El futuro del Arte es aquí y ahora

En el arte, las consecuencias son considerables y comienzan a notarse de múltiples formas en todos los niveles: desde la creación de museos y centros culturales comunitarios en zonas rurales, hasta la presencia de artistas y colectivos de localidades pequeñas en ferias y eventos de gran calado.

Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán.

Erandi Avalos / La Voz de Michoacán

Glocalización o glocalidad es un neologismo compuesto por los términos ´global´ y ´local´ y está basado en el concepto japonés de “vivir en su propia tierra”. Ante la tendencia globalizante, este enfoque propone un equilibrio entre las influencias, tendencias e imposiciones mundiales, y los elementos identitarios del entorno inmediato. La aplicación práctica tiene impacto directo en todas las áreas, desde las relaciones humanas hasta la economía, y se está posicionando como la tendencia que llegó para quedarse, entre otras causas por la masificación de las herramientas de telecomunicación, principalmente el internet: puedes ser omnipresente desde cualquier lugar del mundo, por remoto que sea. Si bien es una estrategia empleada por corporaciones internacionales para validar su permanencia en todo tipo de entornos culturales, esta forma de vivir tiene la particularidad de ser un movimiento que la gente está adoptando por decisión propia, con todo el sentido común que ello implica. 

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En el arte, las consecuencias son considerables y comienzan a notarse de múltiples formas en todos los niveles: desde la creación de museos y centros culturales comunitarios en zonas rurales, hasta la presencia de artistas y colectivos de localidades pequeñas en ferias y eventos de gran calado. En este escenario, ¿dónde se encuentra Michoacán? Sin duda, en una posición privilegiada, aunque todavía no aprovechada en su totalidad. Con una ubicación geográfica favorecida, variedad de climas magníficos y una biodiversidad extraordinaria, Michoacán ha sido desde la época prehispánica una región natural y culturalmente opulenta. La historia del arte michoacano cuenta con una ininterrumpida producción que incluye a varios garbanzos de a libra en todas las áreas artísticas; baste mencionar a Félix Parra, Miguel Bernal Jiménez, Feliciano Béjar, Ramón Martínez Ocaranza, Alfredo Zalce, Concha Urquiza, entre otros casos aislados. En la actualidad, el trabajo de Javier Marín, Abner Jairo, Abdiel Villaseñor, Eduardo Bautista, María Ponce, Artemio Rodríguez y recientemente varios integrantes del Colectivo Cherani, destacando Giovanni Fabian Guerrero.

Mucho influyen las universidades que se encuentran en el estado y que imparten carreras relacionadas con el Arte y la Historia del Arte, como la Universidad de Morelia; la ENES UNAM, con sus carreras de Historia del Arte y Arte y Diseño; la Universidad Intercultural Indígena, con Arte y Patrimonio Cultural; el Conservatorio de las Rosas, y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, con Teatro, Música, Danza y Artes Plásticas. Sumando los muchos artistas autodidactas y los talleres de Gráfica, entre los que destacan: Errante, Nurite, Axuni y Achokes. Foros de artes escénicas como: El Foro, La Casona del Teatro y La Mueca; grupos de danza de gran trayectoria, como: La Serpiente, todos tienen trabajo constante y profesional que va dando frutos. Es evidente que talento y capacidad hay de sobra, pero nunca se ha gozado de un período constante y colectivo de reconocimiento internacional. Son muchas las causas y una posiblemente sea la falta de comunicación y colaboración (por no decir la falta de confianza) de muchos agentes culturales hacia la institución pública, situación que se generó desde los inicios de la Secretaría de Cultura de Michoacán y que al parecer, desde la administración pasada se está intentando revertir, buscando un acercamiento más honesto con el gremio. Falta y retrasos de pagos, cancelación de apoyos como el Programa de Coinversiones, falta de valoración del trabajo artístico y de la gestión independiente, pocas o nulas acciones para proyectar internacionalmente a los creadores destacados, fueron por muchos años constantes que imploramos terminen definitivamente. Urge seguir reforzando el diálogo directo y horizontal entre institución y agentes culturales y artísticos, que finalmente son los que acuerpan el arte permanentemente. Para el gremio, el Arte no es un empleo temporal ni un trampolín político, es una forma de vida y generalmente el precio es la limitación económica y en muchas ocasiones, el trabajo gratuito con tal de ver materializados los proyectos en los que se cree y con los que se beneficia a la sociedad.

Otra de las causas por las que posiblemente nuestro estado no ha ´dado el brinco´, es por la falta de unión y generosidad dentro del mismo gremio artístico e intelectual; situación que también parece estar cambiando gracias a la frescura de las generaciones más jóvenes, que comienzan a colaborar desde la inteligencia emocional y creativa; y no desde el miedo y el ego; energías que en el pasado reciente dominaron al gremio moreliano.

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Si a esto sumamos el creciente perfil cosmopolita de Pátzcuaro; en donde decenas de artistas internacionales han tenido y tienen lugares de descanso y creación -siendo uno de los más importantes el visionario glocalista austriaco-alemán-p´urhépecha Gerold Heinz Luft Pávalta, mejor conocido como Enrique Luft-, y también la enorme calidad y diversidad del Arte Popular con el que contamos, todo indica que estamos en el último escalón para lograr posicionarnos como un referente fuerte y sólido a nivel mundial.

La pandemia nos ha traído muchos regalos y la glocalización es uno de ellos. Ya no es indispensable la fuga de talentos para crecer. Es momento de que Michoacán brille a través del arte y la cultura; está en nuestras manos el lograrlo aquí y ahora.

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Erandi Avalos, historiadora del arte y curadora independiente con un enfoque glocal e inclusivo. Es miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte Sección México y curadora de la iniciativa holandesa-mexicana “La Pureza del Arte”. erandiavalos.curadora@gmail.com