María Félix: la belleza es un arma y yo la usé

“No se olvide que el amor comienza con tentaciones y suele terminar con atentados”.

Jaime Vázquez

En 1956, para la revista Carteles, Guillermo Cabrera Infante entrevistó a María Félix en La Habana. El director de la revista le alertó: no le mires las manos porque las tiene muy feas. “No hice más que mirarle las manos, eran bellísimas”, confesó el escritor, y descubrió que la diva “no sólo era una actriz, era una mujer inteligente que contestaba mis preguntas con extrema seriedad y atención”.

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La radiante belleza de María Félix, su impacto en el público y en la pantalla, expresa también una mirada inteligente, dueña de sí, que observa para crear ideas propias.

Entrevistada por figuras del periodismo y los espectáculos, María Félix fue un compendio de inteligencia y atrevimiento. Corrosiva, altanera, inmodesta, ególatra, calculadora y directa, dejó frases memorables, colección y antología de anécdotas chispeantes y rapidez mental para responder a sus interlocutores.  

El recuerdo de sus compañeros de la pantalla: 

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“Pedro Armendáriz era una delicia. Cuando llegamos a hacer escenas de amor se ponía su mejor camisa, la más hermosa loción, se enjuagaba la boca miles de veces. Era una delicia trabajar con él”. 

"Dolores del Río era una gran señora. Era aparte, tenía un comportamiento de princesa; inteligente, divertida. Yo quise mucho a Dolores y tengo un muy buen recuerdo de ella”. 

“Pedro Infante era muy suave, le gustaba mucho tener esa simpatía, era encantador… siempre creí y estaba profundamente convencida de que los indios de México no eran como Tizoc. Ni caminan, ni se peinan, ni hablan como Tizoc. Yo no estaba tampoco en el papel; yo cara de virgen no me veo mucho”.

“Gabriel (Figueroa) no estoy yo para decirlo, era un gran fotógrafo, pero quien me gustaba más para caras, especialmente para grandes close-up era Álex Phillips”. 

“De los galanes extranjeros puedo decir que Jean Gabin era una catástrofe, tenía mal carácter, estaba feliz cuando las cosas salían mal. Me decía la tigresa, porque no me dejaba. Ives Montand fue mi amigo. En una ocasión, en una película que hice con él, me dio una bofetada muy fuerte, yo le pedí una nada más, que no se repitiera. A mí me pegaron mucho en el cine, no me pegaron fuera del cine”.

Sobre la manera de ser bella: “Yo no doy consejos a nadie porque todo el mundo se sabe equivocar solo”. “A mí me han dicho, hace mucho tiempo y no sé quién, que la belleza está en la planta de los pies. Sí, porque una bonitilla sentada, pues, pega, pero nada más se levanta y camina como Chencha y ya no”.

De amores eternos y fugaces, expresó: “Yo me he casado cuatro veces. Le he puesto, como yo digo, placas al coche para que circule. Tienes que ponerle placas al coche para que pueda circular; tienes que firmar para que puedas movilizarte y ‘rodar bien’, ¿verdad?”. “No se olvide que el amor comienza con tentaciones y suele terminar con atentados”. 

En una búsqueda en el ciberespacio se encuentra el acervo disperso y elocuente de María Félix, sus frases para cada tema. La reciente producción de una serie televisiva sobre la vida de “La Doña” es también la oportunidad para revisitar su filmografía y, por supuesto, su impronta en la cultura de México.

Porque María cita a García Lorca, critica a Diego Rivera y a Dalí, habla fuerte de Picasso, extiende sus brazos amistosos para Novo, Huerta, Villaurrutia, Leduc, José Alvarado, “los malos son los que me critican, los buenos son mis amigos”, decía.  

Compartió con mujeres fuertes y empoderadas un siglo de machos. Camina junto a Frida Kahlo, Leonora Carrington, Pita Amor, Nahui Ollin, Nellie Campobello, Elena Garro, Dolores del Río y muchas más, que se “salieron del molde” para reafirmar su voz y expresión. 

“Mi madre, cuando se fue, me escribió, me dejó una notita que decía: María de los Ángeles, no estés triste, yo siempre estaré contigo en la pieza de al lado”.

“Dice Octavio Paz que nací dos veces, una cuando me engendraron y la otra cuando yo me inventé. Yo me fui haciendo en la vida dura, la vida del espectáculo es muy dura, es muy difícil, yo la he llevado con bastante aplomo, no tengo ningún remordimiento porque la he pasado muy bien”.   

William Blake escribió: “Si una estrella dudara, de inmediato dejaría de brillar”. María Félix nunca dudó, vivió de cara a su tiempo y habitará siempre en “la pieza de al lado”.

Jaime Vázquez, promotor cultural por más de 40 años. Estudió Filosofía en la UNAM. Fue docente en el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ha publicado cuento, crónica, reportaje, entrevista y crítica. Colaborador del sitio digital: zonaoctaviopaz

@vazquezgjaime