La Voz en Cannes | Crisis de risas, vómito y sátira sobre los influencers: “Triangle of Sadness”, un rotundo éxito

Dividida en tres capítulos, esta película nos plantea nuestros comportamientos, nuestra moral, valores y hasta la decencia.

Viridiana Ferreyra Alcaraz / Corresponsal La Voz de Michoacán

Cannes, Francia. Colocándose como una de las películas favoritas y aplaudidas, se presentó con un rotundo éxito “Triangle of Sadness” de Ruben Östlund, película que compite por la Palma de Oro en la 75 edición del Festival de Cannes.

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Esta película nos plantea nuestros comportamientos, nuestra moral, valores y hasta la decencia. La historia parte después de la Fashion Week, con Carl y Yaya, una pareja de modelos e influencers, que son invitados a un yate para un crucero de lujo y donde se expone la vida elitista.

Pero todo cambia tras la famosa cena de gala, donde una serie de acontecimientos toman un giro inesperado y el equilibrio de poder se invierte cuando se levanta una tormenta que pone en peligro la comodidad de los pasajeros, haciéndolos buscar sobrevivir a cualquier costo.

La película, dividida en tres capítulos, es una comedia dramática de dos horas y media que mantiene entretenido al espectador. Apreciamos periodos de reflexión del comportamiento social que actualmente adoptamos para ser aceptados, hasta momentos de sátira y crítica de las jerarquías y el juego de éstas cuando cambian.

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Los personajes principales van abriendo su campo con los secundarios y el realizador nos deja explorar los miedos, prejuicios y juegos de poder de cada uno. Incluso fuera de los diálogos son perceptibles los roles de racismo por el color de piel e incluso de origen en el ambiente laboral, donde los blancos ocupan cargos de poder elevados y las personas de piel oscura según su intensidad van bajando en la pirámide de jerarquía y oportunidades laborales.

Si usted es una de esas personas que no soportan ver a otra persona sacar sus desechos viscerales o fecales, ésta no es una película que yo le recomendaría ver, ya que incluye una serie de sucesos así por un lapso de 15 minutos aproximadamente, y aunque la actuación es tan perfecta que hasta uno deja de lado esos desechos, durante la función que presencié algunos espectadores de la sala tuvieron que salir un momento o cubrirse la boca con un gesto intentando calmar las náuseas.

A pesar de toda la sordidez, la película logra sacudir los sentidos a tal grado que los asistentes terminaron aplaudiendo con júbilo el trabajo de Rubén Östlund.

Hasta el momento, “Triangle of Sadness “ se ha convertido en la película que ha recibido el apoyo más estruendoso de la 75 edición del Festival de Cannes, por encima de Top Gun: Maverick de Tom Cruise, quien estuvo el miércoles pasado.