CRÓNICA | Por fin Diego inicia su juicio oral; muestran imágenes que evidenciarían a Jessica con él

La familia de Jessica relató ante el juez cómo fue el último día que la vieron con vida, con la esperanza de encontrar justicia por el feminicidio.

Imagen: Especial

Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán

Al medio día nos escribimos para saber si ya habíamos desayunando. Yo estaba en mi negocio. Más tarde me pidió permiso para salir a tomar un café y se lo di; nunca regresó. Cuando llegué a la casa le marqué para saber a qué hora iba a llegar, pero no me contestó, pensé que se le había acabado la pila. Minutos antes de las diez de la noche volví a insistir, en realidad fueron varias llamadas y todas se fueron a buzón.

Entonces marqué a algunas de sus amigas y ellas contactaron al resto de amigos para preguntar por ella, pero nadie sabía nada, incluyendo nuestros familiares. Entonces llegó el pánico. Acudí a levantar a alerta de desaparición dando todos los datos que tenía, incluso llevé una foto en la que aparecía con la misma ropa con la que había salido: un suéter café, un pantalón negro y unas botas oscuras.

¿Por qué está aquí, Verónica? -preguntó la representante del Ministerio Público, Lorena Bedolla.

Por la muerte lamentable de mi hija -respondió la madre de Jessica González Villaseñor.

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Luego de casi 21 meses de haber encontrado el cuerpo de Jessica, este lunes 13 de junio se llevó a cabo el debate del Juicio Oral de Diego “N”, en el que la madre y el hermano de la víctima, Verónica Villaseñor y Cristo González Villaseñor, asistieron en calidad de testimonios y así, por primera vez, relataron el último día que convivieron con ella.

Ante el juez del Tribunal Unitario de Enjuiciamiento, Ariel Montoya Romero, respondieron a cuestionamientos de sus representantes de Atención a Víctimas y Ministerio Público, así como de los abogados del imputado. Por la condición de testigos, ambos no pudieron escuchar la audiencia, pues la ley dicta que no pueden enterarse de lo que sucede y así no alterar sus declaraciones.

Previo a que fueran abordados, a petición del juez, la defensa reconstruyó los hechos que buscan ser demostrados y que determinen si Diego es inocente o culpable.

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El relato, muestra un acto de crueldad en el que se le provocaron lesiones hasta arrebatarle la vida, una vida que apenas contaba 21 años. De cómo Jessica fue tratada por el presunto victimario sin la más mínima dignidad, pues su cuerpo fue tratado como un objeto antes y después de fallecer. Mientras las horas siguientes Diego intentó realizar su vida normal. Por esas condiciones, la defensa busca que se acredite el delito de feminicidio, que aumentaría la condena de Diego, en caso de que se declare su culpabilidad.

Mientras la tarde de aquel 21 de septiembre de 2020, los padres de ella se dirigían a su hogar, donde sí se encontraban sus otros dos hijos varones, Jessica sufría indefensa el peor mal que se puede causar a otro ser humano.

Los representantes del Ministerio Público y de Atención a Víctimas relataron lo ya conocido: Jessica salió de su casa para encontrarse con Diego, quien después de recogerla se dirigieron al fraccionamiento donde él vivía, alrededor de las 17:38 horas. Luego la llevó a la parte sur del conjunto habitacional, junto a la barda perimetral, donde mantuvo relaciones sexuales con violencia. Por alguna razón le provocó fuertes lesiones principalmente en la cabeza y rostro que le provocaron la muerte. Posteriormente arrastró el cuerpo desnudo -de la cintura para abajo- hacia una área boscosa del mismo fraccionamiento y ahí lo dejó. Tras abandonar el cadáver, llamó a dos de sus amigos para pedirles ayuda pero estos se negaron a brindarsela.

Ante lo expuesto, y con el poder de la palabra brindadp por el juez, el abogado de Diego “N”, Jesús Medina, argumentó que todo lo dicho en contra de su cliente, debía de probarse, desde la conducta atípica que le señalan a Diego, la autenticidad del vehículo que se presume usó, así como el tiempo, modo y lugar en que se cometió el delito. Además reprochó que se dejara de investigar que el teléfono de la víctima siguió en presunto funcionamiento después del 21 de septiembre.

“Mi representado, el señor Diego, ya fue sentenciado mediáticamente por la gente”, lamentó Medina.

TESTIMONIO DE VERÓNICA

Además de lo ya mencionado, la madre añadió en su testimonio -conducido por sus representantes- lo siguiente: Jessica dejó su computadora en la mesa de mi casa por lo que pudimos acceder a ella y notamos su último viaje de Uber, el cual pidió un día antes [el 20 de septiembre de 2020], intentamos localizar al chofer pero nos fue imposible. Días después entregué el equipo a la Fiscalía quien sí pudo contactar al conductor.

