Certifican a Cerro Grande como Área Voluntaria para la Conservación

El Cerro Grande es el segundo cerro más grande de Michoacán y constituye la primer AVC de mayor extensión en ser certificada.

Redacción / La Voz de Michoacán

Tangancícuaro, Michoacán. Considerado el segundo cerro más grande de Michoacán, Cerro Grande, ubicado en la comunidad indígena de Patamban, municipio de Tangancícuaro, fue certificado como Área Voluntaria para la Conservación, AVC.

Ricardo Luna García, secretario de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial, fue el encargado de entregar el certificado en representación del gobernador Silvano Aureoles Conejo, que por cuestiones de salud no pudo asistir a este histórico momento tanto para los habitantes de Patamban como de todo el estado, porque las 3 mil 490 hectáreas de superficie colocan a este sitio natural como el Área Voluntaria para la Conservación más grande de Michoacán, aseguró el titular de la Semaccdet.

“Las Áreas Voluntarias para la Conservación son evidencia del interés de la sociedad en participar en la conservación de los ecosistemas y de la vida que habita en ellos. Además, los propietarios asumen la responsabilidad que implica el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales para satisfacer necesidades básicas sin atentar contra la sobrevivencia de otras especies”, dijo Ricardo Luna García

El predio pertenece a la comunidad indígena de Patamban y el deseo de sus habitantes, explicó José Antonio Hernández, presidente del Comisariado de Bienes Comunales de Patamban es que esta área forme parte del patrimonio estatal para que, a través de un programa de manejo especial diseñado específicamente para Cerro Grande, se puedan preservar los recursos naturales de la amenaza del cambio de uso de suelo para la introducción de aguacate.

Ricardo Luna García, secretario de Medio Ambiente, reconoció a la comunidad de Patamban por su aportación no solo de superficie para este proyecto sino por su trabajo para apropiarse de sus tierras y evitar así, que intereses particulares quieran cambiar la vocación del suelo forestal, el cual además de agua y oxígeno aporta múltiples servicios ambientales como la captura de carbono, que según las estimaciones, un solo árbol de esta reserva puede capturar anualmente carbono cuyo valor económico sería de más de 34 millones de pesos.

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