Michoacán es estado de migrantes, pero no se tienen cifras claras del fenómeno, reconoce secretaria

La titular de la Secretaría del Migrante urgió a concretar un censo de paisanos en la entidad, pues ello ayudará a mejorar las políticas públicas de atención a este sector.

Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán.

Jorge Manzo / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Michoacán no tiene indicadores para medir o tener datos exactos del tránsito de migrantes que se tiene en los municipios, confesó la secretaria Brenda Fraga, tras anunciar una estrategia que tiene como fin evitar que los niños migrantes sean enviados a trabajar a los campos agrícolas o a los semáforos. Oficializó un plan conjunto con la Organización Internacional de Migración (OIM) para guiar la política pública en la entidad. Informó que son 350 personas las que están localizadas en los refugios temporales en la frontera con Estados Unidos que han huido de la violencia, pero estima que puedan ser muchísimas personas más.  

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Cara a Cara para los lectores de La Voz de Michoacán, reconoció que la política pública migratoria en Michoacán ha estado un tanto desolada por las instituciones, por lo que reconoció que una de las tareas urgentes que tiene la Secretaría del Migrante es quitar el estigma de que la migración es algo malo o que trae delitos. Compartió que este fenómeno es un derecho humano, y quien decida generar su plan de vida en otro lugar que no es el lugar de nacimiento, ya debe generar esta perspectiva de protección de derechos humanos. Llamó a hacer sentir como huéspedes a los migrantes que recibimos.

“Tenemos que cambiar a ese sentido. ¿Y por qué lo comento y por qué lo he referido donde me ha sido posible? Porque no solamente podemos hablar de la migración en el sentido económico, de las remesas, sino tenemos que hablar en el sentido humanitario. Y esto me remite a hacer otra función y otro trabajo específico en relación a que la migración no solo es hacia el norte, Estados Unidos-Canadá. La migración también es interna, al interior del estado, con visita de extranjeros, de otros estados, y que nos debe llevar a una reflexión profunda”, expresó la también expresidenta del Congreso de Michoacán.

La legisladora local con licencia aprovechó para convocar e ir desterrando la discriminación en la migración y atacar de raíz estas conductas que podemos ver en la sociedad. “Es un trabajo organizado, las instituciones, sobre todo con la sociedad. Si vemos aquí en la capital a una persona de algún pueblo originario y va con su vestimenta tradicional, nuestra reacción es otra. Si vemos a una persona con otro color de piel, la reacción es otra. Debemos hablarlos más para que eliminemos los comentarios que discriminan, las acciones que delimitan la posibilidad de tener una convivencia armónica”.

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Fraga Gutiérrez reconoció que las debilidades que encontraron en la Secretaría del Migrante a su llegada es que no se cuenta con indicadores que ayuden a tener un dato exacto del movimiento de personas que se tienen en la entidad. En el caso concreto de los jornaleros agrícolas que viajan al interior del estado y que vienen de otras entidades o del extranjero, refirió que la Secretaría de Economía tiene un programa específico para trabajadores en el extranjero y en Michoacán, de migración interna. Resaltó que la institución que ella representa no atiende temas laborales y más bien se enfoca en trámites y algunos servicios.

No obstante, destacó que la nueva administración trata de acercar de manera irrestricta el derecho y la protección de sus derechos humanos. Esto con la intención de salvaguardar las condiciones de los migrantes y de las familias. Aclaró que la Secretaría de Economía debe tener un acercamiento muy preciso de lo que representa este trabajo en los campos michoacanos, y no sólo para tener visible el número o los datos de las personas que ahí están, sino para garantizar la protección de los derechos de los trabajadores en el campo.

Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán.

“No tenemos indicadores, es lo que estamos trabajando. La matriz de indicadores de evaluación de la política es lo que el Estado tiene que presentar y nos ayuda a atender esta situación de posicionar los temas más recurrentes. La matriz de indicadores es lo que nos va a permitir conocer la migración interna y de esta manera tener un control de la información”, destacó la petista, tras anunciar que Michoacán se sumará a un acuerdo con la Organización Internacional de Migración, que ayudará a, entre otras cosas, guiar la política pública en la materia.

