Congreso local, sin dinero para nómina pero con casi 40 millones de pesos en cajas chicas de diputados

Faltan 29.8 millones de pesos para pagar la nómina de este año, pero hay cuantiosos “sobrantes” en otros capítulos de gasto del Congreso, que suman 39.4 millones.

Javier Favela / La Voz de Michoacán

Michoacán. No hay déficit general en las finanzas del Congreso del Estado, según la proyección del cierre presupuestal 2022. Sí faltan 29.8 millones de pesos para pagar la nómina legislativa de este año. Sin embargo, hay cuantiosos dineros sobrantes en otros capítulos de gasto del Congreso, que a su vez suman 39.4 millones de pesos.

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Así se desprende del reporte de gastos pendientes que elaboró Héctor Calderón, director general de Administración del Congreso, con copias para la diputada Mónica Valdés, presidenta del comité de administración, y para la secretaria Rocío Pineda Gochi.

La proyección del cierre presupuestal 2022 está poniendo en evidencia las maniobras de una mafia enquistada en las áreas administrativas del Congreso, la que durante años ha inflado las partidas del gasto y ha fabricado el mito de los déficits financieros para usufructuar el presupuesto y desaparecer sumas millonarias.

Héctor Calderón tiene a su cargo los departamentos de Nóminas, Recursos Humanos, Recursos Materiales y Servicios Generales. Su última proyección del gasto octubre-diciembre 2022 hace el recuento general de las erogaciones pendientes, pero omite informar a sus superiores sobre las partidas infladas y las cajitas felices escondidas en el presupuesto anualizado del Congreso.

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Foto: Congreso del Estado

Los sobrantes o superávits en diversos capítulos de gasto 2022 son los siguientes: 33.1 millones de pesos, en Servicios Generales; 3.8 millones de pesos, en Materiales y Suministros; 2 millones, en Transferencias y Subsidios; y 528 mil pesos, en Bienes muebles, inmuebles e intangibles. Estas cifras superavitarias compensan sobradamente el actual déficit de 29.8 millones de pesos que se concentra en el capítulo de Servicios Personales del Legislativo.

El mito del permanente déficit legislativo se consolidó con la perredista Laura Carmona y el panista Alberto Chávez Sandoval. Ambos fueron secretarios legislativos de Finanzas y ambos a la postre se convirtieron en contralores internos del Congreso. El líder sindical Rogelio Andrade hizo alianza con el PAN para intercambiar favores financieros. Ahora el exsecretario Alberto Chávez, Alfredo Magaña (a cargo de la nómina) y Víctor Camacho (virtual jefe de Finanzas) son también flamantes sindicalizados del Stasple.

Aun con 10 meses del presupuesto legislativo 2021 ya ejercido por Alberto Chávez, empezó a sobrarle dinero al nuevo jefe de finanzas, al priista Mario Villegas; incluso adquirió irregularmente un software y hasta devolvió 141 mil pesos a la Tesorería del Estado.

Con el recurrente bulo del déficit presupuestal, el Congreso nunca ha pagado el impuesto sobre la nómina (esa partida tiene 7 millones 050 mil pesos este 2022). Durante años los diputados han solicitado aumentos al Ejecutivo en turno para hacer los respectivos cierres presupuestales. De nueva cuenta, diversos legisladores están tocando puertas, pidiéndole más dinero al gobernador Ramírez Bedolla y al secretario estatal de Finanzas, Luis Navarro.

El capítulo de Servicios Personales representa el 62 por ciento del presupuesto total del Congreso en el 2022. Solo ahí hay un déficit y es por 29.8 millones de pesos, cuyo origen es la sobrecontratación de personal de confianza de enero a junio de este año. El pasado mes de julio la Junta de Coordinación y el Comité de Administración decidieron cortar la inercia deficitaria de este capítulo, dando de baja al personal de confianza excedente. No hacerlo así, hubiera absorbido el resto del presupuesto disponible y habría hecho insostenible la operación sustantiva del Congreso local.

Cabe referir que el pasado viernes terminó la relación laboral de Beatriz Climaco, quien fue directora de finanzas durante un año. Se retiró entre porras y abrazos efusivos de sus compañeros.

ABULTAN PARTIDAS DE GASTO

El ahorro en el capítulo de Servicios Generales del Congreso llegaría a 33.1 millones de pesos, lo que resulta suficiente para cubrir el déficit en el capítulo de Servicios Personales (nómina de personal).

Desglosando el superávit, $13.8 millones se apartaron para pagar laudos y $7 millones, del impuesto sobre la nómina que nunca paga el Congreso. En Servicios Generales “sobrarán” o no se ejercerán $5.8 millones del famoso bono de gestoría (50 mil por diputado), $2.4 millones en asignaciones a bancadas, un millón 090 mil pesos en alimentación de funcionarios, 805 mil para capacitación a funcionarios (no se ha hecho nada en 10 meses), 543 mil en gastos de ceremonial, 248 mil en renta de fotocopiadoras, 210 mil para mantenimiento de inmuebles, 198 mil en operatividad mediática (compra de spots o esquelas, por ejemplo) y muchos otros piquitos menores. En tanto, en el capítulo de Materiales y Suministros se ahorrarán $3.8 millones. En el capítulo de Transferencias, subsidios y otras ayudas (los apoyos que dan los diputados), el ahorro sería de $2 millones. En el capítulo de Bienes se ahorrarían $528 mil.

A nivel de partida, dentro de los capítulos antes expuestos, “sobrarían” $2.3 millones de pesos en combustibles, $286 mil en bienes informáticos, $168 mil en licencias intelectuales, $470 mil en materiales de oficina, $200 mil en apoyo informático (discos compactos, USBs y otros), 422 mil en materiales de construcción.