Muere de un infarto el escritor español Fernando Sánchez Dragó a los 86 años

Nacido el 2 de octubre de 1936 en Madrid, se mostraba orgulloso de estar en desacuerdo con casi todo el mundo y aseguraba que todo lo que hizo en la vida fue para escribir

Foto: EFE

EFE / La Voz de Michoacán

Madrid. El escritor español Fernando Sánchez Dragó murió este lunes de un infarto a los 86 años, informaron a EFE fuentes familiares.

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El fallecimiento ocurrió en su casa de la localidad de Castilfrío de la Sierra, provincia de Soria (centro), confirmó a EFE el alcalde, Joaquín Cobo.

Los primeros en asistir a Sánchez Dragó fueron sus propios vecinos, entre ellos una enfermera, que intentaron reanimarlo hasta que llegaron los servicios de emergencias, formados por una ambulancia y un helicóptero.

Sánchez Dragó, que vivía con su compañera, era filólogo de formación, además de escritor, periodista, ensayista, crítico literario y presentador de televisión. Premio Nacional de Ensayo (1979) y Premio Planeta (1992), practicó todos los géneros literarios.

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Momentos antes de sufrir el infarto, había colgado un mensaje en Twitter donde se le veía con su gato en la cabeza y aseguraba: "El gato Nano me da los buenos días. Él sabe que en la cabeza está el secreto de casi todo".

Muchas veces controvertido, el autor deja más de 40 libros publicados, un centenar de países visitados, polémicas sexuales, filosofías orientales y una búsqueda de la eterna juventud.

Nacido el 2 de octubre de 1936 en Madrid, se mostraba orgulloso de estar en desacuerdo con casi todo el mundo y aseguraba que todo lo que hizo en la vida fue para escribir, pues sólo la vocación literaria era para él lo categórico. Lo demás, decía, eran anécdotas.

En la obra "Y si habla mal de España… es español" (2008) reconocía que repartía "leña a diestro y siniestro" porque sólo hay dos cosas que le gustaban de España, "la lengua y los toros".

Escribir 365 días al año, como aseguraba, le dejó tiempo, no obstante, para crear su 'elixir de la juventud': Con 80 años decía tomar una media de 70 pastillas al día, eso sí, de productos naturistas para luchar contra los estragos del tiempo.

Licenciado en Filología Románica y Lenguas Modernas (italiano), en 1967 se trasladó a Japón para impartir clases en la Universidad de Lenguas Extranjeras Gaigo Daigaku y de Historia del Pensamiento Español en la Imperial de Tokio, así como en la Escuela diplomática nipona.