Artistas de Jersón canalizan dolor y esperanza en obras expuestas en Leópolis

Muchos artistas huyeron a los pueblos cercanos y luego cruzaron al territorio controlado por Ucrania, arriesgando sus vidas.

Foto: EFE

EFE / La Voz de Michoacán

Leópolis (Ucrania). Artistas de la ciudad ucraniana de Jersón, dispersos por distintas partes del mundo por la guerra, se esfuerzan por mantenerse conectados y canalizar el dolor, el desafío y la esperanza pese a la ocupación o como refugiados a través de sus obras, expuestas ahora en Leópolis.

PUBLICIDAD

"Esta es una exposición que no debería haber ocurrido", dice Olena Afanasieva, comisaria y directora del Centro de desarrollo cultural "Totem", durante el recorrido por la galería "Dzyga" de Leópolis, donde tiene lugar la exposición "Kherson Inside/Outside" (Jersón dentro/fuera").

Como parte de "Artivism Manufactory", una vibrante comunidad de artistas de Jersón, estaba ocupada preparando una serie de proyectos que combinaban arte y activismo social cuando la invasión rusa arruinó sus planes en un instante.

Muchos artistas huyeron a los pueblos cercanos y luego cruzaron al territorio controlado por Ucrania, arriesgando sus vidas.

PUBLICIDAD

Otros se quedaron, incapaces de hacer las maletas rápidamente o no dispuestos a abandonar la ciudad a los rusos.

"Necesitábamos hacer algo para mantener unidos a nuestros artistas, ya que se estaban viendo rápidamente separados por las circunstancias", revela Afanasieva a Efe y señala que, desde el principio mismo, la tensión era palpable entre los que abandonaron la ciudad y los que se quedaron.

Empezaron a celebrar sesiones en "zoom" para pensar en qué podría hacer cada artista.

"Estábamos tan hartos de tener que usar 'zoom' todo el tiempo durante la pandemia de covid y, sin embargo, se convirtió de nuevo en nuestra salvación", ríe Afanasieva con amargura al recordar cómo los artistas de Jersón andaban a la caza de Wi-Fi por toda la ciudad.

Para muchos, volver a hacer arte en medio de la conmoción y las preocupaciones cotidianas resultó difícil, pero a la larga ofreció una oportunidad para sanar.

Afanasieva señala el cuadro de un campo sembrado de cráteres de bombas: "Esto sería simplemente una buena obra abstracta si no fuera por la historia que hay detrás".

Para Yulia Plias, que llenó su maleta de evacuación con pinturas, se convirtió en su primera obra tras una larga pausa.