El infierno de la ‘princesa del pop’, un recuento hasta hoy: el día que su padre renuncia a la tutela de Britney

Desde el año 2008, el padre de Britney Spears ejercía la tutela legal sobre la artista y tenía la última palabra sobre todos y cada uno de sus movimientos.

Foto: EFE. Britney Spears con su novio Sam Asghari el verano de 2019.

EFE / La Voz de Michoacán 

Los Ángeles, California. Jamie Spears, el padre de Britney Spears, renunció a seguir como tutor legal de la cantante, un cargo que ostentaba desde hace más de 13 años y por el que llegó a controlar todos los aspectos de su vida. 

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Y parece que hoy se dio un paso importante para que Free Britney sea una realidad.

En unos documentos entregados este jueves en la Corte Superior de Los Ángeles, la abogada del padre de la artista confirma que está de acuerdo con delegar esa función a otra persona, lo que no anularía la tutela de Britney pero dejaría fuera de la misma a su familia. 

 “Sin embargo, aun cuando el señor Spears es el blanco incesante de ataques injustificados, no cree que una batalla pública con su hija por su servicio como tutor sea lo mejor para ella”, indica el documento, cuyo contenido por difundido primero por el diario TMZ y confirmado después por la revista Variety. 

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Pero “Para entender dónde está Britney ahora deberíamos entender cómo ha llegado hasta aquí”, como lo relata el documental ‘Framing Britney Spears’, producido por The New York Times y disponible en Hulu, repasa el auge y caída de la ‘princesa del pop’ y la batalla legal que, desde hace meses, mantiene para liberarse de la tutela que su padre ejerce sobre ella desde el año 2008, con un control absoluto sobre todos sus movimientos.

LA TUTELA

La decisión adoptada por cuestiones de salud mental y que, en principio, iba a ser temporal, aunque casi trece años después se mantiene vigente, con Britney peleando desde hace meses en los juzgados para que esa situación cambie. 

Jamie Spears compartía el control sobre la actividad de Britney con el fondo de inversión privado Bassemer Trust.

“Britney Spears quiere recuperar algo más que el control de su fortuna, quiere que su padre se aparte”, apunta Liz Day, periodista y editora en ‘The New York Times’, quien  ha seguido el caso de cerca, igual que las seguidoras que impulsaron el movimiento ‘Free Britney’ en la primavera de 2019, después de que la artista desapareciera de la escena pública sin que se supiera la razón. 

Foto: EFE. Britney Spears en 2019.

Más tarde se reveló que había ingresado en un centro psiquiátrico por orden judicial tras la petición de su padre. A la iniciativa ‘Free Britney’, que ha recibido un nuevo impulso con el estreno del documental sobre la artista, desde un principio se sumaron celebridades como Miley Cyrus, Paris Hilton o Cher.

OBJETIVO DE LOS PAPARAZZI

A finales de los 90, y años después de haber triunfado en ‘Mickey Mouse Club’, Britney Spears se convirtió en el gran fenómeno de la música pop en un momento en el que no eran las mujeres las que más éxito tenían, sino las ‘boy bands’, que vivían su época dorada, lo que no impidió a la joven artista arrasar con ‘Baby one more time’ y, un año después, con ‘Oops!… I did it again’, dos trabajos que obtuvieron ventas millonarias.

Su éxito y su posterior relación y ruptura con el cantante Justin Timberlake, la convirtieron en el foco de atención de los medios, que escrutaron cada uno de los movimientos de la joven cantante, que no pudo escapar tampoco ni de la inevitable sexualización ni de responder a preguntas que nadie le habría hecho nunca a un artista masculino.

Foto: EFE. Britney Spears en 2016.

Britney Spears y Justin Timberlake se habían convertido en ‘la pareja de América’ y, tras su ruptura, Timberlake asumió un papel de víctima que convirtió a Britney en centro de todas las críticas. 

Él, ahora, tras el estreno del documental que repasa todo lo ocurrido con Britney, ha pedido perdón por cómo se comportó entonces.

Pero el peor momento de la cantante llegaría sin embargo tiempo después, en 2007, tras su divorcio de Kevin Federline tres años después de su matrimonio, con varios escándalos públicos y la pérdida de la custodia de sus dos hijos tras su ingreso en un centro de salud mental.

En el documental se repasan alguno de esos episodios protagonizados por la cantante en los que quedó claro que algo no iba bien, pero que más que para generar alarma, sirvieron en su momento como motivo de mofa, como pasó cuando se rapo el pelo o cuando atacó con un paraguas el vehículo de uno de los paparazzis que la seguían habitualmente.

Daniel Ramos, el fotógrafo increpado por Britney Spears en febrero de 2007, recuerda en el documental la relación de la cantante con la prensa. “Al principio, cuando los paparazzis seguían a Britney, se notaba que lo disfrutaba. Ella saludaba, era muy amigable, un amor de niña. Era como si nos necesitara y nosotros la necesitáramos a ella. Ambos nos necesitábamos y teníamos una gran relación”. 

“Todo explotó cuando tuvo su primer hijo con Kevin Federline. Todos querían un pedazo de Britney. Los medios sensacionalistas pagaban mucho dinero. Cuando estás atrapado en todo eso, en esa telaraña, realmente no ves por lo que está pasando el famoso”, apunta, antes de negar -pese a las evidencias- que Britney pidiera alguna vez que todo aquello parara.

BRITNEY, DISPUESTA AL RETIRO

Fue el padre de Britney quien en aquel momento decidió tomar cartas en el asunto y solicitar la tutela temporal de Britney.  Algo que, como explica Liz Day en el documental, está diseñado para personas mayores que no pueden cuidar de sí mismas ni de su dinero, razón por la que la justicia otorga poderes a otra persona.

“Esto fue inusual, porque Britney es tan joven y productiva… pero se especuló con que podía estar lidiando con problemas mentales o abusos de drogas. Es algo sorprendente teniendo en cuenta que Jamie no era una figura importante en su vida antes de ello”, asegura la periodista de ‘The New York Times’.

El abogado especializado en custodias Adam Streisand revela que Britney Spears le comunicó que no quería que su padre fuese su tutor ni controlase sus finanzas, y que pidió que fuera un profesional independiente, algo que le denegó la justicia. 

Al parecer el control sobre Britney es exhaustivo, tal y como explica Liz Day: “Según los registros judiciales, los tutores de Britney pueden controlar quién puede y no visitarla, y mantener guardias de seguridad sobre ella las 24 horas del día. Tienen el poder de acceder a sus registros médicos y comunicarse con sus médicos, tomar el control de su casa e, incluso, cancelar sus tarjetas de crédito”. 

No sólo eso: también pueden firmar contratos y acuerdos de grabación, giras y apariciones en televisión por ella. “Se especula con que Britney podría haber aceptado la tutela, básicamente, porque estaba preocupada por ver a sus hijos”, sobre los que había perdido la custodia.

Desde 2008, Britney Spears, ha seguido trabajando, cosechando éxitos musicales y aumentando su fortuna. El pasado noviembre, sin embargo, después de que la justicia rechazara su demanda para “liberarse” de las ataduras de la custodia legal, anunció que estaba dispuesta a abandonar indefinidamente los escenarios si su padre no deja de tutelarla.