Don Luis Barajas: 11 años en defensa de su bosque, en Jiquilpan

Luis Barajas no solo cuida el Bosque Francisco Sarabia, en la tenencia del mismo nombre, sino que además saca de su bolsa y, con ayuda de los migrantes, mantiene vivo este pulmón

José Luis Ceja / La Voz de Michoacán

Jiquilpan, Michoacán. Aún contra algunas administraciones municipales y jefaturas de tenencia, el Bosque de Francisco Sarabia o Cerrito Pelón se mantiene gracias a una sola persona que de sus propios recursos sufraga los gastos que genera esta zona arbolada, cuyo acceso y uso de instalaciones se da a título de gratuidad a la población de esta región.

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El Bosque de Sarabia abarca una superficie de 2 hectáreas y se ubica dentro de lo que se denomina como propiedad comunal del Ejido de Francisco Sarabia, en el que, de acuerdo con Luis Barajas, quien se encarga de su resguardo desde hace once años, se encuentran ya plantados al menos 2 mil árboles que han sido fruto tanto de su labor de gestión como de la erogación de sus propios recursos y más de una década de trabajo y dedicación.

El espacio arbolado, señala, ha sido objeto de deseo por parte de varias administraciones municipales en Jiquilpan, así como por parte de la Jefatura de Tenencia, reclamo que carece de derecho toda vez que, históricamente, este lugar no ha recibido ningún tipo de apoyo institucional.

Foto, José Luis Ceja.

Incluso, la anterior administración municipal intentó realizar una inversión en este bosque con la condicionante del derribo de varios árboles para la instalación de una cabaña, inversión que finalmente nunca se concretó debido a la oposición para el derribo de árboles sanos.

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La falta de apoyos gubernamentales para este pulmón natural ha llegado al extremo de ni siquiera apoyar con pipas de agua durante los periodos de estiaje extremo, por lo que incluso ha tenido que recurrir a la compra de pipas de agua a la vecina ciudad de Sahuayo. Incluso, señala, la mayoría de los árboles plantados y los que se encuentran en sus viveros son producto de donaciones o gestiones realizadas en esa ciudad ante la falta de apoyo de su cabecera municipal.

Foto, José Luis Ceja.

Migrantes como eje de desarrollo

Como en la mayoría de los municipios de esta región, la comunidad migrante de Francisco Sarabia ha tenido que salir al quite para poder mantener a flote este proyecto, pues las cabañas, los sanitarios, los juegos infantiles y la mayoría de la infraestructura que se encuentra en este lugar es producto de las remesas y la organización de este sector poblacional.

A lo anterior se suma el hecho de que, al tratarse de un espacio relativamente pequeño, permite experimentar en materia de autosustentabilidad ya que sobre su superficie se ha implementado el tradicional método de riego de canales y cajetes para evitar el uso de bombas de riego. Además de lo anterior, Luis Barajas asegura que la utilización de follaje muerto y las ramas caídas evita la utilización de productos químicos para fertilizar, lo que hasta el momento ha demostrado ser efectivo para el crecimiento.

“Sí tenemos árboles muertos, pero revisamos muy seguido y cuando vemos que hay un árbol muerto o que ya se nos secó lo quitamos y ponemos otro, tenemos un vivero con más de mil 500 árboles de distintas especies para repoblar cuando sea necesario”. Recordó que hace varios años se cedió temporalmente el espacio al Ayuntamiento: “Yo no estaba aquí en ese tiempo y lo que hicieron fue dejar solamente los árboles de los alrededores pero talaron todos los del centro”.

Francisco Sarabia, tenencia de Jiquilpan, tradicionalmente se ha sentido más ligado al municipio de Sahuayo, con el que mantiene un intenso intercambio comercial y cultural debido principalmente a que, a solicitud de los comerciantes sahuayenses, se habilitó una ruta de transporte colectivo, mismo que hicieron los comerciantes de Jiquilpan desde hace apenas un lustro.

Foto, José Luis Ceja.

Esta cercanía incluso ha llegado a que algunos actores sociales de esta tenencia, como Carlos Gómez, presidente de la Asociación Regional de Textileros y varias veces candidato a la alcaldía de Jiquilpan, emitieran pronunciamientos para solicitar al Congreso del Estado la segregación de Francisco Sarabia al municipio de Jiquilpan y su anexión al municipio de Sahuayo. Ello, señaló en su momento, debido al abandono en que se ha tenido a esta tenencia.

Jiquilpan cuenta actualmente con tres centros poblacionales que ostentan la categoría de tenencia. Totolán, Los Remedios y Francisco Sarabia y poblaciones como Paredones y Abadiano Bajo, que si bien cuentan con una mayor extensión territorial carecen de la población necesaria para ser elevadas a la categoría de tenencia.

En lo que respecta al bosque de Francisco Sarabia, Luis Hernández destacó que hasta el momento no tiene estimado el monto de recursos propios que ha invertido en este lugar, por lo que, anunció, no lo cederá a la administración municipal ni a la Jefatura de Tenencia.