Hoy se cumplen 101 del nacimiento de Charles Bukowski, el “poeta maldito”, y lo festejamos con sus mejores frases

El escritor nació un día como hoy pero de 1920, a más de un siglo del natalicio de aquel que la pobreza y los excesos lo llevaron a ser el poeta maldito.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Su nombre es Henry Charles Bukowski, fue hijo de un oficial norteamericano y de una alemana, sus amigos le llamaban Buk o Hank, y nació el 16 de agosto de 1920, su juventud la pasó llena de pobreza en un barrio hostil y violento, le tocó vivir la gran depresión económica y soporto los castigos y el maltrato de su padre. Hoy se cumplen 101 años de su natalicio.

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Bukowski estudió periodismo pero nunca logró titilarse, pues su vida se la entrego el alcohol, a las mujeres y a la perdición. En esos momentos inició a escribir sus cuentos, novelas y poemas, su primer libro fue “El cartero”, publicado en 1971, aspirado en su empleo de cartero, y protagonizado por el conocido alter ego del escritor, Henry Chinasky.

Su estilo era claramente del realismo sucio, relatos cortos y solo con lo esencial, los temas de este escritor figuraban entre el inconformismo, el suicidio y la gran depresión, que eran representados siempre por personajes como prostitutas, alcohólicos, vagos, buscavidas, jugadores arruinados y bravucones o pícaros que vagan en una ciudad que los rechazaba.

Los títulos de sus libros hablan por ellos mismos, pues básicamente por el titulo se podía imaginar de que iba el libro. Su lenguaje bastante ágil y demasiado coloquial, con lo cual contaba la historia, generalmente subida de tono que finalizaba en lo sórdido y a veces en lo cómico.

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El poeta maldito tuvo tanto bunas críticas, como malas. Muchas de ellas lo acusaban de usar característico estilo como exhibicionismo literario y de reiterar sus obsesiones, otros en cambio aplaudían su autenticidad.

Básicamente su vida la paso siendo ignorado por los críticos y lectores de su país, mientras tanto en Europa se dio el fenómeno Bukowski, dándole grandes triunfos editoriales. Así pasó la vida, tachado de  mujeriego y alcohólico, convirtiéndose en el último poeta maldito de la literatura norteamericana.

Algunos de sus libros más famosos son: Mujeres (1979), la colección de cuentos La máquina de follar (1972), su primer libro, una autobiografía que titulo como Cartero (1971), La senda del perdedor (1982) y una colección de vivencias que plasmo en Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones (1972)

En el 101 aniversario del escritor te presentamos diez de sus mejores frases:

Cuando ocurre algo malo, bebes para olvidarlo; si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo; y si no pasa nada, también bebes para que pase algo.

Se requiere de mucha desesperación, insatisfacción y desilusión para escribir unos pocos buenos poemas.

– Algunos pierden la mente y se vuelven alma, locos. Algunos pierden el alma y se convierten en mente, intelectuales. Algunos pierden ambos y son aceptados.

– Los mayores inventos del hombre son la cama y la bomba atómica: el primero te aísla y el segundo te ayuda a escapar.

– La relación sexual es darle patadas en el culo a la muerte mientras cantas.

– Me alegraba de no estar enamorado, de no ser feliz con el mundo. Me gustaba estar en desacuerdo con todo. La gente enamorada a menudo se ponía cortante. Perdían su sentido de la perspectiva. Perdían su sentido del humor.

“Ninguno de nosotros sabe bien cómo usar del sexo, qué hacer con él”, dije yo. Para la mayoría de la gente el sexo es sólo un juguete, para echarlo a correr. “¿Qué hay del amor?”, preguntó Valerie. “El amor está bien para aquellos que pueden soportar una sobrecarga psíquica.

Mientras los hombres veían el futbol o bebían cerveza o jugaban a los bolos, ellas, las mujeres, pensaban en nosotros, concentrándose, estudiando, decidiendo si aceptarnos, descartarnos, cambiarnos, matarnos o simplemente abandonarnos. Al final no importaba, hicieran lo que hicieran, acabábamos locos y solos.

– Hay en mí algo descontrolado, pienso demasiado en el sexo. Cuando veo una mujer me la imagino siempre en la cama conmigo. Es una manera interesante de matar el tiempo en los aeropuertos. Parece una historia sobre sexo y borracheras, cuando en realidad es un poema sobre el amor y el dolor.

– Cuando amor es una orden, odio se puede convertir en un placer.