Yurecuarénse con profunda conciencia histórica

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

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yurecuaro

Eduardo Ruiz / La Voz de Michoacán.
“Ojalá que los del INAH no tarden mucho en regresar”, dice Adolfo Cervantes Ortiz, quien tiene más de siete años sacando huesos de mamut y otros animales prehistóricos de una tinaja cercana al río Lerma.

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Hace dos años –explica- vinieron los investigadores y se llevaron algunos huesos para estudiarlos en la Universidad de Liverpool en el Reino Unido, pero dijeron que regresarían después para realizar más investigaciones y construir un museo de historia natural.

El hombre, tiene el patio de su casa, dentro de recipientes de plástico, restos óseos de animales que habitaron esta región hace miles de años y asegura que sigue encontrando más de estas piezas, conservándolas para algún día poder exhibirlas en un sitio donde todo el público pueda apreciarlas.

A través de sus propios recursos ha conseguido algunos textos que le permiten conocer sobre estos seres que habitaron el planeta hace miles de años. Ha buscado el apoyo de instituciones oficiales para conservar los restos de manera adecuada, pero nadie le hace caso.

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El Señor Adolfo dijo que él encontró las piezas en un ojo de agua, en un nacimiento a la orilla del río Lerma. Se encontraba limpiándolo para de ahí tomar agua y regar algo de cosecha que tenia por ahí, conforme iba sacando la arena empezó a sacar huesos muy extraños que él no reconoció, algunos de ellos de gran tamaño y que pesaban más de 20 kilos.

Uno a uno los  fue guardando, utilizando la lógica sumergió los huesos en contenedores de agua, usando una lógica muy simple: “si en agua los  encontré, en agua deben estar”.

Relata que hace dos años que antropólogos fueron a su hogar para examinar los huesos y mencionaron que después regresarían, que no sería mucho tiempo el que tardarían en llegar,  sin embargo pasó un año y regresaron de nuevo al lugar.

Entre los historiadores se encontraba la Dra. Silvia  Gonzales, quien confirmó que los huesos pertenecían a un mamut, se señaló que algunas de esas piezas presentaban marcas de corte, con lo que puede deducirse que el animal fue cazado y posteriormente despojado de su piel y carne por los antiguos pobladores de esta región.

La doctora Silvia se llevó una costilla del animal a la Universidad de Liverpool en el Reino Unido para realizarle pruebas de carbono 14, las cuales determinaran la cantidad de años que tienen los huesos del animal. Cabe destacar que los restos del mamut no son fósiles (aquellos huesos que ya no existen y solo permanece su forma gracias a la acumulación de piedras alrededor de los restos), sino que son huesos en su estado natural, el estado de estos se debe probablemente por haber permanecido bajo el agua.

Alfonso ha pedido en muchas ocasiones ayuda para conservar dichos restos. “Yo no les pido miles de pesos, yo solo les pido tambos de agua para guardar los huesos, tengo que andar pidiendo prestados botes y tinas para guardarlos, les pedí ayuda a las personas que vinieron y me dijeron que sí, sin embargo es hora de que sigo esperando los tambos y también los sigo esperando a ellos, ya que prometieron volver a desenterrar por completo al animal.

“Yo no sé si los tramites sean muy tardados o simplemente ya se les olvidó que en Yurécuaro existen los restos de un animal de tal magnitud, pero eso no es todo, he encontrado huesos de todos tamaños como si este lugar hubiera sido un cementerio para estos animales”.

En el lugar donde fue encontrado el mamut se localizan cientos de piedras marcadas con unas franjas amarillas y anaranjadas.  Alfonso dice que debajo de esas piedras existen cientos de huesos de animal, él ha sacado esta conclusión, ya que los primeros en ser encontrados fueron localizados debajo o a un lado de esas piedras.

“No sé si las piedras tomen este color debido a algo relacionado con los restos del animal y el paso del tiempo o si simplemente es coincidencia, pero no he visto estas piedras en ninguna otra parte de Yurécuaro”, comentó.

Y aseguró “Yo no gano nada con esto, pero los conservo porque yo se que estos animales son parte de nuestra historia y que si yo no los cuido nadie más lo hará, también cuido el ojo de agua porque existen personas de malas intenciones que quieren escarbar para encontrar los huesos y posteriormente venderlos, solo espero que los del INAH no tarden mucho, para que rescaten y preserven como se debe los restos de este mamut o mamuts”.