Fuego amenaza patrimonio ambiental michoacano; resguardan áreas naturales ante largo periodo de estiaje

Luego de las miles de hectáreas dañadas por incendios en 2020 y el avance voraz de las llamas este año, autoridades toman precauciones para salvar los bosques.

Foto: La Voz de Michoacán.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Ante el voraz avance de los incendios forestales en Michoacán, que se reportan con cifras históricas y gran afectación en lo que va de la temporada de conflagraciones, en el estado avanzan los trabajos para proteger las Aéreas Naturales Protegidas (ANP) y regiones en donde año con año se han sufrido pérdidas de suelos boscosos por efecto del fuego.

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La Secretaría de Medio Ambiente Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), reveló que en total son 7 ANP las que han tenido intervenciones de las brigadas para retirar materiales iniciadores de fuego, instalación de brechas corta fuego y otras medidas para evitar y en caso de ser necesario, controlar los incendios.

Las Áreas Naturales Protegidas en donde se han tenido intervenciones directamente son en   La Cofradía, en el municipio de Zacapu; Tiristarán, Pico Azul-La Escalera y Cerro del Punhuato, en la capital michoacana; Cerro Blanco, en Pátzcuaro; el Cerro de La Cruz y el área voluntaria de conservación Cerro de la Charanda en Uruapan; así como el Cerro Hueco y La Alberca, en Tacámbaro.  

El objetivo es claro, aunado a los trabajos e intervenciones directas de las autoridades ambientales, se han destacado capacitaciones al personal de los municipios para que cuenten con capacidad de reacción en caso de contingencias que pongan en riesgo el patrimonio ecológico y ambiental de los michoacanos. 

A inicios de marzo, el reporte de incendios forestales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), advirtió un incremento de hasta mil por ciento en la cantidad de superficie afectada por incendios respecto al año pasado y más de un 150 por ciento en cuanto al número de conflagraciones se refiere.

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A lo anterior, se suma el pronóstico de largo periodo de estiaje que se prolongará al menos durante cuatro meses más, en donde las actividades humanas ponen en mayor riesgo los puntos de las ANP de todas las regiones.


En general, las más de 50 áreas protegidas del estado, siguen presentando fuertes obstáculos en cuanto al cambio ilegal de uso de suelo, incendios forestales y la depredación de los ecosistemas forestales. Del total de las ANP hasta 10 han sido consideradas como puntos de “foco rojo” por las intenciones de deforestación y de cambio ilegal de uso de suelo.

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Las más afectadas por incendios en los últimos años, son las que se encuentran ubicadas en Morelia, Uruapan y Lázaro Cárdenas. A pesar de la vigilancia, prácticamente todos los días se presentan intentos de invasión, agresiones como incendios forestales y hasta la introducción de maquinarias pesadas para la construcción. 

Las áreas protegidas más cercanas a las ciudades son los puntos de desarrollo agrícola son las que sufren mayores consecuencias de intentos de invasión, así como de incendios forestales, en su mayoría provocados.

En el caso de Morelia, son las más estresadas. Entre los principales nombres de encuentran las áreas naturales protegidas, entre las que se destacan zonas completamente forestales como el Parque Lineal del Río Chiquito, la Loma de Santa María, el Ejido Coapa, San Miguel del Monte, Ejido San Rafael Coapa, Área Natural Protegida del Cerro Punhuato, Predio La Florida, San Rafael Coapa, Predio la Loma, ejido La Maiza, predio El Paraíso, Joya de Buena Vista, Parque Urbano Ecológico de Ciudad Industrial de Morelia, Libramiento Norte, entre otros. 

Foto: La Voz de Michoacán.

El cerro del Punhuato es uno de los puntos más vigilados en la ciudad de Morelia. Apenas la semana pasada se realizaron quemas controladas para el establecimiento de 8 kilómetros de brechas cortafuego y líneas negras en el Área Natural Protegida, punto en donde el año pasado se registraron fuertes conflagraciones durante la parte más álgida del estiaje.

El Punhuato se caracteriza por zonas con diferentes estados de conservación que incluyen remanentes de la vegetación original incluyendo encinares en las laderas más protegidas y húmedas, así como elementos característicos del matorral subtropical en la mayoría de la superficie. Algunas áreas presentan grados variables de degradación del suelo y en algunos sitios los eucaliptos son el elemento arbóreo dominante. En términos generales el área es refugio de biodiversidad regional. 

La Semaccdet definió que una quema controlada es la aplicación de fuego en la vegetación que conjunta metodología, equipo y herramientas para conducir, regular su magnitud y alcance. Entre sus fines está eliminar el material combustible y con ello evitar la propagación del fuego ante una conflagración.