Con emotivo homenaje, presentan en Morelia libro con las memorias de Pedro Carlos Mandujano

El coordinador estatal de Protección Civil falleció hace un año, pero antes de partir dejó escritas sus memorias en el libro “La vida de un soñador”

Foto, Víctor Ramírez.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El cambio de paradigma en la prevención del riesgo civil en el estado de Michoacán es la principal herencia de don Pedro Carlos Mandujano Vázquez. Durante sus años entregados como funcionario y especialista en protección civil, se marcó un antes y un después en la política de prevención de desastres.

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A un año de su fallecimiento, familia, amigos, colaboradores, alumnos y clase política en general recordaron al michoacano que por más de 50 años sirvió al mismo estado que lo vio nacer.

Este martes fue presentado el libro que escribió meses antes de partir, titulado “La vida de un soñador”, en el que Mandujano Vázquez narra su trayectoria, sus experiencias y, sobre todo, una parte importante la historia de Michoacán. El texto fue recogido y publicado por sus hijos, quienes descubrieron en sus páginas una historia de superación.

La trayectoria y acciones como coordinador Estatal de Protección Civil en los momentos más difíciles de la historia reciente fueron recordados por quienes le rodearon y le asesoraron en la toma de decisiones.

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En un auditorio lleno de amigos, familiares y sobre todo sollozos y ojos lacrimosos por la emotividad del evento, la doctora Patricia Alarcón Chaires recordó que las decisiones de Mandujano permitieron salvar cientos de miles de vidas.

Desde los desastres de Aguililla, Angangueo, Uruapan y otros más, la "rebeldía" de Mandujano y su consigna de proteger a los michoacanos, permitieron tomar decisiones difíciles en momentos de desastres naturales.

En sus años de servicio, Mandujano Vázquez aprendió de los desastres naturales más grandes de la historia de Michoacán y de México y se transformó en todo un especialista sobre el tema.

"La gestión de riesgo siempre fue observada por don Carlos con una gran sensibilidad, seguramente por su cercanía con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Las horas que sacrificó a su familia dejaron huella, les dejó una herencia en la gestión de riesgo en beneficio de Michoacán y de México. Misión cumplida de un ser quien buscó ser útil en todo momento. La mejor manera de honrar su memoria será continuar con su trabajo", narró la especialista en gestión de riesgos.

En voz de Alarcón Chaires, la mejor forma de honrar la memoria y el legado de don Carlos es continuar con los trabajos de investigación y prevención de los desastres naturales.

El evento contó con la presencia de instituciones vivientes de la izquierda michoacana, quienes recordaron la influencia del cardenismo en la formación de Mandujano Vázquez desde su juventud.

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Cuauhtémoc Cárdenas Batel y otros personajes asistieron al acto solemne celebrado en el oriente de la capital michoacana.

La idea de escribir un libro con sus memorias surgió en plena crisis por la pandemia de COVID-19. El entonces funcionario estatal buscó plasmar su experiencia en un libro que llegara tanto a su familia como a sus amigos, sus conocidos y a los michoacanos en general.

Su hijo Carlos Mandujano, primogénito de la familia Mandujano Fernández, recordó la intención de redactar el libro, que fue presentado y entregado a manera de obsequio a sus seres más queridos.

“Cuando empezó la pandemia, mi papá se tuvo que quedar en casa. Muy pocas veces en la vida se tuvo que quedar en casa y ya se imaginarán. Le propusimos que nos platicara su vida, le costó un poco de trabajo. Se sentó a hacerlo y nos quedó un documento muy interesante, pero lo que vivió desde su infancia nos dejó un relato muy importante. Lo quisimos plasmar y ya lo tenemos listo. Estoy seguro de que lo van a disfrutar tanto como nosotros lo disfrutamos", manifestó.

Por su parte, Araceli Miranda Rodríguez, editora del libro, se pronunció orgullosa de haber podido conocer a detalle la vida del ciudadano que entregó su vida a la función pública.

"Cuando dejas de soñar, dejas de vivir... yo los conocí a través de las experiencias que vivieron con don Carlos. Yo sólo fui el lápiz de un hombre que soñaba con escribir sus experiencias. Cuando leyó el primer borrador tenía un par de lágrimas en los ojos", manifestó.