La licenciada en preescolar y maestra en derecho admitió que el principal referente que se tiene de la migración hacia Michoacán es de carácter laboral. Comentó que en este punto es crucial trabajar en conjunto con otras secretarías del estado, entre ellas con el DIF, debido a la constante queja de que hay niños migrantes, y esa institución tiene entre sus líneas prioritarias justamente la protección de los infantes. Recordó que una de las principales quejas que se tienen es por la presencia de niños migrantes trabajando en los semáforos.

“Si los padres de familia vienen con sus hijos a trabajar a Michoacán para tener mejores condiciones de bienestar, pueden venirse a trabajar. Pero los niños no pueden trabajar porque el niño debe tener garantizado su derecho a una vida digna, de esparcimiento, de diversión, de juego que les lleve al disfrute pleno de su infancia. Aquí esta política pública está ausente en nuestro Estado. Apenas la estamos diseñando porque anteriormente no existía nada que pudiera delimitar que los padres que tienen el derecho de venir a trabajar, pero no llevarse a sus hijos”.

Brenda Fraga, secretaria del Migrante

Reconoció que en el pasado el tema no era visto con una perspectiva de atención a los derechos humanos, y más bien se intentaba ocultar. Resaltó que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla ha pedido hablar la realidad de la migración. Compartió que hay gente que emigra por pobreza extrema y también por violencia, y por el crimen organizado. “Ese reconocimiento de un gobernador es la primera vez que se da en Michoacán. Ningún gobernador ha aceptado que hay migración forzada, que obviamente pone en riesgo hasta la propia política pública de seguridad”.

“El gobernador nos ha encargado de eso hablar con la realidad para partir de ahí y que de verdad se hagan acciones en política pública que atiendan de fondo. ¿Cuál es la tarea que nos han encargado? Que la migración como derecho humano se vea tal cual, como el derecho a la movilidad, pero que la gente no migre por violencia y no migre por situaciones de pobreza extrema. Migrar no es sencillo, no es sencillo abandonar tu cultura, casa, familia, idioma, costumbres, alimento y rutina de vida. No es sencillo, emocionalmente tiene un impacto muy fuerte”.

En este punto, sobre la migración forzada o el desplazamiento de familias que está ocurriendo en Michoacán, notificó que se tienen detectadas 350 personas, de las cuales muy pocas han solicitado asilo político, y optan por la visa humanitaria. Aclaró que son dos trámites totalmente distintos y cada una con consecuencias legales. El asilo político, en donde tu pides que otro Estado te proteja, porque tu propio Estado no te la está resolviendo. Solicitar y obtener el asilo político significa que no tienes retorno, no puedes regresar a tu país jamás. En la visa humanitaria sí”.

Foto: Unicef

Informó que las 350 personas detectadas y con las que se ha tenido contacto en refugios establecidos en Tijuana. Dijo que hay personas que han regresado y otras que han decidido no volver. Contextualizó que este municipio de Baja California se ha convertido en una ciudad con complicaciones severas, debido a que se ha convertido en un embudo de Latinoamérica, en donde no sólo se encuentran con un muro de ladrillos, sino también de leyes, de papel, de emociones, de burocracia, que incluso, ha hecho que personas se arrepientan de abandonar su país.

Admitió que el universo de personas es pequeño, pero son los que hasta ahora han sido localizadas. Mencionó que es probable que existan muchísimas personas más que están ubicadas en otras ciudades de la frontera. Informó que hay personas que no quieren exponer su situación, y es su derecho y hay gente que quiere que el Estado se olvide de lo que le sucedió. “Ese es un derecho que en México casi no se habla de él, pero que es importante empezarlo a visibilizar para la tranquilidad y la integridad de muchas personas”.

¿En dónde se acentúa el problema en Michoacán de la migración?

