir orgulloso.

¿De qué te arrepientes?

Uy, ¡yo me arrepiento de un montón de cosas! El arrepentimiento es sólo una puerta abierta a muchas otras posibilidades de lo que podemos ser.

¿Qué es para ti la Cultura?

La voz común. La Cultura es la voz que tenemos cuando estamos juntos.

Rita Gironès, escritora, docente y artista escénica. Catalana y mexicana. Lleva 20 años residiendo en Michoacán trabajando activamente por la cultura. Apasionada de las Humanidades, obtiene el Premio Nacional de Dramaturgia en México, 2022.

facebook: Rita Gironès
instagram: ritagirones