En un año, pobreza laboral en el estado pasa del 31 al 36 por ciento de los michoacanos: Coneval

La crisis por la pandemia y políticas públicas del último año detonaron un aumento de la población en esta situación

Foto: Pixabay.

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Aumentó 5 puntos la pobreza laboral en Michoacán y más de la tercera parte de la población ya se encuentra en dicha situación. Esto quiere decir que la cantidad de gente que no tiene un ingreso mensual suficiente siquiera para comprar una canasta alimentaria creció en 5 por ciento entre marzo de 2020 y marzo de 2021.

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Las cifras presentadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) detallan que, tras doce meses de contingencia sanitaria, el 36.3 por ciento de los michoacanos no cuenta con el suficiente recurso mensual para poder satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas.

Previo a la pandemia esta medición se ubicaba en 31.3 por ciento, de acuerdo con el misma Coneval, que alerta que la crisis económica a raíz de la pandemia de COVID-19 ha impactado a prácticamente todos los estados, aunque Michoacán se ubica entre los 8 más afectados en términos de medición de la pobreza.

El Coneval refiere también que el ingreso laboral real cayó 3.6 por ciento en la entidad, es decir, se vino abajo también la pérdida del poder adquisitivo.

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En ambos indicadores, más allá de la problemática económica de las familias a raíz de la pandemia, se suma también la elevación de precios que se dio desde principios de este año y que amenaza con seguir una tendencia al alza.

Expone el Consejo Nacional de Evaluación que, precisamente, entre los factores que explican el porqué del incremento en la pobreza laboral se encuentra la disminución en el ingreso, tomando en cuenta que muy poco incidió en la enorme mayoría de los mexicanos el aumento al salario mínimo registrado a inicios de año.

También afectó el alza en el valor monetario de la canasta alimentaria, de 3.7 por ciento en las regiones rurales y 4 por ciento en las zonas urbanas. Es decir, la inflación, la mayoría presentada a inicios de este año, ha pegado también en la capacidad adquisitiva y aumentó la línea de pobreza extrema por ingresos. Actualmente la canasta alimentaria básica en el sector urbano es de mil 710 pesos, mientras que su valor en el sector rural es de mil 229.

Hasta finales del año pasado el ingreso promedio mensual en Michoacán se ubicaba en 6 mil 750 pesos por trabajador, aunque en el caso de las mujeres disminuye hasta 5 mil 400 pesos. El problema es que, al tratarse de un promedio, se compone también de varias personas que perciben un ingreso notablemente menor a la media y el mismo se habría precarizado para 2021.

En cuanto a la metodología, el Coneval explicó que a partir de la diversa información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) es que se logra ofrecer estos resultados, en donde se refleja el resultado de los estragos de la pandemia, así como de las políticas públicas implementadas (o falta de las mismas) durante el periodo en cuestión.

Recuperación, más tardía de lo deseado

No se puede separar el importante retroceso en la pobreza laboral con el año de pandemia y las decisiones tomadas desde los diferentes niveles de gobierno.

Tal como lo había anticipado el analista Heliodoro Gil Corona, la recuperación económica parece que no llegará antes de mediados de año y los indicadores siguen manifestando retrocesos importantes, especialmente para los estados con economías industriales más débiles y una mayor cantidad de pobladores en sectores vulnerables.

“El saldo en la salud preocupa porque el retorno a normalidad económica y social tardará en el mejor de los casos hasta el segundo semestre del próximo año. La logística del proceso de vacunación a la población así lo indica”, manifestó el coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), quien resalta que en el caso de México la pandemia no se trata meramente de un tropezón aislado, sino que venía de inercia negativa desde el año anterior.

Con ello, en 2021 ya prácticamente van dos años y medio de crisis y recesión, en donde estados como Michoacán, si bien lograron “contener” los daños debido a la naturaleza y variedad de sus actividades, salir del bache también representará más tiempo.

La pérdida de empleos, la precariedad de muchos de los que se mantienen y el alza en precios en los últimos meses mantienen una dinámica nociva en pos de una recuperación económica.

“Las señales de recuperación en variables clave son endebles, como en el consumo privado, la inversión productiva y las exportaciones”, advirtió el también académico de la Universidad Michoacana.