Estas son las mejores películas de terror para ver con niños

¿Cómo estar seguro de que no les vas a traumatizar de por vida? ¿Y, bueno, de que tú no te vas a aburrir como una ostra con una aventura de Casper directa a dvd? Fácil: cualquiera de estas diez películas de miedo (pero no MUY de miedo) garantiza una noche perfecta para fans de Halloween de todos los tamaños.

Foto: Twitter

Agencias / La Voz de Michoacán

EUA. Un momento, ¿existen películas de terror para ver con niños? En esta web ya elaboramos una lista de películas disponibles en servicios de streaming y capaces de resucitar a cualquier muerto durante una noche de Halloween, pero ninguna de ellas te sirve si vas a pasar la noche de los muertos acompañado de espectadores pequeños. Como aquí no se estila lo del truco o trato, lo normal es que los niños quieran ver una buena peli de miedo para acompañar a sus disfraces de vampiresa o fantasma. ¿Cómo estar seguro de que no les vas a traumatizar de por vida? ¿Y, bueno, de que tú no te vas a aburrir como una ostra con una aventura de Casper directa a dvd? Fácil: cualquiera de estas diez películas de miedo (pero no MUY de miedo) garantiza una noche perfecta para fans de Halloween de todos los tamaños.

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Coraline

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Henry Selick es también el director de Pesadilla antes de Navidad, pero quizá sea mejor dejar esa para Nochebuena y apostarlo todo a Coraline para Halloween. Inspirada en una novela corta de Neil Gaiman, el primer largometraje producido por el estudio Laika utiliza las ilustraciones de Dave McKean sólo como influencia lejana, pues este derroche de imaginería retorcida y fantasía oscura es cien por cien Selick (hay ecos de Slow Bob in the Lower Dimensions y Moongirl por todas partes). Exquisita y espeluznante en la hondura de sus temas, esta película merece ser mencionada en la misma frase que los mejores cuentos de hadas tenebrosos.

Una pandilla alucinante

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El mago de los efectos de maquillaje Stan Winston reimaginó a un puñado de monstruos clásicos para esta aventura adolescente a toda pastilla, escrita nada menos que por Shane Black y Fred Dekker. Su ritmo y su afinado sentido del humor no podrían ser más posmodernos, pues 'Una pandilla alucinante' saca auténtico oro de su ambivalencia entre la pleitesía y la parodia. Es una buena (si bien apócrifa) introducción a los Monstruos de la Universal: una vez vista, tus hijos estarán preparados para conocer a La novia de Frankenstein o a La mujer y el monstruo.

La maldición de las brujas

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La fusión definitiva entre Lady Macbeth y las tres brujas de aquella obra protagoniza esta inteligente adaptación de Roald Dahl, pero El retorno de las brujas es mucho más que una Anjelica Huston en estado de gracia. Alguien como Nicolas Roeg, autor de la magistral Amenaza en la sombra, sabe un par de cosas sobre cómo conjurar sustos en pantalla: si bien este vuelo libre por el folklore anglosajón está pensado sobre todo para el deleite de los niños, sus imágenes son lo suficientemente tenebrosas como para garantizar un gran Halloween. Su tour de force final es tan operístico como divertido (¡y asqueroso!).

Monster House

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Producida por Robert Zemeckis, esta extraordinario pasaje del terror con doble fondo tiene más que ver con sus primeras películas en imagen real que con Polar Express o su adaptación de Cuento de navidad. Es decir, que no dejes que su animación CGI te confunda: Monster House es puro cine frenético, excéntrico y en perpetuo movimiento, como sólo el director de 'La muerte os sienta tan bien' sabía hacerlo. Cuando la casa encantada comience a revelar, poco a poco, sus secretos, también descubrirás que es una película mucho más profunda de lo que sus sustos y fuegos artificiales te querían hacer creer. Una joya a reivindicar.

