¡Se robotiza la mano de obra! Con una mejor distribución de la riqueza ayudaría a una sociedad más humana

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Foto: Agencias. Robots sustituyen la mano de obra en diversas empresas, sobretodo, en países desarrollados.

El Universal/ La Voz de Michoacán

 

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Ciudad de México. Akio es un hombre mayor, con problemas de demencia senil. Como le cuesta trabajo recordar fechas, nombres y lugares, a diario recibe terapia en un asilo de Tokio, Japón, con la que le ayudan a hablar y a repetir todo aquello que su memoria empieza a borrar. Sin embargo, no dialoga con una persona, sino con un pequeño robot que realiza las actividades que antes hacía una persona.

Cada vez más la automatización, la inteligencia artificial y la robótica son parte de una nueva revolución que acecha al mercado laboral en el mundo, en donde la mano de obra podría ser sustituida por la tecnología.

Si la distribución de la riqueza apostará a ser más equitativa y no acumulativa, en pocas manos, la robotización sería muy positiva, ya que permitiría que las personas dejen de hacer labores que pueden hacer las máquinas y se dediquen a tareas que promuevan una sociedad más humana, creativa y sustentable.

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Un estudio realizado por el Banco de México (Banxico) advierte que 68% de la población ocupada en el país realiza labores que tienen alta probabilidad de automatizarse, sobre todo aquellas que se dedican a la agricultura, cría de animales, actividades forestales, pesca y caza, alojamiento temporal y preparación de alimentos.

 

La investigación muestra que los empleos que requieren personal con menor nivel educativo son los que tenderán a desaparecer; es decir, siete de cada 10. Al contrario, sólo 40% de los trabajadores con mayor nivel de educación enfrentan el riesgo de que se automaticen sus labores.

Con el ritmo de vida que genera la tecnología, sufren cambios las industrias, el comercio y los servicios. Las próximas dos décadas traerán una revolución a gran escala en la vida laboral, explicó Stephane Kasriel, CEO de Upwork, plataforma que conecta a empresas con profesionales independientes.

Ya estamos viviendo en una época de muchos robots y muchos empleos", destacó en una reflexión para el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con la Federación Internacional de Robótica, en 2018 se vendieron 10 millones 465 mil 300 robots en el mundo, cantidad que supera a los 8 millones de habitantes que hay en Jalisco.

Según las estadísticas del organismo, de ese total 165 mil 300 fueron unidades de robots para servicio profesional; 7.5 millones para trabajos domésticos y 2.8 millones para entretenimiento.

Foto: Agencias.

La Federación estima que para el periodo 2019-2021 se venderán 50 millones 936 mil robots, en su mayoría para servicio doméstico (39.5 millones), y para trabajos profesionales (736 mil) y entretenimiento (10.7 millones).

Un estudio de Cushman & Wakefield asegura que con la tecnología se observa un cambio en las estrategias de venta de las tiendas al menudeo en la búsqueda por atraer a los compradores millennials. Así, los centros comerciales tendrán negocios que abrirán y cerrarán según los gustos del consumidor.

Todo ello tiene que ver con lo que el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Cervantes, considera un momento de cambio, en el cual las manufacturas deberán transformarse hacia una mayor generación de valor agregado.

La industria 4.0 es el nuevo modelo que se impulsa, en el que las tecnologías se utilizan para resolver problemas concretos, lo que incluye utilizar robots, inteligencia artificial, biotecnología y micro electrónica, entre otras herramientas que se convierten en la base del desarrollo industrial.

Se agotó el beneficio de los bajos costos laborales y la ubicación geográfica, hoy la industria 4.0, la robotización y la automatización han creado nuevos diferenciales productivos en las naciones asiáticas con las que México compite", expuso Cervantes en su Informe de Actividades 2018-2019.
Ropa tecnológica

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), Víctor Rayek Mizrahi, afirmó que en los escenarios a futuro se considera que van a seguir existiendo las tiendas de ropa, pero ya no habrá inventarios, pues pronto habrá sensores que tomarán las medidas de los clientes para que solamente se produzcan las prendas que compren los consumidores, y estarán hechas a la medida.

