Llegan catrinas y calaveritas de azúcar a Pátzcuaro para darle sabor a la Noche de Muertos

Las piezas de esta dulce tradición, se empiezan a elaborar en agosto, por el proceso que tienen que realizar se requiere de mucho tiempo y dedicación, quienes las elaboran, deben estar muy atentos a los cazos y ollas donde empiezan a hervir el azúcar a muy altas temperaturas.,

Foto: Angélica Ayala.

Angélica Ayala  / Colaboradora La Voz de Michoacán

Pátzcuaro, Mich.- El dulce sabor que adorna las ofrendas a las Ánimas, llegaron al portal Hidalgo, donde cada año previo a la Noche de Ánimas o Noche de Muertos, se ofrece a la población las calaveritas de azúcar, de varios tamaños y adornadas con multicolores; esta dulce tradición, tiene más de 50 años que inicio y ha pasado de una generación a otra. Todo inició cuando una familia empezó a laborarlas como una forma de generar ingresos propios.

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De acuerdo, al relato del historiador, Fernando Mendoza, fue a finales del siglo 19 que varias familias de la ciudad, elaboraban dulces de calabaza o membrillo, para esta temporada de Noche de Ánimas; y eran las madres Dominicas quienes realizaban los alfeñiques en miniatura, que representan los platillos típicos de la región, como las corundas, el mole, tortillas, atoles, pan, entre otros, todo elaborado con azúcar glas.

Foto: Angélica Ayala / La Voz de Michoacán

En ese tiempo, eran los dulces tradicionales para estas fechas, sin embargo, al pasar varias décadas, y como manera de incentivar su economía, varias familias del poblado iniciaron con la elaboración de las calaveras de azúcar, entre ellas, estaba la familia Alejandre Plasencia, quienes utilizaban los moldes de barro para sacar las figuras, no solo de la calavera, sino también de los ángeles, gallos, zapatitos, botellas de vino, entre otras.

Por necesidad, otra de las familias que inició con esta tradición fue de la señora María Garfia, quien veía en esta elaboración de figuras de azúcar, una entrada de dinero para mantener a sus 14 hijos. A doña Mariquita, como se le conoce, se distinguía por los manteles bordados a punto de cruz que donde colocaba las figuras, al igual que el puesto de la familia Alejandre; al paso de los años los manteles que formaban parte de esta tradición han sido desplazados poco a poco.

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Foto: Angélica Ayala / La Voz de Michoacán

Fernando Mendoza, quien también es miembro de la Asociación de Cronistas en Michoacán, mencionó que cada figura de azúcar, es un homenaje a los difuntos, “es una creencia que cada figura que se coloca en la ofrenda, en especial los ángeles es para cuidar el ánima que viene a visitar a sus familiares, es decir que son los custodios que los acompañan en su viaje del inframundo al mundo”.

Las piezas de esta dulce tradición, se empiezan a elaborar en agosto, por el proceso que tienen que realizar se requiere de mucho tiempo y dedicación, quienes las elaboran, deben estar muy atentos a los cazos y ollas donde empiezan a hervir el azúcar a muy altas temperaturas, empiezan a vaciarlos en los moldes de barro  o de acero inoxidable, después de dejarlo reposar y que el azúcar haya tomado la forma la desprenden, para ponerlas a reposar y que el azúcar se endurezca más, para continuar con el decorado, que se realiza con pinturas naturales y azúcar glas.

El colorido de las decoraciones llama la atención de la población que pasa por el lugar; las figuras son de diferentes tamaños, pero todas esperan pacientemente que sean compradas y sirvan como ofrenda para el ánima que regresará este próximo 31 de octubre y primero de noviembre; al cumplir su función en la ofrenda, se utilizarán para endulzar algún café o ser regalada a algún familiar del difunto.

Foto: Angélica Ayala / La Voz de Michoacán

Con el tiempo, se ha diversificado el material para elaborar las calaveritas, entre ellos el chocolate, el amaranto, le goma de dulce, pero predomina la de azúcar.

Retomando el tema de los alfeñiques y que en algunos puestos se pueden adquirir, el cronista de la ciudad, reveló que décadas atrás, eran de los más solicitados, incluso había piezas de colección, mismos que eran elaborados por las monjas Dominicas, fueron las primeras en instalar un puesto para vender los alfeñiques, “eran figuras diseñadas con colores muy bonitos, pero también con mucha finura, incluso se decía que las figuras las lijaban detalladamente para que la pieza quedará más bonita”.

“En todo el día hemos vendido once pesos”, dijo una de las personas que están vendiendo, “esperemos que en próximos días se mejore, ya que se vaya cercando más las fechas para la velación de las ánimas”, confiaron.

Foto: Angélica Ayala / La Voz de Michoacán

Es de mencionar que el año pasado, solamente se les permitió instalarse una semana previa a las fechas centrales, esto debido por la pandemia por la COVID-19, este año, el Ayuntamiento, decidió extender el permiso por las dos semanas, como se acostumbraba, con las condiciones de que cada puesto debe tener a la vista el gel antibacterial para el uso continuo de los clientes y de quien atiende, además el uso del cubre bocas es obligatorio, y respetar la sana distancia; además toda la mercancía debe estar cubierta con plástico.