Adiós Beatles, gracias Yoko

Hace 50 años el sueño terminó: el Cuarteto de Liverpool se rompió para siempre

Foto: Twitter.

Jorge Ávila / La Voz de Michoacán

Un día como hoy, pero de 1970, se hacía pública una nota de prensa en la que Paul McCartney anunciaba que dejaba a los Beatles. Las tensiones dentro del grupo llevaban minando su actividad desde hacía meses, pero en 1969 todavía fue posible que se reunieran para realizar varias sesiones de grabación. Primero grabaron “Let it be” a comienzos de 1969 y en julio y agosto fue el turno de “Abbey Road”, aunque éste último se lanzó antes, convirtiéndose así el primero en el álbum testamentario de la banda.

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Aunque Lennon tenía ya tomada la decisión de abandonar el grupo desde el otoño anterior, fue McCartney quien hizo pública la ruptura aprovechando el lanzamiento de su primer álbum en solitario. Así desaparecía el grupo más influyente del siglo XX, ocho años después de que consiguieran su primer número uno. Hoy en día siguen vendiendo millones de copias de sus discos en todo el mundo.

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El 27 de agosto de 1967 murió Brian Epstein, el manager y descubridor del grupo, y quien mantuvo a raya las luchas de egos y las diferencias para concebir la música y el mundo: Lennon y McCartney, dos personalidades llenas de fuerza y genio creativo.

A partir de ese momento, cada uno de los cuatro Beatles, excepto el baterista Ringo Starr (amigo de todos, excepto en una ocasión que harto de peleas se levantó del banco de la batería y desapareció durante dos semanas del estudio de grabación), empezaron a vivir sus vidas en solitario. En realidad eran un compositor al que otros tres músicos, el resto del grupo, le completaban las canciones.

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Poco después John entró de lleno en la heroína, Paul comenzó a grabar todos los instrumentos en algunas canciones del “Album Blanco”, sin contar con el resto de miembros del grupo; Ringo dejó el grupo en 1968 y George se cansó un año más tarde de ser ninguneado, para regresar a los pocos días. Para colmo, John violó otro pacto, el de las decisiones de a cuatro, eligiendo al productor Allen Klein como su representante. Más tarde, se presentó en público en Toronto, sin los Beatles, verificando que su vida artístico-musical podía trascender las fronteras de la banda. Y por último, John anunció, en septiembre de 1969, que dejaba definitivamente al grupo. Como dijo en una futura canción: “The dream is over”, el sueño había terminado.

El acabose

El 2 de abril de 1970, Phil Spector terminó de mezclar las tres últimas canciones del álbum “Let it be” de The Beatles. Justo las tres en que había introducido orquesta, incluida la magnífica “The long and winding road”.

El 6 de abril, Paul McCartney recibió un acetato de su álbum recién terminado, pero al mismo tiempo esatalló en cólera. A pesar de su prohibición de que se manipularan las canciones que había escrito para el disco “Let it be”, se habían burlado de su petición.

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El día 9 de abril, Paul se quería vengar de Johnm así que le llamó por teléfono y le dijo que tenía un álbum nuevo, pero no le dijo que tenía pensado anunciar que dejaba a los Beatles.

Paralelamente, McCartney le pidió a Peter Brown, un secretario de Apple, que escribiera un comunicado de prensa, simulando preguntas y respuestas, con la intención de promocionar su primer álbum en solitario, que tenía terminado desde finales de febrero.

La pregunta número 28 era:

–¿Es este álbum el comienzo de una carrera en solitario?

–El tiempo lo dirá. La salida de un álbum en solitario, naturalmente, significa el inicio de una carrera en solitario, y no significa que lo realizado con los Beatles sea el resto. Son ambas cosas.

–¿Tu ruptura con los Beatles es temporal o permanente? ¿Existen razones personales o musicales?

– Diferencias personales, diferencias en los negocios, pero lo más importante de todo es que prefiero pasar el tiempo en familia. ¿Temporalmente o permanentemente?, no lo sé todavía.

–¿Crees que algún día Lennon- McCartney volverán a escribir juntos?

–No.

Así de rotundo. Esa última pregunta activó la bomba informativa del siglo XX en la música. Al día siguiente, un viernes 10 de abril, todos los periódicos, estaciones de radio y televisoras del mundo dieron la noticia entre la sorpresa y la tristeza general, porque se rompía el grupo más famoso del mundo.

Ese mismo día la propia Apple negaba la noticia de que los Beatles se hubieran separado oficialmente. Derek Taylor, el jefe de prensa escribió: “La primavera está aquí, el Leeds juega mañana contra el Chelsea y Ringo y John y George y Paul están bien y llenos de esperanza”.

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Al jefe de Prensa de Apple, la rabieta de Paul le había tomado por sorpresa.

Siete días después aparecía el álbum de McCartney, incluyendo una sensacional canción titulada “Maybe I’m amazed”. Paul había roto el compromiso de que ningún Beatle pudiera lanzar ningún disco en solitario antes de la publicación de “Let it be”, prevista para el 8 de mayo, como así ocurrió.

Un pacto entre caballeros, concertado por el poder del dinero, porque irónicamente, los Beatles habían logrado un contrato nuevo, con alta subida del porcentaje de regalías, en octubre de 1969, lograda por el enemigo de Paul, el manager Allen Klein.

