Mbappé y Francia imponen su jerarquía de Campeón del Mundo y jugarán la final ante Argentina

Marruecos, que dominó el esférico en la segunda mitad, pero al que le faltó precisión en los últimos metros, se jugará el tercer puesto frente a Croacia el sábado, a la misma hora, en el estadio Internacional Jalifa.

Foto: EFE

EFE / La Voz de Michoacán

Al Khor (Catar).  Francia eliminó a Marruecos en semifinales del Mundial de Qatar 2022, gracias a los goles de Theo Hernández en el minuto 5 y de Randal Kolo Muani en el 79, y jugará la final del domingo (18:00 hora local, -3 GMT) frente a Argentina en el estadio de Lusail.

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Por su parte, Marruecos, que dominó el esférico en la segunda mitad, pero al que le faltó precisión en los últimos metros, se jugará el tercer puesto frente a Croacia el sábado, a la misma hora, en el estadio Internacional Jalifa.

A pesar del dominio de Marruecos, Kolo, que acaba de entrar por los franceses, mandó el balón a las redes tras un intento de pase de Mbappé y marcó el 2-0 a favor de Francia sobre Marruecos.

Durante el primer tiempo, un gol de Theo Hernández, en un remate acrobático tras un rechace de un disparo de Kylian Mbappé, rompió la igualdad a los cinco minutos de partido frente a Marruecos y metió el 1-0.

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Una primera mitad en la que el capitán marroquí, Romain Saïss, solo aguantó 21 minutos sobre el césped al resentirse de sus molestias. En su lugar entró Selim Amallah.

EJEMPLO

"Somos el ejemplo de los países en vías de desarrollo", asegura su seleccionador, Walid Regragui, elevado a la categoría de revolucionario, empeñado en demostrar que las jerarquías ya no sirven. Pero, para ello, repite una y otra vez, no vale con conformarse: "Tenemos que colocar a África en la cima del fútbol". Ninguna revolución triunfa si se queda a medias.

Eso pasa por lograr otra gesta. Otra más de un equipo que desprecia la posesión, se atrinchera en su campo y lanza el contragolpe, que confía en Youssef En-Nesyri, convertido en el máximo goleador marroquí en los Mundiales, punta de lanza de la ofensiva marroquí. Y en Yassin Bono, el símbolo del dique árabe.

Regragui ha conseguido formar una familia, con hombres de dentro pero también con la diáspora, jugadores nacidos, criados y formados en Europa que, a imagen y semejanza de Achraff Hakimi, lo dan todo por un país en el que nunca han vivido pero donde hunden sus raíces.

Todo por una misma causa, la de un país elevado a símbolo de un continente y de una raza, del pueblo árabe que brilla más arriba que nunca en el desierto catarí.

La hazaña está lograda, pero ahora puede multiplicarse. Destronar a la campeona, en su plenitud, sería la cumbre, la gesta más improbable, la más admirada.

Francia no ha dado signos de agotamiento. Didier Deschamps ha sabido dar un brío nuevo a la generación que ganó en 2018 reforzada con aire fresco, una mezcla que funciona.

Francia no entusiasma por su juego pero sí por su eficiencia. Ni es la más sólida, ni la más ofensiva, pero ha conseguido un equilibrio que no tiene grietas. "La fuerza colectiva", lo ha bautizado Deschamps.

Con ese espíritu afrontan la séptima semifinal de su historia, tres perdidas, tres ganadas, las tres últimas, en una suerte de dinámica positiva que le tiene a las puertas de optar a renovar su título y colocarse a la altura de la Italia de los 30, del Brasil de los 60, de las naciones que han entrado en la leyenda.

Ese es el terreno que busca Mbappé, compararse con Pelé, mirar de tu a tu al mito, con menos de 24 años, con todo un mundo por delante para conquistar el Olimpo, pero sin tiempo que perder para ir sentando las bases.

Su talento al servicio del colectivo, su fuerza para conducir a Francia, de nuevo, a lo más alto y dar a su seleccionador su decimocuarta victoria en Mundiales para convertirse en el segundo técnico con más triunfos, igual que el brasileño Luiz Felipe Scolari, solo superado por el alemán Helmut Schon (16).

Francia avanza a pasos firmes. Enfrente, el muro marroquí. La historia está de su lado, pero solo si saben afrontarla por el buen camino. Los "bleus" encaran un desafío. Los "leones" toda la historia. El fútbol lo saborea.