CRÓNICA | Así se vivió el martes de Carnaval en la Monumental de Morelia

Chicos y grandes vivieron la algarabía del Carnaval en el ruedo más importante del estado: la Plaza de Toros Monumental de Morelia

Foto, Jaime Lagunas.

Gonzalo Reyes / La Voz de Michoacán

Fotos de Jaime Lagunas

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Morelia, Michoacán. Se cumplió la tradición y, de nueva cuenta, la Plaza de Toros Monumental de Morelia fue sede de un martes de Carnaval. Un regreso importante, ya que el año pasado, por circunstancias ajenas a la buena disposición, no pudo llevarse a efecto tan representativa festividad, donde la algarabía y el bullicio se funden con la cordialidad y el pasado y el presente se toman de la mano, haciendo tradicionales diversas manifestaciones en torno al toro que, por la modernidad, están cayendo en desuso.

La Monumental de Morelia tiene más de seis décadas de existencia y casi a la par se empezaron a celebrar los martes de Carnaval en esta plaza, que formalizaron los miembros del Sindicato de Espectáculos Taurinos de Morelia. Ahora se retoma con el entusiasmo de emprender la reconquista de aquellos días tan grandiosos, cuando la plaza resultaba insuficiente.

Ahora convocaron, como ya también es una tradición, a los jardines de niños de Morelia con la esperanza y promesa de lograr retomar aquellas grandes tardes.

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Los niños del Centro de Atención Múltiple, una destacada participación.

Ya desde las 3:00 de la tarde se vivía un gran festejo alrededor de la plaza, en absoluto orden y colorido ante la formalidad de esta actividad que ya se considera casi de carácter académico. Entre ajetreo y cascarones, cintas multicolor, puestos que recuerdan las fiestas del pueblo con su entusiasmo, fueron ingresando los niños a los palcos asignados previo a su intervención.

El calor estaba a todo lo que daba y, entre la algarabía, se abrieron las puertas del ruedo de la plaza: una coreografía de jóvenes estudiantes con música michoacana dio vida a la mariposa monarca en un mensaje de lo nuestro, lo que identifica a Michoacán en el mundo entero y con la importancia de preservar nuestros recursos, ahora que la plaza fue sede para tantos niños que esperaban con impaciencia que se dejaran ver los toritos de petate, esos que tanto bullicio generan por las calles de la ciudad, ahora que se daba la oportunidad de apreciarlos a plenitud en el centro del ruedo.

Con la disciplina de los maestros y la organización de los anfitriones, la algarabía multicolor inundó pronto el ruedo de la Monumental. Fueron desfilando uno a uno los planteles y en tribunas los gritos y porras de apoyo no se hicieron esperar con el confeti y los cascarones rellenos de confeti para dar la nota al evento, donde los padres y familiares de los niños participantes expresaban su emoción al ver a sus hijos conservando esta tradición incluyente, ya que el Centro de Atención Múltiple (CAM 9Y) se llevó los honores y la más grandiosa de las ovaciones al atestiguar el esfuerzo de los niños con capacidades diferentes hacer su mejor desempeño con sus maestras, para traducir el momento en las más fuertes emociones al compás de la Banda El Retinto, que nunca dejó de interpretar los más pintorescos sones dedicados a los toritos de petate.

Los juegos y concursos de la ocasión estuvieron presentes y los niños tomaron parte activa: tal como se apreciaba en años anteriores, les soltaron la gallina y el ruedo no alcanzaba para correr; algunos rodaban por la arena en el intento de atrapar el ave de corral, ya que quien lo lograra iba a tener su recompensa, además de que para podrán disfrutar de un caldo de gallina pues también se constituyó en premio que se llevaron por igual en el grupo de niños como de niñas que se formaron en esta actividad, todo en un ambiente muy pintoresco y divertido para todos los asistentes.

La Escuela Normal de Educación Física tuvo una apasionada participación y estos jóvenes fueron el preámbulo para la participación de los toritos grandes que todos, y sobre todo los niños, esperaban con expectación: estas obras de arte que, según sus artífices, llegan a tener un costo de más de 10 mil pesos, con dos meses de trabajo continuo entre tres personas, lo que justifica la pasión por conservar el torito de petate de Morelia, ya que es único y muy diferente a los toros de petate del resto de las localidades donde se expresa esta manifestación del Carnaval.

Como final del evento, todos los participantes recibieron su reconocimiento y se despidió al decano de los apaches de Morelia, don José, que a sus 91 años dio en el centro de la plaza su último baile después de 60 años siguiendo al torito de petate en sus danzas por las calles de Morelia, ahí, donde esta tradición a través del tiempo se fue creando y perpetuando a la vez.

Don José, decano de los apaches en los toritos de Morelia.