Jueves | El misterioso origen de Melchor Ocampo, personaje clave en la historia de Michoacán

A pesar de que se han escrito muchas páginas sobre la vida del prócer michoacano, aún tenemos muchas preguntas sin respuesta

Saúl López Bautista

Melchor Ocampo es uno de los personajes más importantes en la historia de México, participó en eventos cruciales de la vida nacional, enfrentando como gobernador de Michoacán la Guerra de invasión estadounidense en 1846-1848, durante este conflicto, Melchor fue muy activo para organizar los esfuerzos de la sociedad michoacana de acopio de armas, comida, dinero y reclutamiento de tropas.

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Creyendo que firmando un tratado de paz, en el cual se perdería la mitad del territorio nacional, era indigno, propuso que se continuara el conflicto bélico con la táctica de guerra de guerrillas (muy útil 14 años después, durante la intervención francesa), cuando se rechazó la propuesta de Ocampo y se firmó el tratado Guadalupe-Hidalgo, Melchor renunció a la gubernatura del estado.

Diez años después de la perdida de territorio, Ocampo se ve envuelto en otro conflicto, pero esta vez formando parte del gobierno federal, como ministro de relaciones exteriores del régimen liberal de Benito Juárez. Como ministro de relaciones, Melchor Ocampo enfrentó la Guerra de Reforma, haciendo una labor titánica, junto con José María Mata, para que el gobierno de Juárez fuera reconocido por los Estados Unidos y de esa manera, evitar una nueva invasión de los norteamericanos en medio de un conflicto civil que tenía dividido a México.

A pesar de que se han escrito muchas páginas sobre la vida del prócer michoacano, aún tenemos muchas preguntas sin respuesta: ¿Cuándo es la fecha exacta de su natalicio? ¿Quiénes fueron sus padres? ¿En dónde nació? ¿Cómo llegó a Pateo?

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Ocampo era un niño de posición acomodada, ya que era hijo adoptivo de Doña Francisca Xaviera de Tapia, propietaria de la hacienda de Pateo, una de las más prósperas de la región de Maravatío a principios del siglo XIX; se cuenta que la hacendada estaba a favor de la independencia nacional y ayudaba a los insurgentes con recursos económicos y materiales para la lucha; también se cuenta que recogía a los huérfanos de la región.

Lo oficialmente aceptado, es que Melchor Ocampo nació en la Ciudad de México un 5 de enero de 1814, esto según una fe de bautizo compartida y aceptada por uno de los grandes biógrafos de Ocampo: Raúl Arreola Cortez. Esta fecha se utiliza para las conmemoraciones y ceremonias oficiales del Estado.

Tomar como cierta esta información, nos deja más preguntas que respuestas, pues ¿Cómo fue que Ocampo llegó al cuidado de doña Francisca, desde la capital hasta Pateo?, por otro lado, si nació en 1814, su ingreso al Seminario Tridentino de Valladolid, para cursar el bachillerato en derecho, tendría que haber sido a los diez años, cosa sumamente rara.

En el 2014, con el pretexto de celebrar los 200 años del natalicio de Ocampo, el gobierno del estado editó un libro en el que varios historiadores colaboraron; en él existen dos capítulos referentes al origen de Ocampo, uno escrito por el Dr. Ramón Alonso Pérez Escutia y el otro, que veremos más adelante, escrito por el Dr. Álvaro Ochoa. Estos dos capítulos reabren la discusión sobre el origen del Reformador Michoacano. En el aporte del Dr. Pérez Escutia, se nos presenta una fe de bautismo, encontrada por el mismo investigador, en donde se le brinda el sacramento a un niño llamado José Telésforo Melchor de los Reyes; este documento tiene feche del día 7 de enero de 1810 y se encuentra en el Archivo Parroquial de Maravatío.

Dadas las circunstancias, parece más acertado tomar por verdadero el documento presentado por el Dr. Alonso Pérez, ya que es más lógico que doña Francisca adoptara un infante nacido en las inmediaciones de la hacienda de Pateo, que uno de la Ciudad de México, con el que no tiene relación aparente. Además, si Melchor Ocampo hubiera nacido en 1810, como lo indica el documento de Maravatío, su ingreso al Seminario Tridentino hubiera sido a los 14 años, como era lo habitual en aquel entonces.

Por lo regular, tenemos la creencia que la mayoría de los grandes héroes nacionales -con excepción clara de Benito Juárez -, habían sido de origen criollo, incluso en las representaciones de estos personajes, hay una tendencia de blanqueamiento de la piel además de agregar rasgos europeos. El caso de Ocampo no ha sido la excepción, podemos encontrar un gran número de pinturas, litografías, grabados y demás expresiones artísticas en donde se le representa con piel clara y rasgos europeos, pero la realidad no coincide con ellas.

El Dr. Álvaro Ochoa, pone en tela de juicio la creencia de que Ocampo era un criollo, por el contrario, propone una tesis, basado en la fe de bautismo de Maravatío, de que el hijo adoptivo de doña Francisca Xaviera, era mulato de origen; esto implica una reconstrucción de su imaginario. En el documento citado anteriormente, se puede leer que el niño que ha recibido el sacramento del bautizo es hijo de “José María Morquecho, indio y de María Bernarda, mulata, vecinos de Pateo”. En las representaciones más fieles de Melchor Ocampo y en la única fotografía que se tiene registro, podemos ver que los rasgos físicos del michoacano son característicamente afro, lo podemos notar en su nariz ancha y labios gruesos o en su pelo chino y crespo.

El investigador del Colegio de Michoacán también fundamenta su tesis en una descripción de Ocampo echa por un prisionero norteamericano durante la Guerra de invasión estadounidense:

“Ocampo tiene alrededor de treinta y ocho años, un poco bajo de la estatura promedio, aunque robusto. Su fina facción aceitunada pareciera más oscura de lo que en realidad es, debido a la negrura de su cabellera, de la cual caen rizos alrededor de su cara y de sus expresivos y chispeantes ojos negros”.

Aunque faltan más fuentes de información sobre los orígenes de un personaje tan relevante para la historia de nuestro estado, podemos partir de que Melchor Ocampo fue un hombre que colaboró activamente en la elaboración de las Leyes de Reforma que dieron forma a este país, que defendió la soberanía e independencia nacional a través de la diplomacia, que era mulato y que junto con él existen muchos otros personajes invisibilizados por su origen étnico y racial.

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Saúl López Bautista, es Licenciado en Historia por la UMSNH, coordinador en la organización del coloquio Pueblos Originarios: Raíces de América. Actualmente cursa la maestría en Historia en la Facultad de Historia de la UMSNH.

FB: Saúl López Bautista