Un mes después, en noviembre de 1969, Paul ya había señalado a la revista Life que el grupo estaba formalmente disuelto.

Otra venganza, ya que John Lennon le había confirmado a Paul, pocos días antes, que jamás volvería con los Beatles. El ego había manipulado todas las pasiones entre John y Paul.

Pero, en resumidas cuentas, mientras que Paul todavía tenía la cabeza en los Beatles, John tenía la cabeza en otras cosas: en la política, en su nueva profesión mesiánica y estaba metido en heroína.

En la primera semana de septiembre de 1969, John le había dicho a Paul que quería su canción, una apología sobre la heroína, “Cold turkey”, como nuevo sencillo de los Beatles. McCartney le contestó que eso era imposible, que era rebasar los límites del pensamiento del grupo.

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Lennon decidió que la negativa de Paul fuera el punto final, el torpedo que hundiría para siempre a los Beatles. John le contestó a Paul con ira en los ojos. Le aseguró que eso significaba el final de su relación con los Beatles, animado por Yoko Ono.

Así que el 28 de septiembre de 1969 grabó con Eric Clapton a la guitarra, Klaus Voorman al bajo y Ringo Starr en la batería la famosa “Cold turkey”, que no fue un éxito.

Esa fue la primera canción que no estaba firmada como Lennon-McCartney, sino sólo por John Lennon.

No era el primer single de la Plastic Ono Band. Anteriormente había aparecido “Give peace a chance”, pero la canción de John la había firmado como Lennon-McCartney.

Para un confundido y deprimido Paul Mc Cartney, que veía cómo el grupo se moría sin posibilidad de rehabilitación, “Cold turkey” y que John la firmara sólo, significaba el final de un matrimonio, una ruptura con el compañero de toda su vida.

Paul tomó a Linda, con la que llevaba unos meses casado y vivía en su casa de Escocia. Allí había grabado su primer disco como McCartney, en un viejo magnetófono Studer de seis pistas, que había comprado a Abbey Road por un módico precio. Los Beatles se habían acabado.

¿Fue en realidad Yoko una bruja?

Para mucha gente, Yoko Ono (1933) fue la mujer perversa que manipuló a John Lennon y separó a los Beatles. Años después ella misma se rio de esta acusación con el título de uno de sus discos en solitario, “Yes, I’m a witch” (sí, soy una bruja).

Hija de una familia aristocrática japonesa, Yoko se marchó a Estados Unidos y entró en contacto con las tendencias artísticas más vanguardistas. En 1966, durante una exposición que organizó en Londres, conoció a John Lennon. Parece ser que el flechazo fue instantáneo.

El vanguardismo de Yoko no tardó en influir sobre John. Una de sus composiciones, “Revolution 9”, del “Álbum blanco” de los Beatles, era en realidad un collage de sonidos.

En 1968 la pareja editó el controvertido álbum “Two virgins”, en cuya carátula ambos aparecían desnudos. No era este el único aspecto heterodoxo del trabajo, porque, en lugar de canciones, el público encontraba conversaciones y efectos de sonido.

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Tras la polémica llegó la boda, celebrada el 20 de marzo de 1969 en Gibraltar. El enlace sirvió de inspiración para una canción irónica, “The ballad of John and Yoko”, lanzada por los Beatles ese mismo año.

Por entonces la unión entre los músicos ya se había roto, mientras Yoko se convertía en una asidua de sus sesiones de grabación, algo que incomodaba a Paul –que reaccionó llevando al estudio a su pareja, la fotógrafa Linda Eastman– y a George. Ringo, en cambio, se tomaba la presencia de la japonesa de una forma más relajada.

Lennon había pasado a llamarse “John Ono Lennon”. En esos momentos, su dedicación a la música iba acompañada del activismo político. Yoko lo introdujo en el mundo de las protestas pacíficas contra la guerra.

Esta era la finalidad de las famosas “encamadas”, las dos semanas en que John y Yoko permanecieron sentados en una cama. Los periodistas esperaban que mantuvieran relaciones sexuales en público tras el escándalo de la portada de “Two Virgins”, pero quedaron decepcionados.

En “Let it be”, el último álbum de los Beatles, la portada ya no es una imagen de conjunto, sino las fotografías individuales de los cuatro miembros. Todo un símbolo de la desintegración del grupo.

¿Qué sucedió? La culpa no fue de Yoko, sino de la colisión entre egos, sobre todo entre los de John y Paul. La rispidez entre ambos se reflejó en sus discos en solitario, en los que se lanzaron críticas mordaces.

Paul, en la canción “Too many people”, acusaba a su antiguo compañero de la separación: “Tomaste tu golpe de suerte y lo partiste en dos”. Lennon contraatacó con “How do you sleep?”, en la que presentaba a McCartney como un artista superficial y vanidoso.

Había llegado el momento de las bandas de repuesto. Paul se convirtió en el líder de los Wings, mientras John experimentaba con una banda de rock alternativo, la Plastic Ono Band.

A lo largo de los años 70, los antiguos integrantes del grupo llevaron carreras erráticas, en las que alternaban destellos de genialidad con temas mediocres.