Cierra Michoacán el primer semestre de 2021 con cifras negativas en generación de empleos

El déficit de empleos desde que comenzó la pandemia, hace 15 meses, es de casi 8 mil plazas formales

Foto: Agencias.

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Cerró el estado Michoacán el primer semestre del año con un balance negativo en materia de generación de empleo, con mil 222 plazas formales perdidas durante el periodo que abarcó de enero a junio.

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Las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) presentaron, no obstante, un ligero respiro el pasado mes con la creación de poco más de mil 700 plazas de trabajo, si bien la mayoría continúa siendo de carácter eventual e insuficientes no sólo para el balance anual, sino para el acumulado de la pandemia.

Y es que desde que inició la contingencia sanitaria por la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en marzo de 2020, y hasta el mes de junio de 2021 Michoacán sigue sin poder darle la vuelta al cierre de empresas y despidos, por lo que cuenta con un déficit de 7 mil 839 empleos formales.

Las expectativas de la actual administración estatal, en específico de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) de que la entidad pudiera cerrar el año con 20 mil plazas formales nuevas lucen ahora muy lejanas, en un contexto donde pese a la mayor apertura de negocios y la reactivación económica, esto no se ha visto del todo reflejada en un buen número de estados, entre ellos Michoacán.

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Prácticamente todos los sectores, desde los servicios turísticos hasta la construcción, pasando por manufacturas y comercio, manifiestan que la tendencia de recuperación existe, pero es irregular, además de que continúa la amenaza de un nuevo acotamiento de horarios y aforos ante lo que parece ser la tercera ola de contagios de la COVID-19.

Bajo este escenario, la recuperación de la generación de empleo a un ritmo estable pasará a ser parte de los retos que enfrentará la administración del gobierno estatal entrante, encabezado por Alfredo Ramírez Bedolla, quien desde campaña comprometió esfuerzos específicos para atender a todos los sectores económicos afectados por la pandemia, que ya se ha extendido prácticamente 16 meses y amenaza con mantenerse el resto del año como un obstáculo para las finanzas públicas y privadas.

Cifras como las de junio han sido calificadas por el Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM) como síntomas “endebles” de una recuperación económica que, en un país tan diverso como el nuestro también se está dando a diferentes velocidades.

Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del CEEM, refirió sobre esta problemática que ni siquiera se trata de un problema netamente nuevo, ya que el estado sufría desde 2018 una desaceleración en la generación de plazas formales. “La pandemia de COVID-19 en 2020 dio la puntilla a la reducción que se venía observando en el mercado de trabajo formal de Michoacán en los tres últimos años”, apuntó.

No se soluciona con abrir negocios

La fuerte contracción del mercado de trabajo formal en Michoacán desde que inició la pandemia se explica por varias razones, de acuerdo con el también investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH): un alto costo económico del confinamiento, la lenta apertura de las actividades productivas y la elevada pérdida de empleos sufrida en meses pasados, principalmente en mayo de 2020.

“El resultado de las pérdidas registradas se agudiza al revisar la composición del empleo reportado el año pasado; la ocupación permanente que propicia mayor estabilidad en el mercado de trabajo local reportó una pérdida mayor”, aseveró el especialista, tesis que soportan las cifras del STPS y el IMSS, ya que, en junio, de los mil 737 nuevos empleos sólo 400 correspondieron a contratos indefinidos.

Explica el especialista que la actual problemática ya no sólo se trata de bajar y subir la cortina de los negocios, sino de problemas mucho más profundos que no se resolverán de la noche a la mañana. “El camino de la recuperación, sobre todo de las micros y pequeñas empresas, será escabroso, deberán hacer frente a pasivos operativos, solventar deudas con proveedores y bancos, pagar renta, cubrir seguridad social, pagar impuestos y retomar mercado, entre otros obligaciones y necesidades”, atajó.

“El recuento de los daños en Michoacán fueron desastrosos, empero, 2021 no parece ser distinto: las primeras señales que se observan en el trabajo formal apuntan a que prevalecerán condiciones críticas de empleo”, concluyó.