La Obsidiana, el tesoro negro de origen volcánico poco conocido en Michoacán y usado desde la época prehispánica

Considerado el vidrio volcánico, es una de las maravillas naturales de Zinapécuaro

Foto: Redes

Dante Martínez / Colaborador de La Voz de Michoacán

Michoacán es un estado bendecido con muchas maravillas naturales y lo mismo sucede con distintos tipos de materias primas como los metales, la cal, la cantera, la sal, entre otros. Pero de manera más discreta, se encuentra la obsidiana o “Tzinapu” como fue llamada por los antiguos Purépechas; un vidrio de origen volcánico de color negro (aunque puede ser de otros colores) que en los tiempos precolombinos fue de un gran valor debido a lo útil que era para manufacturar distintos tipos de herramientas para la vida cotidiana, desde puntas de proyectil, navajillas, cuchillos, raspadores para curtir piel, raspadores para extraer pulque, raederas, entre otras.

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Aunque son poco conocidas, Michoacán cuenta con dos importantes zonas en donde se puede encontrar obsidiana, una de ellas se encuentra en el municipio de Zináparo cercano a la región de Zacapu; y los yacimientos de obsidiana más importantes del estado se encuentran en el sistema Zinapécuaro – Ucareo, región que a su vez vio florecer grandes ciudades durante la época prehispánica.

Foto: Redes

En esta zona se pueden encontrar varios tipos de obsidiana, desde la obsidiana completamente negra que es la más común, hasta la obsidiana gris, la obsidiana con vetas, la obsidiana gris traslucida y hasta obsidiana con ciertas tonalidades rojizas. Durante la época prehispánica, especialmente en el período conocido como epiclásico (600 – 900 d.c.) el yacimiento de Ucareo se convirtió en el más importante de toda Mesoamérica, pues la presencia de esta obsidiana se reporta desde el norte de México, hasta en países de Centroamérica como Guatemala y Honduras.

Aunque se desconoce cuál fue la ciudad o la cultura que explotó el yacimiento de Ucareo en dicha temporalidad, lo que queda claro es que en ese momento se convirtió en una de las materias primas más codiciadas en toda Mesoamérica, junto a la turquesa y las plumas verdes. Llegando inclusive a desplazar en importancia a otras vetas importantes del país como Sierra de las Navajas (actual estado de Hidalgo) u Otumba (actual Estado de México).

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Sin embargo, cuando surgió el imperio Purépecha en el período posclásico tardío (1350 – 1522 d.C.), se encargaron de conquistar toda la cuenca lacustre de Cuitzeo y por ende las ciudades de Zinapécuaro, Ucareo y Araró entre otras, aprovechando así, las ricas vetas de obsidiana de la región para elaborar sus bienes útiles e inclusive fina joyería como bezotes, orejeras, cuentas de collar, entre otras.

En la actualidad, existen desafortunadamente pocos artesanos michoacanos que aprovechen la obsidiana, pues la gran mayoría es explotada por artesanos y comerciantes de otros estados del país, a pesar de que puede ser utilizada de muchas formas, desde la cuestión artística, la utilitaria (hoy en día existen bisturís con punta de obsidiana), hasta para tratamientos curativos o medicinales como los promovidos como el cronista de Zinapécuaro, Raúl Omar Tapia quien es un gran promotor de este tesoro “negro” que tiene el estado de Michoacán.

De la misma manera, la gente puede visitar Zinapécuaro para conocer su iglesia, caracterizada por su fachada adornada por grandes nódulos de obsidiana, siendo uno de los aspectos que la vuelven única a nivel nacional.


Dante Martínez Vázquez, licenciado en Arqueología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Colaborador de los proyectos PAPAPCSUM y REPIMTAR del centro INAH, Michoacán. Actualmente cursa la maestría en Historia en la facultad de Historia, de la UMSNH.
Email: Dante_dalton@outlook.com Academia.edu / Dante Martínez Vázquez