Daniel Adrián Ortiz Camarena, colaborador de La Voz de Michoacán El próximo domingo 18 de mayo de 2025, la ciudad de Morelia celebrará su 484 aniversario y la capital michoacana adornará sus calles con el gualdo y el escarlata, se pasea el pendón y demás festejos, pero, también es la ocasión perfecta para recordar la historia de su fundación y las poco conocidas implicaciones y los conflictos que sucedieron en torno a la existencia de esta hermosa urbe, por lo que hagamos un breve repaso de este histórico acontecimiento. En 1522, Hernán Cortés envió al capitán Cristóbal de Olid al frente de una expedición que consiguió la incorporación del Tzintzuntzan Irechequa a la Corona de Castilla. De esta manera comenzó el dominio español en Michoacán y dentro de los objetivos que se trazó para la expedición, se encontró la misión de fundar una ciudad de españoles que permitiera establecer un mayor control sobre la provincia. Sin embargo, el capitán Olid no cumplió con dicho propósito y Tzintzuntzan continuó en su función como capital de Michoacán. Los españoles nombraban a Tzintzuntzan de diversas maneras, Uichichila, Uchichila, Uchichila-Mechoacán o Ciudad de Mechoacán. En 1533, la Audiencia de México retomó el objetivo y comisionó a Juan de Villaseñor la búsqueda de un sitio para tal propósito, y entre sus opciones contempló Chilchota, Uruapan, Pátzcuaro o Chapultepec. Don Vasco de Quiroga decidió la fundación de Nueva Granada en las cercanías de Tzintzuntzan y por orden del presidente de la Audiencia se le cambió el nombre por el de Uchichila-Mechoacán. Los vecinos españoles no encontraron propicio el sitio y este fue abandonado. En 1538, Vasco de Quiroga ahora como obispo, tan pronto tomó posesión decidió trasladar a la ciudad de Pátzcuaro la sede de su obispado, así como los poderes civiles del cabildo indio y el cabildo español. Para justificar que no había abandonado la ciudad capital, señaló que sólo se había trasladado a un barrio y no a una población diferente; por lo que a Pátzcuaro se le empezó a nombrar en los documentos oficiales como Ciudad de Mechoacán. El movimiento no fue del agrado de los vecinos españoles y tampoco al virrey don Antonio de Mendoza le pareció que se brincaran su autoridad. Pronto los colonos españoles le plantearon un nuevo proyecto de ciudad y el virrey Mendoza no dudó en apoyarlos. Con el buen visto de los vecinos, se determinó que la ciudad de españoles se estableciera en la loma de Guayangareo y la fundación se realizó el 18 de mayo de 1541 con el nombre de Nueva Ciudad de Mechoacán. Contando con la presencia de los encomenderos michoacanos, caciques indígenas y las autoridades que dieron fe y legalidad del acto de toma de posesión y distribución de solares y tierras para el sustento de los vecinos. Don Vasco de Quiroga no vio con agrado la nueva fundación e inicio un largo pleito que incluso presentó su defensa ante el rey y consiguió que, entre 1552-1555, la Nueva Ciudad de Mechoacán pasó a ser el pueblo de Guayangareo. Pocos españoles fueron los que se mudaron a Guayangareo y en muchos aspectos se seguía dependiendo de Pátzcuaro, la cual conservó el nombre de Ciudad de Mechoacán, ser la capital, el escudo de armas y el título de ciudad. El pueblo de Guayangareo no pudo prosperar hasta después de la muerte del obispo Quiroga en 1565. Los nuevos obispos, Antonio Ruíz de Morales y Molina (1566-1572) y Juan de Medina Rincón y de la Vega (1574-1588), no dieron continuidad a los proyectos de Quiroga y pronto abandonaron Pátzcuaro. El obispo de Medina Rincón y de la Vega comenzó a gestionar el traslado del obispado de Pátzcuaro a Guayangareo, población que recuperó la categoría de ciudad y, entre 1577-1578 aconteció el traslado del obispado de Pátzcuaro a Guayangareo; mismo que se concretó en 1580. En ese mismo año, en homenaje al rey Felipe II y al otorgamiento del escudo de la ciudad, Guayangareo fue renombrada como la ciudad de Valladolid. El traslado del obispado ayudó a fortalecer el crecimiento de la ciudad de Valladolid, que, pese a este logro, entre 1580-1767, compartió el ser la capital política de la provincia de Michoacán con Pátzcuaro, hasta que con las reformas borbónicas en el siglo XVIII quedó establecida como la única capital de la Intendencia de Valladolid. Daniel Adrián Ortiz Macarena es Maestro en Historia, por la Facultad de Historia-UMSNH. Doctorando en Estudios Novohispanos de la UAZ. Estudioso del pasado virreinal y el gobierno indio entre los siglos XVI-XVII. Miembro de Mechoacan Tarascorum.