Turismo cultural: Donde se cruzan los caminos entre el turismo y el patrimonio cultural

El turismo es una de las actividades más importantes para la economía del país, pero a veces el turismo masivo modifica los escenarios naturales y las dinámicas socioculturales de los pobladores del lugar, por lo que hay que buscar que la industria no caiga en la divulgación banal de la cultura.

Ana Luisa Sánchez / La Voz de Michoacán

El turismo y la cultura siempre han estado relacionados. Actualmente, la actividad turística como fenómeno socioeconómico, va creciendo constantemente y a su vez se ha ido diversificando la oferta turística, demandando mayor especialización por parte de la industria del turismo.

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El patrimonio cultural material e inmaterial es de suma importancia para la actividad turística del país; no es por nada que, México sea uno de los países con mayor número de sitios culturales, destacando por su riqueza cultural .Por otro lado, alguna de las controversias que están en debate entre profesionales de esta industria, es el turismo masivo que modifica los escenarios naturales y las dinámicas socioculturales de quiénes reciben al turista. Bajo está óptica, se busca propiciar el análisis, la reflexión y el debate en torno a estos dos caminos que se cruzan: el turismo y el patrimonio cultural.

Pandemia y la parálisis del turismo

En la actualidad, el turismo constituye una de las actividades económicas más importantes del mundo, esto se pudo observar al inicio de la pandemia. Según datos de la CEPAL, en 2019 México recibió ingresos del turismo internacional en un estimado de $24,6 mil millones de dólares, lo que representa el 2.0% de PIB.   Mientras que, a nivel mundial, el 2020 registró una caída del 74%, según datos de la OMT (Organización Mundial de Turismo), el peor año en la historia del turismo.

Con la llegada del Covid-19 se interrumpió por completo la actividad turística. Las restricciones de movilidad internacional, el cierre de fronteras, los vuelos cancelados, los hoteles cerrados, la incertidumbre, la reticencia de viajar y el factor de miedo por la percepción de riesgo de los turistas, así como la caída en la actividad económica mundial afectó enormemente a la industria de turismo. Ahora, vivimos un escenario de recuperación de la industria, con la reapertura de las fronteras y con restricciones sanitarias, así también el esquema de vacunación avanzado, lo que impulsa la recuperación del turismo.

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Aportaciones del turismo

En México el turismo es una prioridad dentro de las políticas públicas del estado, por la derrama económica tangible. Por lo cual, los gobiernos apuestan por una sofisticación del turismo, como una actividad que absorbe el capital cultural/simbólico y lo remasteriza en un producto/servicio, volviéndolo una experiencia de carácter atractivo para el turista.

Foto: Cristina Campos.

Controversias

Cómo mencioné al inicio, el turismo y la cultura están estrechamente vinculados, de modo que a veces el uso que se le da al patrimonio cultural dentro de las dinámicas turísticas suele ser negativo, digámoslo así, una relación tóxica. ¿Cuáles son los efectos que se producen en el medio ambiente y en el patrimonio cultural? Irónicamente, uno de ellos es caer en la fetichización y folclorismo del patrimonio. Como lo menciona el sociólogo Anthony Giddens “la tradición que se vacía de contenido y se comercializa, se convierte en folclorismo…el folclorismo es tradición presentada como espectáculo”. La línea entre estas dos es muy tenue, por lo que se cae en la divulgación banal de la cultura.

Sin duda, el medio ambiente también se ve modificado por un turismo masivo; los lagos, los bosques, los ríos, las cascadas, la flora y fauna no son ajenos a los cambios por el turismo.

Ante este escenario, se busca un turismo responsable y sustentable que procure un equilibrio entre el desarrollo social y turístico, además de la conservación del patrimonio cultural y natural. Por ello, se tendrían que establecer políticas claras y adecuadas que aseguren una buena gestión durable del patrimonio.

Además, de reeducar al visitante, turista o viajero a ser más consciente al respetar el entorno natural, las expresiones culturales y a los portadores de éstas. Otro de los agentes turísticos que debe reeducarse son los prestadores de servicios turísticos (agencia de viajes, guías, etc.) en la manera de cómo comunican y promueven el patrimonio cultural, ellos se vuelven los embajadores del país o ciudad receptora. Ana Luisa Sánchez Hernández, nacida en Morelia pero con ascendencia de Cherán; es Antropóloga social con especialidad en peritaje antropológico y gestión cultural