Desaparición de la Prueba PISA por presión magisterial lapidaría la educación: Mexicanos Primero

La CNTE sistemáticamente se ha opuesto a todos los mecanismos de evaluación estandarizada, debido a que, según dicen, no toma en cuenta contextos locales, culturales y socioeconómicos que influyen en la evaluación, por ello han interrumpido su aplicación e incluso se han quedado con las pruebas sin devolverlas

Foto: Víctor Ramírez.

Juan Bustos / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. En los últimos 15 años, en Michoacán no se tienen diagnósticos en torno al logro del aprendizaje debido a la negativa de aplicación de las Pruebas del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) por parte de los sindicalizados, por lo que la posibilidad de que la misma no se aplique en México empeoraría aún más la situación en la entidad, ya que dejaría de ser una excepción para convertirse en una constante, expuso Erik Avilés Martínez, presidente de Mexicanos Primero capítulo Michoacán.

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En entrevista a propósito de la información en distintos medios acerca de una posible retirada de México del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, el activista indicó que en Michoacán impera la opacidad respecto al logro en el aprendizaje, y en particular en el estado, este tipo de evaluaciones no suelen aplicarse en tiempo y forma, en una entidad históricamente ubicada entre los 4 o 5 cinco más rezagados.

Es importante recordar que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es la que sistemáticamente se ha opuesto a todos los mecanismos de evaluación estandarizada, debido a que, según la fracción gremial, no toma en cuenta contextos locales, desde temas culturales y hasta socioeconómicos que influyen en la evaluación, por ello han interrumpido su aplicación, incluso se han quedado con las pruebas sin devolverlas.

No obstante, la evaluación es precisamente estandarizada y se aplica sin problema en decenas de países con contextos disímiles, como en México. Los reactivos están diseñados para que, no importando el contexto, los alumnos tengan la capacidad de contestarlos o identificar puntos o temas donde haría falta invertir y redirigir esfuerzos en la enseñanza. Los focos principales de la prueba en los últimos han sido lectura y matemáticas básicas, por lo que el argumento del CNTE ha sido calificado históricamente como débil y más orientado a no exhibir la falta de resultados en el sector docente.

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Reiteró Erik Avilés que PISA 2022 debe aplicarse en México y, en el caso del estado, “desde Mexicanos Primero Michoacán hemos exigido a la autoridad educativa realizar las aplicaciones evaluativas en tiempo y forma, lo cual ha sido incumplido por los gobiernos estatales de los últimos 15 años.

“En este marco político-electoral es importante que los candidatos a gobernador se comprometan con impulsar la cultura de la evaluación, especialmente en materia educativa”, dijo.

Indicó que las personas defensoras de derechos de la infancia y la juventud, así como activistas y expertos en derecho a la educación, “manifestamos nuestra preocupación ante la posibilidad de que no se realice en nuestro país la evaluación PISA 2022”.

Agregó que la evaluación es el primer paso para mejorar, “sin información sólida se pone en riesgo la solidez de las soluciones tales como acciones vigorosas para mejorar la gestión escolar, apoyo a los docentes, infraestructura y sobre todo la intervención pedagógica”.

“Los ciudadanos debemos activar nuestra libre expresión y nuestro derecho a la participación, reconocidos por la Constitución y los tratados internacionales, para pedir cuentas, proponer y colaborar en la promoción y defensa de lo que corresponde al interés superior de la niñez”, apuntó.

Reiteró que las evaluaciones son un elemento de diagnóstico que favorece el ajuste de las intervenciones educativas. Así como en el derecho a la salud el diagnóstico de la condición de cada niña, niño y joven es requisito para la intervención sólida y oportuna a su favor, en el derecho a la educación la evaluación permite corregir ausencias y omisiones en la acción educativa, focalizar poblaciones, rediseñar prácticas, reasignar presupuestos y, en general, tener elementos para superar la inequidad y la exclusión.

“Si se emplean debidamente son un elemento crucial de la consolidación y de la restitución de derechos de infancia y juventud en su proceso educativo, entendido como el despliegue libre de todas sus potencialidades”, aseguró el representante civil.

Recordó que México participa en el programa PISA desde sus inicios, en el año 2000, y a lo largo de sus diversas ediciones, los resultados de PISA han permitido identificar algunas limitaciones estructurales de nuestro sistema escolar, así como propiciar prácticas efectivas, implementadas por autoridades y por los docentes mismos de educación básica y media superior.

“Gracias a los análisis nacionales y contextuales de los resultados de PISA, se ha podido focalizar acciones para los estados y subsistemas con mayores carencias y para superar elementos de inequidad y de exclusión”, dijo.

El activista expuso que los cuestionarios de contexto que incluye PISA permiten tener no una simple “medición” de respuestas correctas, sino conectar el desempeño de los estudiantes con la escolaridad de sus familias, su estado socioemocional, las opiniones de sus directivos y maestros sobre la escuela y sus procesos, todo lo cual favorece ajustes y acciones adicionales para no dejar a nadie fuera y no dejar a nadie atrás.