¿Michoacán en riesgo de quedarse sin pan? Esto es lo que sabemos

Costo de la harina se ha disparado en un par de meses y se teme un desabasto

Foto: Omar Cuiriz, La Voz de Michoacán

Maricruz Rio / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán.- Auténtica incertidumbre el sector panadero ante un abasto muy limitado de granos en la entidad, particularmente de trigo, lo que a su vez ha derivado en un encarecimiento disparado la harina y mantiene en vilo la operatividad de miles de negocios del ramo.

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Este martes, integrantes de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) en Michoacán anunciaron que se tiene abasto de harina únicamente para un par de semanas, mientras que los molinos tendrían grano para 21 días, pero después de ello no se tiene certeza ni sobre la disposición ni sobre su costo.

Durante un encuentro con medios de comunicación, Oliverio Cruz Gutiérrez, integrante de la Canainpa y empresario panadero en Morelia, destacó que esta situación pone en aprietos a todas las unidades económicas dedicadas a esta actividad, pues no sólo condiciona un alza en los precios, sino que compromete el abasto mínimo de su materia prima.

Y es que la inflación ha impactado en las panaderías desde inicios de 2021, en que grasas, azúcar, chocolate, mantequilla, aceites y otros insumos comenzaron a subir de precio mes con mes, situación que no se ha detenido y que incluso se ha agravado con el reciente conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, que no tiene visos de solución.

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En sólo dos meses el precio el costal de harina panificadora de 44 kilos subió de 600 a 830 pesos, es decir, un 38 por ciento, que coincide con los pronósticos del Banco Mundial y otros organismos internacionales, que anticiparon que este año el trigo y otros granos terminarían con alzas superiores al 40 por ciento.

Foto: Víctor Ramírez. 38% incremento del costo de la harina en sólo dos meses

Sobre el tema, abundó que estos incrementos ya se han transferido a las piezas de pan, que han elevado su precio al público de 50 centavos y hasta 4 pesos, dependiendo del tipo, e incluso en algunos negocios se cerraron líneas de producción pues simplemente no salían las cuentas. En algunas otras panaderías tuvieron que prescindir de personal, una o dos personas, para poder paliar la crisis y los costos de producción frente a la inflación que enfrentan desde el año pasado.

Descartó que se tratase de un tema de especulación de productores locales, pues el trigo que emplean en su mayoría se trae de otros países y ya se procesa en el estado. “Los trigos para panificar vienen del norte, de Canadá y de Estados Unidos, y con el problema que hay en Europa lo que ha sucedido es que mucho grano se está enviando para allá porque Rusia y Ucrania están totalmente parados y no están haciendo sus exportaciones”, expuso el empresario michoacano.

Entre ambos países producen entre el 25 y 30 por ciento de los granos del mundo, por lo que son el abasto principal para varias naciones, principalmente las del Viejo Continente. Con la guerra, desde hace tres meses se paralizó la producción y el envío de estos insumos que son pieza clave en cuestión alimentaria.

Agregó que de momento los negocios tenían harina para un par de semanas, “los molinos tenían (grano) para 21 días, eso fue lo que nos dijeron, estaban viendo qué es lo que estaba pasando… El peor escenario podría ser un desabasto de harina y sin harina no hay pan”, atajó.

“Ya nos había pasado esto en 2008-2009, que había unos bajos inventarios de granos, pero hoy sí nos tienen con la amenaza, y tan no ha sido de a gratis la amenaza que hay que ver cómo ha ido despegando el precio de la harina”, fustigó Oliverio Cruz.

Sin embargo, en esta ocasión ve diferencias, pues en años anteriores los mismos molinos anunciaban con tiempo a las panaderías y podían surtirles varias decenas de costales en lo que se resolvía la crisis; “se avisaba con tiempo, hoy nos dicen ‘la harina sube a partir de mañana y es el nuevo precio’.

De acuerdo con lo informado por la misma Canainpa, en Michoacán existen alrededor de 4 mil 500 negocios dedicados a la panadería tradicional, con un promedio de cinco empleos por unidad económica. Un eventual desabasto de trigo y harina pondría contra la pared no sólo a estas unidades económicas, sino a más de 22 mil familias que dependen de esta actividad.