COVID-19 sigue afectando economía de Michoacán; en Uruapan sigue el cierre de hoteles y moteles

La oferta local es de unas mil 800 habitaciones con precios que oscilan entre los 300 pesos a los dos mil o más por habitación por persona.

Foto: Rogelio Arellano.

Rogelio Arellano / La Voz de Michoacán

Uruapan, Michoacán. Derivado de una inactividad casi total en materia turística, debido a la emergencia sanitaria por el COVID 19, este fin de semana aumentó el número de hoteles y moteles que han cerrado sus puertas  de manera temporal al menos hasta el próximo 20 de abril de acuerdo a las disposiciones de las autoridades de la Secretaría de Salud.

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Empleados de los pocos hoteles que aún permanecen abiertos, entre ellos Villas de Flores y El Tarasco, estiman que posiblemente durante la presente semana el 90 o 95 por ciento de las aproximadamente 40 hospederías se sumen a esta medida, sector que actualmente representa una fuente de empleo directa para unas mil 100 personas.

La oferta local es de unas mil 800 habitaciones con precios que oscilan entre los 300 pesos a los dos mil o más por habitación por persona, espacios que en su mayoría durante la semana pasada no registraron un solo cliente por día, por ello la determinación de suspender actividades hasta la citada fecha o más en caso de que así lo determinen las autoridades.

De acuerdo a informes de la Asociación de Hoteles y Moteles de Uruapan (AHMU), el turismo de negocios, es el principal segmento que demanda servicios de hotelería y restaurantes durante las temporadas bajas con una ocupación promedio del 50 al 60 por ciento, cifra que se eleva al 90 o 100 por ciento en temporadas altas.

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Son estadísticas promedio que permitían la rentabilidad de las 10 hospederías y por ende la oferta laboral, incluso en periodos vacacionales, se eleva la oferta laboral temporal en un 10 por ciento, incluidos aquellos moteles cuyo servicio es por horas sin servicios complementarios como restaurante y otros que se brindan en el resto de negocios.

La inseguridad y la crisis económica, eran los factores que desde hace más de una década han afectado el flujo de turistas en esta y otras regiones del estado y el país, sin embargo, la sorpresiva emergencia sanitaria altero todas las cadenas productivas y desde luego la hotelería en una ciudad con mercada vocación turística.