Paola, karateca michoacana que no se conforma ni se rinde, y aspira a lo grande

La joven moreliana competirá en el mundial de Rumania y, a pesar no tener apoyo gubernamental, no se cruza de manos y busca recursos propios con el objetivo de trascender.

Foto: Christian Hernández, La Voz de Michoacán.

Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Paola nunca se ha rendido en el combate de la vida para lograr sus metas en lo que le apasiona: el karate.

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Alguna vez, cuando las condiciones económicas familiares no eran favorables, tuvo que trabajar en un reconocido centro recreativo de Morelia para ganarse 90 pesos diarios en jornadas de 8 horas para poder competir.

Con 50 medallas obtenidas a lo largo de sus 13 años en la práctica de esta disciplina, Paola Almonte tendrá su primera experiencia fuera del país, en el mundial de la especialidad que se llevará a cabo en Rumania del 23 al 26 de septiembre de este año, junto con su sensei Hugo Barojas y 8 karatecas michoacanos más.

Sin embargo, para asistir a esta justa deportiva, donde competirá en la categoría de menos de 55 kilos 18 a 20 años, de nuevo ha tenido que buscar recursos por cuenta propia, como organizar la rifa de un iPad, ya que no hay apoyo gubernamental.

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La joven de 20 años relata que se inició en el karate a la edad de 7, primero por iniciativa de su papá, luego le creció el gusto, y sobre todo por su mamá, Betty, que ha sido uno de sus principales baluartes, a quien busca hacer feliz por saber que tiene una hija que destaca.

Cada medalla tiene una historia detrás y cada una significa mucho para la joven deportista. “Para mí todas significan tanto derrotas como triunfos y sacrificios”.

Pero son cuatro las que elige: tres que se ganó en Morelia, de primer lugar, y además porque las obtuvo en dos distintas categorías a la vez, a pesar de que no creía en sí misma.

Como eran varias competencias dije ‘ah, pues lo que gane’, y gané el primer lugar en las tres, y esa vez me sentí muy feliz, porque yo no creía en mí”.

La cuarta presea especial para Paola fue la que ganó en la Ciudad de México hace aproximadamente dos años, cuando estuvo a punto de ir al mundial de Eslovaquia, pero se sintió satisfecha de haber obtenido el segundo lugar nacional, porque sabe del esfuerzo que representa.

A pesar de que no gané y no fui al mundial, es como una motivación para seguir practicando y entrenando”.

Foto: Christian Hernández, La Voz de Michoacán.

Precisamente las primeras tres medallas más significativas para la deportista la habían clasificado al mundial de Polonia, pero la pandemia lo impidió y se pospuso para Rumania; y a pesar de que tuvo que volver a competir en el selectivo, volvió a ganar su lugar junto con sus compañeros.

Paola se siente orgullosa de lo que ha logrado, feliz y emocionada, por lo que espera sobresalir en Rumania.

La verdad que en cada uno de mis entrenamientos pongo todo, toda la fuerza y pues también se necesita el corazón y la mente equilibrada, porque de nada me sirve tener la mejor condición del mundo si mentalmente no estoy preparada”.

NO SE CONFORMA, ASPIRA A LO GRANDE

50 medallas y ahora la oportunidad de encarar su primer torneo en el extranjero, para Paola son un impulso más para llegar a las grandes ligas: los Juegos Olímpicos, y está convencida de que lo logrará.

Cree en sí misma y tiene una especial motivación en la reciente campeona olímpica de kata, la española Sandra Sánchez, que comenzó a entrenar desde pequeña, pero después de muchos años comenzó a cosechar grandes logros.

Me motiva mucho la que fue campeona de kata en los Juegos Olímpicos, se llama Sandra Sánchez; ella inició a entrenar karate igual desde chiquita, pero comenzó a ganar hasta los 33 años, su constancia fue mucha, que a partir de los 33 comenzó a triunfar y ella participó en los Juegos Olímpicos, actualmente tiene 39 años y fue campeona, tiene el primer lugar en kata”.

AGRADECIDA CON EL KARATE

“Yo no sé qué sería de mí si no estuviera en karate”, afirma Paola, pues es una disciplina que le ha enseñado mucho en su vida, y recomienda plenamente que lo practiquen.

El karate es un deporte muy bonito que deja mucho a las personas, la verdad yo lo recomendaría para adultos, niños y jóvenes, porque es algo que nos enseña disciplina, respeto, valores, a ser responsables…; entonces, yo no sé qué sería de mí si no estuviera en karate, la verdad me ha enseñado mucho y es algo que va a formar parte de mi vida para siempre, porque está dentro de mi plan de vida”.