Una presentación muy chic: Didí Gutiérrez trae a Morelia “Las Elegantes”

Demostraron que las elegantes están más vivas que nunca, a pesar de ser un movimiento que surgió en los 80 por el gusto de comer, escribir y vestirse bien

Yazmin Espinoza / La Voz de Michoacán

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Morelia se puso muy chic para recibir a Didí Gutiérrez, escritora mexicana que presentó en Traspatio Librería “Las Elegantes”, antología que reúne los cuentos de un grupo de diez mujeres que, decididas a dejar una huella, se propusieron crear un universo propio a través de palabras.

Por medio de la fragmentación habitual de una antología, Didí Gutiérrez nos presenta a estas nuevas voces femeninas que, con sutileza narrativa, hablan sobre lo cotidiano, el dolor, la nostalgia y la perdida. Las Elegantes no tiene más pretensiones que acercar al lector a lo real e imaginario que puede esconder cada una de las escritoras.

El evento, lleno de risas, maquillaje y mezcal, contó con la participación de la diseñadora michoacana Áurea Bucio, quien fue bautizada por Didí como una elegante más al llegar a la presentación ataviada con un diseño propio en el que transformó un pantalón de mezclilla en un vestido lleno de originalidad.

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La diseñadora moreliana explicó que convirtió el elemento tridimensional de las piernas del pantalón en algo bidimensional porque "uno tiene la cintura donde quiere", además de que la moda, como la literatura, "está aquí para romper patrones, y replantearnoslo todo". 

Con este arranque, presentadora y antologadora demostraron que las elegantes están más vivas que nunca, a pesar de ser un movimiento que surgió en los 80 por el gusto de comer, escribir y vestirse bien.

Eran un grupo de peso, de manera literal, porque muchas incluso subieron mucho para ser parte de Las bonitas, pero también lo digo como presencia. Comer para regurgitar historias, pensamientos”, señaló Didí.

Durante la presentación explicó que estas mujeres respondían a su deseo de expresarse a través de escribir y se unieron ante el llamado de Leonor, una poeta uruguaya que llegó a México exiliada y empezó a pegar carteles en los que solicitaba escritoras para participar en la creación de una novela conjunta.

"Tenían una onda más de banda de rock que de escritoras. Ellas querían 'romperla'. Les agarré mucho cariño a todas".

La escritora detalla que, previo a la presentación de cada cuento en el libro, el lector podrá encontrar una pequeña biografía de cada una de las elegantes, además de un texto sobre cómo llegó a ese cuento.

Cada una tuvo su personalidad. Fue un movimiento que duró poco, tres años, del 82 al 85, pero todo ese tiempo tuvieron una fuerte presencia. Hacían performances en donde se ponían a comer cantidades enormes de comida en público y la gente se quedaba super sorprendida”.

Así, el grupo de Las bonitas o Las elegantes, en todos los sentidos buscaba romper las reglas, no solo en la escritura y las movía una enorme libertad y ganas de ser como quisieran ser.

Creo que eso es lo que me ha quedado de ellas a lo largo de todo este tiempo (…) esta situación de ponerme un abrigo aunque haga calor, solo porque quiero”.  

Y es que, según Didí, la moda tiene su parte superficial, pero también una hermosa parte creativa y transformadora. Asimismo, destacó que aunque siempre se ha creado un prejuicio alrededor de los temas de estilo, la moda puede ser un espacio de imaginación y auto expresión, tal y como lo hacían Las elegantes.

"La moda puede ser un espacio de imaginación y auto expresión, tal y como lo hacían Las elegantes".

“En Las elegantes van a encontrar un grupo de amigas que yo hubiera querido tener. Hace 10 años cuando lo escribí yo estaba aprendiendo. Me gustaba mucho leer, no estaba segura de que supiera escribir, pero quería aprender. Fue una época en donde quería aprender, probar todos los estilos y géneros para saber cuál le gustaba. Un poco como ellas si lo vemos así”.

Didí Gutiérrez asegura que cada libro que se escribe es un enorme aprendizaje y hace 10 años que comenzó a investigar sobre Las elegantes, ella era una persona totalmente diferente.

“Para armar este libro recibí una beca del Fonca y dije ya, me salgo de trabajar y me pongo a estudiar por mi cuenta para ver qué es lo que me gusta. Y realmente creo que eso es lo que hay que hacer, empezar, aunque no sepas bien qué o por dónde. Porque nunca vas a llegar a dominar el oficio. En cada libro que escribo vuelvo a aprender a escribir. Inicio siempre sin saber nada”.  

La autora señaló que los 10 cuentos que dan vida a Las Elegantes no siguen tampoco un género en específico, sino que muestran la gran diversidad de plumas que había en el grupo, por lo que el lector podrá encontrar historias realistas, de ficción, de detectives e, incluso, una dedicada al público infantil.

“Incluso creo que, de manera general, hay humor porque hay muchas mofas en el libro acerca de esa búsqueda de ser un escritor consagrado, porque lo que ellas buscaban era experimentar, y escribir, mucho”.

Preguntemos a Didí Gutiérrez

Durante su visita a la capita michoacana, Didí Gutiérrez compartió con La Voz de Michoacán un poco sobre el proceso creativo detrás de “Las Elegantes”, además de su amor por el fanzine.

¿Por qué firmar como antologadora y no editora de “Las Elegantes”?

