TRASPATIO | Las historias son alas que nos ayudan a remontar el vuelo cada día

Una fecha muy especial y esperada para las personas que somos amantes de la LIJ es el Día de la literatura infantil y juvenil, celebrado el pasado sábado 2 de abril

Mara Rahab

Leer es libertad. Leer es respirar.
Leer te permite ver nuestro mundo con ojos diferentes y te invita a habitar mundos que nunca querrás dejar.
Leer permite a tu espíritu soñar.
Dicen que los libros son amigos para toda la vida y estoy de acuerdo.
La plenitud de tu universo solo crece cuando lees.
Las historias son alas que nos ayudan a remontar el vuelo cada día, por lo tanto busca libros que le hablen a tu espíritu, a tu corazón, a tu mente.
Las historias son medicina. Curan. Reconfortan. Inspiran. Enseñan.
Benditos sean los narradores, y los lectores, y los oyentes. Benditos sean los libros. Ellos son la medicina para un mundo mejor, más luminoso.
Muchas, muchas gracias


Richard Van Camp 

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Una fecha muy especial y esperada para las personas que somos amantes de la LIJ es el Día de la literatura infantil y juvenil, celebrado el pasado sábado 2 de abril; este día ha sido promulgado desde 1967 por IBBY (International Board on Books for Young People) con el fin de difundir los libros infantiles, juveniles y la lectura entre los y las lectoras más jóvenes. Esta fecha coincide con el nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, autor de cuentos como: El patito feo, La sirenita y La reina de las nieves, entre otros.

IBBY es una organización civil sin fines de lucro que trabaja a través de diversos programas e iniciativas, promueve la lectura como una herramienta de transformación, esta organización conmemora cada año esta celebración, para ello uno de los países asociados selecciona a un escritor o escritora y un ilustrador o ilustradora del  país encargado para que elaboren un mensaje dirigido a las infancias, así como diseñar el cartel que promueva esta fecha  por el mundo para invitar a esta  celebración a bibliotecas, centros escolares, librerías, etc.

Este año le correspondió a la sección de Canadá, país que invitó al escritor Richard Van Camp (su mensaje es el prefacio de este texto), el cartel fue ilustrado por Julie Flett. En su cartel homenajea el poder de los libros infantiles para expandir nuestros horizontes y encender nuestra imaginación.

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Este año Canadá hizo énfasis en la literatura de los pueblos originarios, Richard Van Camp es un escritor Tlicho, una nación indígena canadiense, perteneciente al grupo lingüístico na-dené, cuyo nombre significaba “gente descendiente del perro”, ya que, según una leyenda suya, eran descendientes de un mítico hombre-perro. A su vez, Julie Flett es una autora e ilustradora Méti, conocida por su trabajo en la literatura infantil centrada en la vida y las culturas de los canadienses indígenas. Los métis son un grupo étnico independiente, una comunidad de ascendencia mestiza descendidos de uniones de mujeres de las primeras naciones amerindias canadienses.

¡Qué importante es festejar con alegría los libros! Así recordar la necesidad de poner siempre a la mano libros, para lectores rodeados de libertad y respeto a sus lecturas, interpretaciones y gustos.

El contacto con libros se puede presentar desde antes de nacer o desde la cuna, cuando se coloca en las manos del niño su primer libro o cuando escucha las rimas y nanas que por generaciones hemos cantado.

La lectura es un maravilloso proceso interactivo en el que se establece una importante relación entre el texto y el lector que contribuye al desarrollo de las áreas cognitivas del cerebro, el desarrollo emocional y personal.

Comparto una pequeña lista de libros para las y los más peques:

  1. Me gustan los libros, Anthony Browne. Ed. FCE

A Willy, el simpático chimpancé creado por el autor, le gustan los libros de cuentos, de rimas, de dinosaurios, de números, de piratas, de iluminar… Sí, a Willy realmente le gustan los libros.

  • No solo un libro, Jeanne Willis ilustrado por Tony Ross. Ed. Océano Travesía

Esta lectura te da muchas razones para querer, todavía más, a los libros.
Un libro nunca es tan sólo un libro. Los libros son algo más que tinta sobre papel: pueden hacerte reír, pero también llorar… y, a veces, te ayudan también a conciliar el sueño.

  • ¡Es un libro!, Lane Smith. Ed. Oceáno Travesía

El pequeño asno, acostumbrado a la tecnología, no conoce lo que su amigo El mono tiene entre sus manos: "¿Envía mensajes? ¿Sirve como blog? ¿Tiene Wi-Fi? ¿Tweetea?"... "¡No! ¡Es un libro!" Una idea sencilla y contundente que responde a todos aquellos que han profetizado el fin de los libros impresos.

  • Los niños que amaban los libros, Peter Carnavas. Fineo

Angus y Lucy amaban los libros. Tienen cientos de libros. Un día, sus padres se los llevaron todos y Angus y Lucy descubrieron que los necesitaban más de lo que creían. Esta es una cálida y conmovedora celebración de los libros que nos enseñan cómo la lectura une a la familia.

  • A luna le encanta la biblioteca, Joseph Coelho, ilustrado por Fiona Lumbers. Ed. Oceáno Travesía

A Luna le encanta visitar la biblioteca. Ahí aprende sobre insectos, dinosaurios, magia y lee sobre el Rey Trol y la Sirena Reina. Pero, más que por los mundos que descubre, a Luna le gusta ir a ese lugar, porque ahí se reúne con su papá. Estas páginas acompañan a Luna en un día agridulce, donde la melancolía de la separación de sus padres se mezcla con los momentos alegres de lectura.

  • El increíble niño comelibros, Oliver Jeffers. Ed. FCE

Esta es la historia de Enrique, un niño al que le encantan los libros, pero no como a cualquier niño pueden gustarle. Un día, mientras tenía en una mano una paleta y en la otra un libro, Enrique, distraídamente, probó el libro. Notó que le gustaba, y aunque tenía sus dudas decidió comerse primero una palabra, luego una oración y, después, una página, luego de un par de días se había comido un libro entero. Inexplicablemente el conocimiento que contenían los libros llegaba al cerebro de Enrique, y pensó que con esto en poco tiempo podría ser la persona más lista del mundo, pero de pronto todo empezó a complicarse.

  • La niña hecha de libros, Oliver Jeffers. Ed.  FCE

Una pequeña camina a través de las palabras que forman las historias de los clásicos infantiles para acompañar a un niño, adentrarlo en los bosques de la imaginación y provocar el placer por los libros.

  • ¿Cómo se lee un libro?, Daniel Fehr ilustrado por Maurizio Quarello. Ed. Océano Travesía

En este libro delirante, habitado por algunos famosos personajes de historias clásicas, el formato físico es uno de los protagonistas: deberás darle la vuelta, agitarlo, girarlo para el otro lado y mil cosas más para volver a acomodar todas las cosas que se movieron al abrirlo. Al final ¡sabrás cómo leer un libro! Y no sólo eso: también te habrás hecho amigo de los personajes que puedes seguir visitando en sus propias historias.

  • El libro inquieto, Los Krikelkrakrakels, Ed. Océano Travesía

En este libro podrás convertir a una rana en un príncipe, ayudar a un paracaidista a aterrizar y conseguir que avance la barca de la osa Paula entre el oleaje.

  1. Un libro, Hervé Tullet, Ed. Océano Travesía

Un libro es mucho más que eso. No es únicamente para leerse y hojearse, ¡es para divertirse! Los niños –y hasta los adultos, ¿por qué no? – deberán seguir las instrucciones que vienen en cada página para ver lo que pasa.

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