Imaginemos, dijo, que un cliente llega a una tienda de ropa, en la que solamente hay una pieza de cada prenda en exhibición, pero ésta tiene sensores para determinar las medidas de las personas que quieran comprarla, de manera que el consumidor recibirá posteriormente esa prenda por paquetería.

Esto es parte de la automatización que esperan lograr diversas industrias, lo que a su vez permitirá aumentar la productividad y la competitividad, así como generar ahorros. Sin embargo, se descarta que ello implique un remplazo de la mano de obra, aunque sí se trata de una sustitución tecnológica.

 

Al tener el registro de las medidas de cada persona "no vas a necesitar ir a la tienda más que una vez; te escanean y puedes pedir tu ropa en línea", explicó, si es que la persona no sube de peso.

No es sustitución de personal, es eficiencia de tecnología a través de recursos humanos", agregó, y es algo que ya se está viendo en países como Estados Unidos, donde las grandes cadenas de ropa han cerrado cientos de sucursales al decidir que sus ventas no serán presenciales, sino por internet. "A eso nos va a llevar la industria 4.0", precisó.

En México se percibe que las tiendas de autoservicio y departamentales venden cada vez más por internet, pues a las nuevas generaciones ya no les gusta tanto ir a los centros comerciales, agregó Rayek Mizrahi.

Más producción

La automatización no se va a concretar de la noche a la mañana, pues se trata de un proceso gradual que implica capacitar a trabajadores, además de invertir y aplicar cambios tecnológicos, dijo el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), Gerardo González.
Con la llegada de la industria 4.0 lo que se busca es la optimización de procesos; es decir, investigar en qué parte de las operaciones se pueden hacer mejoras.

Ir perfeccionando y automatizar es caro por el monto de recursos que se obtienen, pero la idea es ir hacia allá. No ha sido fácil, trabajamos en capacitar para aumentar la productividad", añadió.

Por ejemplo, instalar una línea de producción de zapatos implica invertir 200 mil dólares, y con ello es posible manufacturar de 500 a 600 pares diarios, y sólo se necesitarán a 60 personas. En el caso de la industria del calzado hay estudios acerca de cómo una máquina podría producir más pares con mucho menos gente que la que hoy día opera los equipos, lo que significa mejorar la capacitación de los empleos.

Tenemos que apostar a que a la gente hay que capacitarla para que hagan cosas de mayor valor agregado, hay que mandarlas al Conacyt [Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología] para no quedarnos con tecnología obsoleta y vieja. Tenemos que correr a la par que la tecnología, son grandes cambios que se necesitan y no podemos quedarnos lejos de lo que ocurre en el mundo", afirmó González.

 

Robots para todos

 

La robotización tiene varios lados positivos. En Japón,  es cosa de todos los días y un ejemplo de su utilización es en la atención a la creciente población de adultos mayores.
Si bien hay personal, el uso de robots va en aumento para actividades como platicar con la gente, ayudar a los adultos a hacer ejercicios y hasta animales de peluche electrónicos que emiten sonidos al recibir caricias de los ancianos.

Por medio de la tecnología el país asiático atiende uno de sus principales problemas, que es el envejecimiento de la sociedad, situación en la que se encuentra una cuarta parte de la población. En 2015 cerca de 27% de los 127 millones de habitantes eran adultos mayores de 65 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Población e Investigación de Seguridad Social de Japón.

Como se mencionaba, lo ideal es que la robotización  permita que las personas dejen de hacer labores que pueden hacer las máquinas y se dediquen a tareas que promuevan una mejor sociedad, más humana. Sin embargo, ésta decisión se encuentra en la cima de los grandes corporativos, y es parte de un sistema económico.