GALERÍA | Sin mayores restricciones sanitarias, Tzintzuntzan vive la víspera de Día de Muertos

Contrario a lo que el Ayuntamiento había anunciado, sólo hay 2 filtros discretos, sin cuestionamientos a los visitantes ni instrucciones sobre las medidas de seguridad

Texto, Omar Cuiriz; Fotos, Christian Hernández / Enviados, La Voz de Michoacán

Tzintzuntzan, Michoacán. El Pueblo Mágico de Tzintzuntzan no cerró sus panteones, por lo que sus habitantes pudieron ingresar este sábado con normalidad para colocar sobre las tumbas los pesados arcos de cempaxúchitl, veladoras y ofrendas, mismos que desde temprana hora los turistas extranjeros y nacionales pudieron contemplar casi como cualquier otro año.

PUBLICIDAD

El pueblo tiene dos accesos por carretera: el que viene de Pátzcuaro y el de Quiroga, en los que fueron instalados dos filtros discretos sin que haya cuestionamientos a los visitantes ni se brinden instrucciones sobre las medidas de seguridad, lo que origina un ambiente fuera de las estrictas estrategias que anunciaron y pidieron las autoridades de Salud.

Por temor a que no se les permitiera el acceso a los panteones, los habitantes de Tzintzuntzan se previnieron y tuvieron listos los adornos, mismos que fueron colocaron un día antes del 1 de noviembre, día que se acostumbra a instalarlos, por la incertidumbre las decisiones que pudieran tomar las autoridades de última hora.

El alcalde del Pueblo Mágico advirtió que el ingreso a los panteones sería únicamente para los familiares de los difuntos dentro de los panteones y que se negaría el acceso a turistas; sin embargo, este sábado los turistas pudieron acceder y admirar las tradiciones de manera previa y casi de sorpresa.

PUBLICIDAD

“No sabemos a qué hora van a cerrar, nos dijeron que en la noche, pero no sabemos a qué hora, nosotros decidimos poner la ofrenda y prender de una vez las veladoras por cualquier cosa”, señaló la señora Celsa, una habitante quien colocaba unas 50 veladoras alrededor de la tumba de su padre.

En este pueblo se acostumbra realizar un desfile el 1 de noviembre con todos los arcos dedicados a los difuntos nuevos, es decir, de las personas fallecidas que por primer vez pasarán una Noche de Muertos. Se forman en fila estos adornos de madera cubiertos de cempasúchil y alrededor de ellos los acompañan familiares y conocidos, quienes danzan a ritmo de mariachi o banda; luego los depositan en el Atrio de Los Olivos, donde el sacerdote ofrece una misa para bendecirlos; sin embargo, este año, para evitar aglomeraciones, se tomó la decisión de que los arcos fueran por separado y con un tiempo de diferencia de alrededor de una hora, empezando desde este 31 de octubre.

Asimismo, el tradicional camino a las Yácatas luce vacío de los puestos de venta de antojitos y artesanías. Pese a estas medidas, se nota un gran movimiento por parte de los lugareños y la llegada de visitantes.

Los días de mayor aforo son el 1 y 2 de noviembre, por lo que se espera mayor afluencia de turistas pese a los llamados de no asistir y celebrar el Día de Muertos en casa. Cabe destacar que esta fecha resulta positiva para la economía de las familias de este pueblo.

Por la carretera que atraviesa la localidad se pudieron observar también cientos de autos y camionetas familiares con turistas dirigiéndose hacia Pátzcuaro como parte de los acostumbrados recorridos por la región Lacustre, aumentando el riesgo de brotes de contagios de la COVID-19.