Encuentro de Cocineras Tradicionales: una historia que contar en cada platillo, coinciden asistentes

De acuerdo con las autoridades, la expectativa es de una afluencia de 40 mil asistentes y 10 millones de pesos de derrama económica hasta del domingo 3 de marzo

Foto, Víctor Ramírez.

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Se prendieron los fogones en el Centro de Convenciones y Exposiciones (Ceconexpo) de Morelia. Este viernes arrancó la edición 19 del Encuentro de Cocineras Tradicionales, con una oferta de más 200 platillos típicos y la promesa de una experiencia culinaria incomparable. El evento concluyó la tarde de este domingo.

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Esta vez no hubo porras y fanfarrias, no hubo mensajes para el sector, pero sí el respaldo de las autoridades que se dieron el tiempo para acudir a degustar unos charales y corundas. A la apertura asistieron el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla; el secretario de Turismo, Roberto Monroy García, y la presidente honoraria del DIF, Grisel Tello Pimentel, aunque su presencia fue más bien simbólica, debido a que no hubo actos protocolarios debido a la veda electoral.

El evento gastronómico comenzó a las 10:00 de la mañana y hacia el mediodía presentaba una afluencia moderada; lo mejor es el fin de semana, comentaban los oferentes, quienes confiaron en superar las ventas del año pasado.

Es de recordar que de manera la Secretaría de Turismo consideró que la fecha era positiva, previo a la Semana Santa, con la idea de mantener la tendencia turística todo el mes poniendo con el Encuentro de Cocineras Tradicionales cono punto de partida. De acuerdo con las autoridades, la expectativa es de una afluencia de 40 mil asistentes y 10 millones de pesos de derrama económica hasta del domingo 3 de marzo, que culmina el evento.

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En su momento el gobernador Ramírez Bedolla refirió que Michoacán ha trascendido a través de su legado culinario, tanto las fronteras temporales como las físicas, con las cocineras como emisarias de un legado que ha sido nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, llevando consigo la herencia gastronómica que ha perdurado a través de generaciones.

Para muchos, como Juan, un arquitecto moreliano que acudió a “echarse un caldito” a Ceconexpo, este encuentro es una ventana al pasado vivo: “cada bocado es como un viaje en el tiempo, una conexión con nuestras raíces”. Reconoció que iba en busca de un plato de Churipo, que le recuerda a su familia materna y su infancia en una comunidad de la Meseta Purépecha, “no es sólo el buen sabor, en lo personal me trae buenas memorias”.

Karla, una estudiante a chef en una universidad local, relató que acudió a este encuentro como una oportunidad invaluable para aprender y, “aunque sea lejitos”, conocer parte de las técnicas ancestrales de estas auténticas magas de la sazón: “claro que es inspirador ver cómo estas mujeres mantienen viva la tradición, porque no sólo es un negocio, es un modo de vida; nos enseñan que la cocina es mucho más que únicamente alimentarse, es una expresión cultural”.

Agregó la joven originaria de Pátzcuaro que “casi casi que cada platillo aquí te cuenta una historia”, son mujeres que con mucho esfuerzo no sólo solo cocinan y transmiten sus conocimientos, sino que se han profesionalizado, capacitado e inspirado a otras compañeras para generar ingreso para ellas, sus familias y sus comunidades.

Coincidiendo con esta opinión, Sofía, estudiante de Gastronomía encuentra el evento como muy atractivo para quienes, como ella, tienen una línea de profesionalización que tiene que ver con la cocina y los servicios turísticos.

“Es emocionante ver cómo la gastronomía tradicional se adapta a los tiempos modernos: hay innovación sin perder la esencia”, y reconoció el esfuerzo también de las autoridades por fusionar esta gastronomía ancestral con la promoción turística y “eventos grandes que no sólo dan a conocer la actividad, sino que revalorizan el papel de la gastronomía como motor económico”.

Sin embargo, no todos los visitantes comparten la misma opinión. Ángela, una turista proveniente de la Ciudad de México, se dijo descontenta por la experiencia que hasta ese momento había tenido. Para ella el evento “era ya demasiado comercial”, y “muchos platillos creo que ni siquiera se hacen a la usanza tradicional”, destacando que, según su postura, la cocina tradicional también tiene que ver mucho con los espacios en los que se preparan los alimentos.

Le llamó también la atención la limitada afluencia de personas que había hasta ese momento, si bien reconoció que quizá los días más fuertes iban a ser sábado y domingo; “aproveché para venir hoy, no me puedo quejar del sabor, me sorprende sobre todo la variedad de platillos con pescados, pero hay cosas que como turista me hacen ruido”.

Finalmente, Roberto, un jubilado que vive cerca de la zona de Ceconexpo y asistió con sus hijas, manifestó que planeaba ir a comer los tres días. Resaltó que “los precios en realidad bastante accesibles y el espacio está muy bonito”.

Sólo apuntó que espera que no sea como el año pasado, donde a su parecer por momentos se acumulaba mucha basura “porque la gente con prisa suele ser sucia”, y varios visitantes no se dan el tiempo de tomarse las cosas con un poco más de calma; “no es comida rápida, se toman su tiempo y como que la gente se desespera y no tenemos tanta cultural al respecto”.