Daniel Berger campeón sorpresa, en la PGA Tour

Durante al menos una semana, se cumplió la misión, de ver jugar a 148 golfistas llegados de todo el mundo y entre los que estuvieron las grandes figuras, como si se tratase de uno de los «mayores», con la excepción del estadounidense Tiger Woods.

Foto: Yahoo

Agencias/La Voz de Michoacán
Houston. El torneo Charles Schwab Challenge 2020 ya forma parte de la historia del PGA Tour al ser el primero que se disputó en Estados Unidos después de tres meses de suspensión de la competición por causa del coronavirus, con Daniel Berger, como campeón sorpresa, y una organización impecable, en cuanto a garantizar la salud de los jugadores.

Durante al menos una semana, se cumplió la misión, de ver jugar a 148 golfistas llegados de todo el mundo y entre los que estuvieron las grandes figuras, como si se tratase de uno de los "mayores", con la excepción del estadounidense Tiger Woods.

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El PGA Tour tuvo siempre muy claro que el torneo no sólo se trataba de volver a la competición sino que era el primer evento deportivo profesional estadounidense al aire libre que se organizó desde que la pandemia puso fin a todos el pasado marzo.

Y, aparte de la falta de 25.000 espectadores por día, el torneo que se disputó en el Colonial Country Club, de Forth Worth (Texas), no podría haber tenido mejores resultados durante toda la semana, en la que también hubo espacio para el homenaje a la memoria de George Floyd, el afroamericano cuya muerte por la acción de la policía de Mineápolis ha desatado una ola de manifestaciones antirracistas en todo el mundo.

Lo sucedido en el torneo ha sido visto como un auténtico "conejillo de indias", todo un ensayo real, no sólo para el deporte del golf, sino para las ligas profesionales estadounidenses que preparan el reinicio de sus respectivas temporadas, y avanzar en busca de la vuelta a la normalidad.

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El éxito del torneo comenzó con los 148 jugadores y sus caddies dando negativo a la COVID-19 y terminó con una ronda final llena de drama, sorpresa, el factor suerte presente y un campeón inesperado, Berger, de 27 años, que logró su tercer título como profesional.

Irónicamente, Berger, quien logró un birdie en el hoyo 18 que le dio un registro de 66 (-4) y el pase al playoff con su compatriota Collin Morikawa, al que superó, también había ganado los dos títulos anteriores en la misma semana de competición, en el St.Jude Classic, que en el calendario normal precede al US Open.

Con un nuevo campeón acababa el torneo que le dio a los jugadores exactamente lo que ansiaban realizar desde hacia tres meses, volver a competir en el campo, y a los aficionados, a través de la televisión, todo lo que deseaban ver y se habían perdido por culpa del coronavirus.

Por eso, el comisionado del PGA Tour, Jay Monahan, era, sin discusión, una de las personas más felices que se encontraban en el Colonial Country Club cuando llegó el momento de la entrega del trofeo a Berger.

"Lo estoy (satisfecho), porque creo que la mayor preocupación, dada la cantidad de tiempo que dedicamos a nuestras pruebas y protocolos de seguridad, fue que a pesar de que nos sentimos realmente bien con el plan que teníamos en marcha, había que esperar a los resultados reales y eso me quitó muchas horas de sueño en las semanas que precedieron al torneo", explicó Monahan.

El máximo responsable del PGA Tour admitió que se habían tenido que enfrentar a "muchos desafíos", pero el mayor había sido el evitar por todos los medios que hubiese algún positivo.

"Se convirtió en la mayor preocupación porque era a lo que nos enfrentábamos, con una lucha sin cuartel, tratando de entender al virus y prepararnos para superarlo".

De ahí, que al final del torneo, con todas las felicitaciones a Berger, el objetivo más importante alcanzado por el deporte del golf durante toda la semana en Texas no fue quién ganó.

El gran triunfador fue el haber conseguido que el torneo llegase a sus conclusión de manera segura y ahora el recorrido puede continuar con mayor confianza de cara a la disputa esta semana del RBC Heritage Championship, en Hilton Head, Carolina del Sur.