“Los municipios más abandonados son los que más expulsan personas. El tema de la migración no es para presumirse, no es un tema que nos va a dar gusto, que la gente se tuvo que ir a otro país para poder mejorar sus condiciones y esto lo vemos con mayor precisión en las comunidades y son las que han estado abandonadas por falta de oportunidades laborales. Las condiciones económicas son complejas. El tema de los programas federales, por lo menos en cada familia exista un beneficiario de uno de los programas, sí minimiza la carga, pero aún no soluciona. Aún no se puede decir que los programas vienen a delimitar o a mandar el tema de la migración como una opción remota. Todavía no”.

Los michoacanos en Estados Unidos. ¿Cómo están en este momento?

“Están desalentados porque prácticamente en el tema de la pandemia, pues no se resolvieron muchos de los asuntos que ellos necesitan, que ellos pretenden. Los compañeros migrantes, en particular quienes se encuentran en Estados Unidos, están muy al pendiente de lo que sucede en Michoacán por esta situación emocional y también le dan seguimiento a todo lo que pasa, incluso yo creo que más que los que vivimos en el propio Michoacán y esto permite tener una comunicación fluida de ciertas situaciones, los migrantes requieren la atención a diferentes proyectos. Un gran porcentaje de los migrantes atiende a este referente de poder generar condiciones de trabajo, de beneficios y con la esperanza de regresar un gran porcentaje”.

Confesó que hay otro porcentaje de migrantes michoacanos que no quiere regresar porque aún no ven que el Estado mexicano haya cambiado como para asegurar su futuro. “Eso es un referente y un indicador que nos debe de poner a trabajar a las instituciones, a los diferentes niveles y de los diferentes espacios. Y sí visualizar que necesitamos preparar un estado fuerte en el que le demos las alternativas y las oportunidades, no solo al que se fue, sino al que retorna por alguna circunstancia. Pero además el que está aquí, y eso es una tarea y un esfuerzo que se tiene que hacer en conjunto con todas las dependencias”.

Elogió la cantidad de recursos que se envía a través de remesas, que significan poco más de 5 mil 100 millones de dólares, más que el presupuesto que tiene Michoacán y que ronda en los 81 mil millones de pesos. Equiparó lo que se recibe en remesas y lo que se tiene en el gobierno. “Hay mayor poder adquisitivo entre los michoacanos que no están en Michoacán, a los michoacanos que sí y esa circunstancia debe de llevar a cambiar la percepción de la migración”. Resaltó que el dinero que los migrantes mandan, es dinero que fluye, que no se estanca, y lo utiliza en primera instancia para alimentación, salud, educación y cultura, desde apoyar para los festivales de sus comunidades.

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Reconoció que si no enviaran esos 5 mil 100 millones de dólares de remesas habría complicaciones severas en las comunidades porque no habría ingreso. “Debemos hacer un gran reconocimiento a los migrantes. Entre 2020 y 2021, en los diferentes estados, las remesas bajaron, a diferencia de Michoacán, subieron y en tiempo de pandemia. Esto tiene relación con las políticas de protección al trabajador en Estados Unidos, cosa que nosotros no tenemos. En el caso de los trabajadores en el extranjero, sus seguros les generaban un ingreso superior a los 3 mil dólares mensuales sin trabajar, para garantizar que estaban bien. Esa es una tarea pendiente que tenemos”.

Para concluir, la secretaria informó que el principal motivo por el que la gente emigra a los Estados Unidos es por la falta de oportunidad, vinculado principalmente con el salario digno. “Tiene que ver con pobreza, y competencia laboral. Puede haber dos personas que tengan capacidades similares compitiendo para el mismo puesto, pero uno tiene su documentación que lo acredita como un certificado de profesional o certificado de preparatoria. En México se estila en la dimensión de las leyes laborales que el documento pesa mucho más que la experiencia y la habilidad. Esta situación nos lleva a que donde hay oportunidades pesa más la documentación que la otra parte. Y en Estados Unidos eso no pesa igual, no pesa de la misma forma. Hay gente que allá tuvo un éxito tremendo y le fue muy bien en ese sueño americano que se crearon y no tiene estudios oficiales”.