Reabrirán en el Viejo San Juan, segundo templo católico más antiguo de América

La Iglesia San José, que terminó de edificarse en 1532, es considerada una de las estructuras más antiguas construidas bajo la arquitectura gótica española del siglo XVI en América

Foto: EFE.

EFE / La Voz de Michoacán

Puerto Rico. Tras dos décadas de restauración, la Iglesia de San José en el casco histórico en Viejo San Juan, el templo católico más antiguo de Puerto Rico y el segundo más añejo de América, reabrirá el próximo 19 de marzo.
El anuncio fue hecho este viernes conjuntamente en un comunicado por Ricardo González Lucia, presidente del Patronato de Monumentos de San Juan -a cargo de la restauración del templo-, y el arzobispo de San Juan, monseñor Roberto González Nieves.

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Según detalló González Lucia, los estudios diagnósticos y la monumental restauración y conservación de la Iglesia de San José tuvieron una inversión de 11 millones de dólares.

Este monto fue recaudado con la unión de voluntades y el apoyo de empresas del sector privado, así como donantes individuales, que unieron esfuerzos con la Arquidiócesis, dijo.

Fue una iniciativa sin precedentes porque la Iglesia de San José es un monumento de clase mundial, legado patrimonial de todos los puertorriqueños", afirmó.

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La Iglesia San José, que terminó de edificarse en 1532, es considerada una de las estructuras más antiguas construidas bajo la arquitectura gótica española del siglo XVI en América y una de las primeras obras arquitectónicas de relevancia en la isla.

Allí descansaron durante varios siglos los restos del primer gobernador de Puerto Rico durante la colonia española, Juan Ponce de León, aunque luego fueron trasladados a la Catedral de San Juan.

A través de los siglos fue restaurada en múltiples ocasiones. Para el año 2000 la estabilidad de la bóveda principal causaba preocupación de que colapsara y se estimó apropiado cerrar sus puertas.

Ese mismo año, por delegación del arzobispo González Nieves, comemzó un extenso proceso de restauración para conservar la estructura.

En aquel momento no podía imaginarme cómo iba a quedar la iglesia, pero cuando entro, recorro el espacio y contemplo, me doy cuenta de que la restauración es solemne y a la vez preciosa; conduce hacia lo trascendente, eleva el corazón y el alma a Dios", resaltó González Nieves.