Gremlins

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Su ambientación la convierte también en una película perfecta para la temporada navideña. Sin embargo, cuando mejor entra esta astuta parodia del toque Amblin (¡efectuada desde su mismísimo seno!) es en Halloween, cuando las historias de normas que se transgreden a medianoche adquieren todo su sentido. Joe Dante da una clase magistral de anarquía cinematográfica con su genial perversión de la normalidad en un pequeño pueblecito capriano, pero la saga no alcanzó el máximo nivel de bilis y metalingüística mala leche hasta que no llegó su incomprendida secuela. Ey, qué demonios: te acabamos de dar una idea para un programa doble.

Babe: El cerdito en la ciudad

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Sólo necesitas un breve resumen de la primera entrega ("Cerdito parlachín se convierte en pastor, gana premio") para sumergirte de cabeza en una de las secuelas más lúgubres e increíblemente extrañas que jamás ha tenido un clásico infantil. Pese a contar con el beneplácito de Siskel & Ebert, quienes afirmaron en su programa que era aún mejor que la original, El cerdito en la ciudad fue recibida con horror por un amplio sector del público familiar, que aún debe estar preguntándose por qué George Miller sintió la necesidad de cambiar el bucolismo cute de la primera vez por un viaje urbano hacia el final de la noche. Aquí hay personajes y escenas capaces de provocar auténticos terrores nocturnos, pero... ¿no es eso lo que cualquier niño o niña busca en Halloween?

Bitelchús

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No hay preadolescente en el mundo que no se identifique con Lydia, así como no existe un sólo niño travieso que no experimente el equivalente a un subidón de azúcar viendo a Michael Keaton en uno de sus papeles más icónicos. Sí, no todas sus bromas no precisamente para todas las edades, pero los ojos infantiles estarán demasiado ocupados contemplando el carnavalesco desfile de ideas que Tim Burton puso aquí en juego como para fijarse en eso. Además, es una buena manera de hablarles de la mejor voz que jamás ha pisado este universo: la del señor Harry Belafonte. Hay películas de terror para ver con niños que marcan, y esta es una.

El carnaval de las tinieblas

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Hubo un tiempo (principios de los 80) en que a Disney le dio por pasarse al lado oscuro, con Los ojos del bosqueEl dragón del lago de fuego y esta adaptación de Ray Bradbury como ejemplos más diáfanos de lo heterodoxo que fue este giro para seducir a los espectadores young adult. No fue un gran éxito económico, pero al menos nos ha dejado películas en las que Jonathan Pryce se pone sus uñas estilo Nosferatu para montar en un tren sin conductor. Es algo así como 'Mi primera película satánica', dirigida por nada menos que Jack Clayton y recorrida por un cálido tono a lo Twilight Zone.

Paranorman

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Más Laika, pues no conocemos ningún otro estudio que haga tan bien lo que ellos hacen: cuentos de terror infantiles llenos de sabiduría, lecciones vitales nada subrayadas y una animación stop-motion tan fina que debería exhibirse en un museo. Qué demonios: en todos los museos. Paranorman es una sensacional reflexión sobre la vida, la muerte, la soledad y la familia, pero lo que se queda en tu cabeza mucho tiempo después de verla es el clímax, una de las cotas absolutas de la animación moderna.

La familia Addams: La tradición continúa

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La identificación con Miércoles y Pugsley será inmediata, sobre todo cuando pongan un pie en ese campamento que el genial guionista Paul Ridnick (uno de los mejores satiristas del Hollywood contemporáneo) convirtió en una metáfora a escala de la sociedad norteamericana. El monólogo de Christina Ricci durante la obra de teatro/homenaje a Acción de Gracias es tal alucinante que uno se pregunta cómo un material tan abrasivo obtuvo luz verde dentro del estudio. El resto de películas de esta lista simpatizan más o menos con los monstruos, pero esta es la única que ofrece una valiosísima lección a tus chiquillos: la gente normal es la que da auténtico pavor.