“Pasé día y noche en la Fiscalía, no tenía ánimos para nada más. En octubre acudí a un centro Telcel para recuperar el número de mi hija, llevé su INE y afortunadamente me dieron el chip que inserté en un teléfono que tenía en casa. Yo sola recuperé la línea y encontré lo que necesitaba: conversaciones con Diego. Ese celular lo mantenía apagado, lo prendí muy pocas veces cuando encontraba las fuerzas y luego en febrero de 2021 lo entregué a la Fiscalía”.

-¿Manipuló usted el celular? -preguntó la defensa de Diego cuando pudo interceder.

-No entiendo a que se refiere con la palabra manipular -respondió la madre.

-Prender y apagar el celular, es manipular, ¿lo manipuló?

-Sí.

CRISTO RECONOCIÓ EL CUERPO

El segundo testimonio fue el del hermano de la víctima, quién de igual manera relató el último día de Jessica con vida:

Después de mi hora de comida del trabajo, entre la una y dos de la tarde, invité a mi hermana al cine, pero me dijo que no podía ir porque iría a un café. Momentos después, entré a su cuarto y vi que se estaba arreglando para salir. A las cinco de la tarde, desde mi cuarto escuche que se despidió de mi hermano, cerró la puerta de la casa y un auto arrancó. A las nueve, luego de las primeras llamadas que le hizo mi mamá sin éxito, mi papá, mi hermano y yo nos pusimos a ver la televisión. A las 10, llamamos a sus amigas y a las once a nuestros familiares. Mi mamá se fue a la Fiscalía y yo me quedé en casa por si algo sucedía y en ese momento me percate de la computadora de Jessica y entré para buscar información.

-¿Usted conocía a Diego? -cuestionó la representante del Ministerio Público.

-Físicamente no, respondió Cristo, Jessica me habló de él unas cuatro veces pero me dijo que no tenían una relación, que ella no podría tenerla porque Diego era muy prepotente y creído por su estatus social.

Cristo contó que su padre estaba con los peritos cuando encontraron el cuerpo de su hermana, pero que quien acudió a la Semefo a reconocer el cuerpo fue él, porque sería algo muy doloroso para sus padres ver la manera en que quedó el cadáver. “Es lo más tormentoso que he vivido. Reconocí sus tatuajes. Su cara estaba deformada, golpeada; los hombros y las piernas estaban muy arañadas”.

Mientras Cristo relataba, Diego, sentado a unos 4 metros de distancia, lo veía fijamente mientras movía sus dedos y sólo apartaba la mirada para verse las manos.

Durante la intervención de Cristo, fueron mostradas las imágenes de las capturas de distintas cámaras de video colocadas en el fraccionamiento donde vivía Diego. En todas se veía el auto que presuntamente usó y que pertenece a su padre -de acuerdo con las investigaciones-. Los representantes de la víctima destacaron las placas, la fecha y la hora de las salidas y entradas del auto. Fue Cristo quien evidenció que en una imagen Diego porta lo que parece un guante azul de latex y en un par de imágenes se observa el que asegura es el rostro de Jessica: “Esa es su cara, se ven perfectamente su sonrisa, sus ojos, el color de su cabello y el color de su suéter”.

La defensa del imputado intentó encontrar inconsistencias en la fecha, hora y en las declaraciones de Cristo, sin embargo, por cuestiones técnicas y falta de argumentos, no procedieron.

Por falta de tiempo, el juez del Tribunal Unitario de Enjuiciamiento, Ariel Montoya Romero, dio por concluida la sesión pese a que aún faltaba un testigo por declarar y dio una nuevas fechas para continuar con el debate, siendo la más próxima el 23 de junio a las 13:30 horas y la última el 11 de julio, para posteriormente declarar la culpabilidad o inocencia de Diego y la respectiva sentencia.

PAPÁ DE DIEGO INSISTE EN QUE SU HIJO ES INOCENTE

Antes de que comenzara la audiencia, cuando la señora Verónica se disponía a entrar a la sala, fue interceptada por el papá de Diego, sin embargo, ésta no lo dejó hablar y le dijo: “sí no quiero verte, tú crees que quiero escucharte”.

Ante la negativa, el hombre buscó al papá de Jessica a quien le insistió que Diego es inocente y lo que obtuvo como respuesta fue que él le pidiera “a su hijo que dijera la verdad para que todo esto acabara”.

Esta acción fue tomada por la familia González Villaseñor como una agresión y ante medios de comunicación lo acusaron de violento y de usar su condición económica y social para llevar el caso.

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