La verdad es que me servía ser antologadora porque las historias que están contenidas en el se me aparecieron de maneras muy misteriosas hace 10 años, el primero que se me aparece es el cuento con el que arranca el libro. Me aparece en un fanzine panameño y me causó mucha sorpresa saber que una autora como Wendy hubiera pertenecido a una célula como “Las Elegantes”, que aún no sabía quiénes eran, pero ella misma me estaba mostrando el camino porque lo mencionó en una publicación que iba a llegar muy pocas personas y sentí que había encontrado una aguja en un pajar. A partir de ahí me puse a investigar y con su ayuda comencé a dar con todos los demás textos de las elegantes. Para mí la escritura siempre ha sido a través del cual soy un medio, no soy ni autora porque creo que la literatura viene de cuerpos insospechados. Decir que viene de mí me parece restarle valor a una creación artística, y no solo yo, creo que en general somos cuerpos que filtran información y sensibilidad que proviene de otros lados. Siempre he respondido ante ese papel como escritora, como un medio a través del cual fluyen estas historias, cuentos y mundos. Porque parece que yo lo hubiera investigado como tal, pero la verdad es que se me fue revelando.

¿Cómo fue el proceso para decidir el orden en que serían presentados los cuentos?

El sueño que tenían ellas era juntarse como un grupo de mujeres organizadas haciendo lo que más les gustaba que era comer rico, escribir y vestirse increíble, decían ellas que, con ropa de diseñador, pero no creo que les fuera accesible, pero si les gustaba verse bien. Al determinar este tipo de cosas cada una escribió textos que tenían ya una serie de estructura hasta novelístico, como una novela a varias manos que era también un poco de ese sueño. Los cuentos de alguna manera fueron como susurrando su ubicación, el primero es justamente un arranque con un taller de escritura en el que hay hombres también y dicen que uno de ellos era posiblemente el único elegante. Y el último texto es el que destruye todo, destruye a las bonitas y solo deja una estela de aroma. Entonces los textos si me fueron dando sus tiempos, en medio van apareciendo personajes y tiempos interconectados. Creo que el libro ya estaba hecho, solo era cuestión de reunir tras ese hecho fortuito, desastre natural que fue el sismo del 85 que terminó su proyecto. Entonces mi labor fue esa de reunir y un poco el trabajo sobre sus biografías que eso si no estaba contemplado en la versión original, y en la forma en la que me hice de los textos.

¿Cuál consideras que es el elemento que hace que textos como este, que se escribieron hace tantos años, tengan vigencia actualmente y reciban esta respuesta?

Creo que el buen arte siempre tiene esa cualidad y fue lo que ellas hicieron, son piezas interesantes. Porque pensar en un grupo de mujeres escribiendo en esa época, en los 80 es raro, sobre todo en la tradición de los grupos literarios en México que usualmente estaban comandados por varones, así que pensar en un proyecto de esta naturaleza, de por si es llamativo. Hoy en día sobre todo que ha habido una reivindicación de obra escrita por mujeres, entonces claro que se inserta en un contexto muy específico que a lo mejor 10 años atrás cuando comenzó la investigación, no habría tenido la misma respuesta, creo que habría tenido otro impacto. Porque actualmente hay ya una serie de colecciones sobre mujeres que estuvieron escribiendo, ya que no es que no existieran, solo que no eran visibles. Creo que ha llamado la intención en ese sentido. Y los temas creo que la literatura siempre está apelando a lo humano, lo que nos atañe a todos independientemente de nuestras cuestiones económicas, sociales y demás, y son eso, el miedo, el dolor, la felicidad, emociones básicas al final, y si una obra los contiene puede convertirse en un clásico, porque nos están hablando de algo que nos palpita hoy.

Además de escritora actualmente tienes un fanzine, cuéntame sobre tu amor por este formato.

Yo creo que el fanzine me ha dado muchas sorpresas, tengo uno propio y creo que es un gran medio de difusión. Fue en un fanzine que encontré el primer texto de Las elegantes, algo que no iba a poder encontrar en un libro o canales más oficiales. Si creo que el fanzine tiene valor en ese sentido, muy contestatario y muy marginal, valioso porque hay cosas que no se dicen en otros lados, pero ahí sí. Es un medio que muestra lo que se nos ha negado, me parece muy interesante y generoso porque necesitas solo papel, pluma y grapas para hacerlo. Este medio se populariza en los 70 en Londres, pero ha tomado mucha fuerza desde entonces. Es accesible para todo el mundo y pertenece a ti mismo como autor o autora, no responde a algo comercial como las revistas y a veces también los propios libros, por lo que es más libre y puedes expresar lo que se te dé la gana.

¿Quién es Didí Gutiérrez?
Didí Gutiérrez es escritora, periodista y fanzinera. Estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la UNAM y el diplomado en Creación Literaria en la Escuela de Escritores de la SOGEM. Obtuvo la beca Jóvenes Creadores Fonca en cuento y novela. En 2017 fue finalista del Premio Internacional Aura Estrada. Sus cuentos y artículos se han publicado en las revistas como La Peste, Punto de Partida, Letras Libres, Revista de la Universidad y en las antologías Cromofilia (Ediciones Eon, 2010) y No te dejaremos ir (Producciones El Salario del Miedo/UANL, 2020). Ganó el I Premio de Crónica Breve Carlos Monsiváis “Prosas de la Ciudad” 2019, por la crónica El Blacamancito de la Portales. Trabajó como editora y reportera en el periódico Reforma, la revista Picnic y la editorial Sexto Piso. Actualmente es directora editorial del fanzine sobre moda y humor Pinche Chica Chic y editora independiente. Su primer libro de cuentos, Las Elegantes, se publicó en 2021, en la editorial Paraíso Perdido.