Mala Facha: un negocio familiar en Morelia para los amantes del estilo cholero

La tienda, propiedad de Tony Dickies y Elizabeth Hernández, atendida por el matrimonio y sus hijos, está ubicada en Villas del Pedregal y tiene envíos a todo México y Estados Unidos

Foto, Christian Hernández.

Jorge Ávila / La Voz de Michoacán.

Morelia, Michoacán. Mala Facha es una tienda de ropa y accesorios para los amantes del estilo cholero ubicada en el fraccionamiento Villas del Pedregal, al poniente de Morelia, aunque también manejan envíos a cualquier parte de la República y Estados Unidos. Sus productos son originales y manejan marcas nacionales e importadas, como pantalones, tenis, gorras, lentes de sol, camisas, playeras, jerséis NFL, MLB y NBA, además accesorios y bermudas, entre otros, todo para dama, caballero y niños. El negocio es propiedad de la familia encabezada por Tony Dickies y su esposa, Elizabeth Hernández.

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En entrevista, Elizabeth Hernández comenta que la inversión para tener su negocio ha sido fuerte, pero lo hacen, ante todo, por amor a la cultura chola, un gusto en el vestir que se ha heredado a sus hijos. “Esta ropa que uno usa no es nada barata. Nosotros manejamos marcas como Dickies y Ben Davis, además somos distribuidores autorizados de Mi Raza, que es una marca nacional con productos de alta calidad”, comenta Elizabeth Hernández.

En cuanto a precios, por ejemplo, en una parada de ropa, “estamos hablando de los tenis Nike, en un promedio de 2 mil pesos, ya que son originales; un pantalón Dickies original te sale más o menos como unos 680 a 700 pesos, dependiendo de la talla y el modelo; el cinturón con aerografía vale 220 pesos, un top de mujer está en 300; las gafas Locks, en 120 pesos. O sea, para vestirse sí sale algo caro, porque si vas y compras productos clonados en el tianguis, primero, no te va a durar, y segundo, enseguida se nota. Lo original siempre dura más tiempo, pasan los años y siempre sigue impecable”, explica Elizabeth Hernández. Y es que cabe recordar que la marca Dickies en un principio fue ideada como ropa de trabajo, sobre todo de uso industrial, pero los mexicanos y chicanos radicados en Estados Unidos la adoptaron como parte de una identidad y los fabricantes lo saben, ya que han diversificado a toda una gama de prendas en distintos cortes.

Y es que dentro de la cultura cholera hay marcas y estilos que no cambian, que siempre serán valorados porque la ropa es un signo de identidad, de una forma de ser, de una manera de ver la vida y de todo un código de valores, como el respeto, la lealtad a la familia y a los amigos.

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Sobre el mercado para esta indumentaria, Tony Dickies comenta que hace años sí decayó un poco el estilo, pero actualmente, gracias a que sigue habiendo personas a quienes les gusta y que gente más joven comienza a interesarse en el estilo cholero, se tiene un segundo aire. A esto ha abonado que en Morelia existe el Club Paradise Lowbike y también hay un grupo de dueños de carros lowrider, lo cual ha hecho que quienes ya tenían el gusto lo revivan, y que otros, aunque sea por moda, adopten la indumentaria chola.

Pero además, los fabricantes y vendedores también se han adecuado a los tiempos, ya que si bien entre los 90 y los primeros años de este siglo se dio un boom de la ropa holgada de marcas como Ben Davis o Dickies, ahora muchos jóvenes optan por ropa de estas marcas pero en cortes más entallados. “Sí se ha modificado un poco el estilo de cuando se usaba lo clásico, lo original, el cholo de antes, de los 80 y los 90. Ahora la marca Dickies maneja pantalones tipo skinny, y hay bastante clientela que busca ese pantalón. Ya es muy raro el que utiliza una talla 50 o más grande. Una, porque las nuevas generaciones ya perdieron ese hilo que traían los veteranos de saber acomodarse un pantalón talla 50, y ahora se les hace más fácil usar algo más pegado. Pero igual tenemos para los dos, para el veterano y para la nueva generación”.

Otro punto es el de los colores, pues la ropa azul, amarilla o roja puede determinar si se pertenece a un barrio, pero en Morelia el color azul es el más común, algo heredado de cuando en muchas colonias de Morelia existían las pandillas. Ya para los clientes que buscan algo neutral, que no genere problemas con quienes aún se aferran a la vida pandilleril, Tony Dickies recomienda el color café, que en Estados Unidos representa el brown pride, el orgullo moreno. Sin embargo, Tony aclara que ellos, como microempresa, le venden a cualquier persona en el color que el cliente pida.

Lamentablemente, en la sociedad siempre hay el estigma hacia quienes deciden vestir con el estilo cholero, por pensar que todo aquel que usa unos Dickies o Ben Davis es delincuente o drogadicto, pero hay quienes lo tienen como una identidad que transmiten a sus hijos, muy lejos del ambiente de las pandillas. A la pregunta de cómo percibe el que toda su familia esté dentro de esta cultura, Elizabeth comenta que se siente orgullosa. “Me siento bien conmigo misma, era lo que buscaba porque antes yo no me sentía segura, ya que a veces los padres le prohíben a uno, pero ahora me siento cómoda, me siento a gusto porque sé que soy yo y me gusta arreglarme así. Ya no me importa que me estén señalando en la calle, me siento cómoda con mi esposo, siento orgullo”.

Pero el orgullo no es sólo por la forma de vestir, por la identidad, sino también porque con su esposo han encontrado una manera de vivir de algo que les apasiona. “Los dos estamos trabajando honestamente, no hacemos mal a nadie, y pues igual, ver a mis hijos que ellos se visten y que ellos ahorran y compran su ropa, me da muchísimo orgullo y me siento muy contenta”, finaliza.

La tienda está ubicada en el Circuito K, a unos pasos de la macroglorieta. Pero también se les encuentra en Facebook como Mala Facha/Tony Dickies y en el grupo “Cholos, Raza Unida ( Compra venta ropa tumbada ) /Tony Dickies”. Tienen envíos a todo México y Estados Unidos.