Efe / La Voz de Michoacán Ciudad de México. A la compositora mexicana Julieta Venegas el público en los conciertos “le pide mucho” ‘Mi principio’, una canción que no aparece en el acervo de Spotify, pero que en 2007 fue el “alma” de ‘Quemar las naves’, la película del director Francisco Franco Alba que se adelantó a su tiempo al abordar temas de salud mental, mujeres cuidadoras y homosexualidad. La artista cuenta a EFE que apenas ayer, durante una transmisión en vivo de ‘Tiempos dorados’ -el primer sencillo de lo que será su próximo disco-, la gente le pedía esa canción escrita por Joselo Rangel, uno de los fundadores de la banda Café Tacvba, que retrata la necesidad de emigrar de provincias o espacios que impiden la libertad individual. “Lo bonito de la película es que, narrativamente, abrió un espacio nuevo, porque aborda temas subjetivos y personales que, dentro de las provincias, estaban muy ocultos”, afirma la intérprete de ‘Limón y sal’ en el marco de los veinte años desde la preproducción de este filme grabado en el norteño estado de Zacatecas. Venegas, de 55 años, reconoce bien esa necesidad de emigrar a otro estado o país para encontrarse a uno mismo, porque en su ciudad natal, Tijuana, que aunque no es pequeño y tiene “mucho movimiento” por su cercanía con Estados Unidos, sí que prevalecían ideas más cerradas y "alejadas de lo que se permitía en la Ciudad de México", admite. Nuevo proyecto con Venegas Por ello, así como entona la letra de ‘Mi principio’ y define la expresión “quemar las naves”, un día de 1992 la cantante lo dejó todo para mudarse de Tijuana a la capital mexicana, donde cuenta que conoció a Franco Alba, con quien además reveló que grabará un proyecto en el que su música será el hilo conductor de una historia todavía desconocida. “Estábamos platicando (hablando) un día y le comenté que mis canciones ya las puedo volver a grabar, y con eso imaginamos”, sostiene Venegas sobre esta producción en la que participará como escritora la actriz Carmen Madrid. Sobre ello, Franco Alba destaca que este acercamiento al “universo de Julieta” también significará entender su “universo en Tijuana”. Cine “a fuego lento” En cuanto al rodaje de ‘Quemar las naves’, el realizador, de 62 años, detalla a EFE que estos 20 años abarcan el tiempo de preproducción, ya que la película se estrenó el 10 de octubre de 2007 en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). “Fue un proyecto largamente acariciado y cocinado a fuego lento”, agrega, al señalar la diferencia entre cómo se podía hacer cine a principios del siglo y lo que se hace ahora, con “mayor velocidad de producción”, especialmente en las plataformas de streaming. Para el director, un logro de esa “cocción lenta” fue la creación de Helena (Irene Azuela), la protagonista de la cinta y un personaje que, según Franco Alba, “resuena” en la actualidad, pues representa un “arquetipo femenino”: una mujer que cuida y protege, pero que al mismo tiempo es “voraz”. En la película, Helena cuida de su madre enferma (Claudette Maillé) y de su hermano (Ángel Onésimo), quien atraviesa una crisis emocional y de identidad sexual, sin que nadie le pregunte a ella qué quiere o necesita. En ese sentido, Azuela comparte con el director que este papel es un reflejo de la actualidad, de esas mujeres que todavía siguen “condicionadas a seguir un camino que no quieren” solo para “conservar la dinámica familiar”. ‘Quemar las naves’ fue uno de los primeros largometrajes filmados en formato digital en México, y será durante diciembre cuando el público podrá disfrutarla en proyecciones en la Cineteca Nacional de Chapultepec.