Denuncian centros de reconversión en Morelia; internan a hijos e hijas y sufren todo tipo de abusos

Activistas LGBT+ indican que aún se recurre a estas prácticas en toda la entidad; exigen actualizar leyes

5 centros de conversión sexual en Morelia.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán.- Al menos cinco centros de conversión sexual han sido detectados en la ciudad de Morelia en los últimos meses. En total impunidad, los centros disfrazados de anexos para la atención de adicciones incurren en actos tortura física, abuso sexual, psicológico y todo tipo de prácticas ilícitas.

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A pesar de los casos documentados, en Michoacán dichas prácticas aún no se castigan ni se persiguen debido a la falta de actualización de la legislación estatal.

En la antesala de la conmemoración por el mes del Orgullo Gay para el mes de junio, y en el marco del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, colectivos señalaron que a pesar de los avances en materia legislativa y de protección de derechos por parte de los gobiernos, las “terapias de conversión” se siguen presentando.

Debido a la secrecía con la que operan estas empresas y a la pantalla de atención a las adicciones, poco o nada se ha hecho por parte de las autoridades estatales. Incluso, el dato más preocupante refiere que podrían ser cientos de espacios similares operando en todo el estado. 

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En voz de Itzel Bernabé, activista y subdirectora del Departamento de Diversidad Sexual en Michoacán, durante los últimos seis años se ha documentado la impunidad con las que se prestan los servicios de terapias de conversión.

“Del 2020 hemos documentado dos casos y se me han acercado por menos unas 10 personas más. En Michoacán no se castiga la terapia de conversión”. Foto: Sam Herrera

Advirtió que, ante la falta de información, las familias han pagado y firmado autorizaciones para internar a sus hijas e hijos en centros carentes de todo tipo de regulación. Los resultados han sido terribles; mujeres han sido obligadas a mantener relaciones sexuales con hombres para “curar el lesbianismo”, terapias electroshock, violaciones colectivas y otras prácticas que vulneran la dignidad y la vida humana.

Quieren curar la homosexualidad como si fuera una enfermedad. Son incluso más maltratados que los que sufren de algún grado de alcoholismo o de drogadicción. La mayoría no denuncia, se quedan calladas. Del 2020 hemos documentado dos casos y se me han acercado por menos unas 10 personas más. En Michoacán no se castiga la terapia de conversión”, manifestó.

5 centros de conversión sexual en Morelia

A pesar de que han buscado atención y explicaciones en la Junta de Asistencia Privada del Estado, no se advierte regulación alguna sobre estos procesos de “conversión” y los centros contra adicción en donde se están llevando a cabo. Dichos espacios surgieron como respuesta a una gran necesidad de atención que tiene la población ante los problemas de adicciones. No obstante, la irregularidad prevalece en estos espacios que incluso han tenido señalamientos de actividades ilícitas en su conjunto.

Pese a que existen alrededor de poco más de 380 centros de rehabilitación en todo Michoacán, solamente ocho están reconocidos y regulados por autoridades gubernamentales, tanto estatales como nacionales, esto de acuerdo a lo que informó la Comisión Nacional contra las Adicción (Conadic) el año pasado.

Las encargadas de regular estos espacios son la Secretaría de Salud de Michoacán y la misma Conadic.  La razón de las condiciones de irregularidades se entiende como una red de complicidad que existe entre los establecimientos y que rebasa las capacidades de monitoreo de las autoridades.

NO SE TIENE QUE ‘CURAR’

En 1973, la APA-Psiquiatría sacó a la homosexualidad del DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), sin embargo, en ese momento la homosexualidad seguía siendo considerada un “disturbio de la orientación sexual”. No fue sino hasta 1986 cuando la asociación retiró a la homosexualidad completamente de dicho manual. Posteriormente, el 17 de mayo de 1990, la OMS retiró también a la homosexualidad del CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades), manteniendo esta misma postura en su actualización más reciente, la CIE-11. En este sentido, debido a que la homosexualidad no es una enfermedad se decidió sacarla de los manuales. Esto implica que no es una condición que se pueda o deba curar.

Aunque no hay un consenso científico de las causas para tener una orientación sexual o identidad de género determinada, los esfuerzos para encontrar dichas razones ya no deben ser relevantes para la práctica psiquiátrica o psicológica, dado que tener una orientación sexual o identidad de género diferente a la heterosexual no es considerada como una enfermedad.

Los ECOSIG, o Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género, son prácticas de diferente índole -sesiones psicológicas, psiquiátricas, consejería religiosa, entre otros métodos- con la intención de cambiar la orientación sexual de una persona específicamente de homosexual o bisexual a heterosexual 22. Además, estos tratamientos o prácticas también pueden estar dirigidas a cambiar la identidad o la expresión de género de las personas trans.

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) establece como terapias de conversión las conductas de coerción y falta de consentimiento; privación ilegal de la libertad y prácticas supuestamente “basadas en procedimientos psicológicos o psiquiátricos” o de tipo religiosos; también es normal el uso forzado de medicamentos.

Asimismo, las violaciones sexuales son recurrentes en las terapias de conversión.