Se disparan incendios en basureros por altas temperaturas en Michoacán

Las conflagraciones pueden traer a la gente problemas de salud por la mala calidad del aire: autoridades.

Foto: La Voz de Michoacán.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. A escasas semanas del incremento de las temperaturas y la fase más álgida de la temporada de estiaje, en Michoacán los incendios en rellenos sanitarios no dan tregua a los municipios; al menos 7 recintos ardieron en las últimas 4 semanas. Las afectaciones a la calidad del aire y otros esquemas de contaminación han sido elevadas.

PUBLICIDAD

El reporte de la Secretaría del Medio Ambiente de Michoacán (Secma) revela que son prácticamente todas las regiones del estado las que han padecido al menos un evento de esta naturaleza en los últimos meses, si bien se presentan con mayor incidencia en las zonas urbanas y algunas demarcaciones de la Tierra Caliente.

Sahuayo, Paracho, Villamar, Tancítaro, Tangancícuaro, José Sixto Verduzco e incluso las afueras de la zona urbana de Morelia han visto erguirse las enormes columnas de humo negro y pestilente que finalmente ha terminado por contaminar el aire que respiran millones de personas en poblaciones aledañas.

Desde finales del mes de febrero, las temperaturas han oscilado entre los 30 y los 45 grados centígrados, lo cual combinado con las condiciones de la mayoría de los residuos terminan por arder en llamas durante días.

PUBLICIDAD

A lo anterior, se suman las condiciones en las que se encuentran tanto los propios rellenos como las corporaciones de bomberos y Protección Civil de los municipios, la falta de presupuestos y otros faltantes han complicado el panorama para la contención de los incendios que año con año incluso se repiten.

Uno de los casos que revelaron la falta der capacidad institucional para contener el fuego fue el registrado en el municipio de José Sixto Verduzco. El pasado 3 de marzo colonos de al menos tres concurridos distintos reportaron el fuego, mismo que tardó horas en registrar la primera llegada de personal de vulcanos. Medios de la región incluso denunciaron que el fuego se dejó crecer y por lo anterior, se prolongó durante, más de 40 horas.

El resto de los incendios, requirieron del apoyo de la ciudadanía, ayuntamientos vecinos y otras corporaciones para lograr contener los efectos de las llamas sobre la basura que día con día se acumula.


Calor, factor

En voz del comandante Jorge Romero Alvarado, titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil, las altas temperaturas por encima de la media histórica han complicado la atención de los siniestros. 

Solamente en la Tierra Caliente se ha alcanzado hasta 42 grados centígrados, lo cual, en combinación con la falta de separación de residuos y otras medidas ha convertido a los rellenos en auténticas bombas de tiempo. En años pasados el relleno de Los Reyes y otras demarcaciones ha tenido que ser atendidos por distintas áreas municipales y estatales ante la incapacidad de contener el riesgo ambiental y de salud pública.  

Apenas en 2020, el basurero de Uruapan constituyó uno de los incendios más fuertes de los últimos años, mientras que en otros años incluso se tuvo que decretar emergencia ambiental y exhortar a la población a no salir a espacios abiertos por el riesgo de toxicidad de la densa capa de humo que invadió la zona urbana. 

Los incendios de rellenos sanitarios se han incrementado considerablemente en Michoacán, debido a que en muchos de los municipios se han registrado temperaturas de más de 40 grados centígrados, lo que aumenta significativamente la emisión de gas metano de la basura y lo convierte en altamente inflamable. 

Otra medida que han exhortado a adoptar las administraciones municipales aparte de humedecer la basura con pipas de agua, es la de implementar lagunas de líquidos lixiviados, que se colocan a un costado de los rellenos sanitarios, con lo que la basura baja la temperatura y la generación de metano. 

Sólo en Michoacán se tienen contabilizados al menos 100 tiraderos clandestinos, los cuales, por su naturaleza, no cuentan con las condiciones sanitarias de recolección, separación y de seguridad, por lo que también representan un riesgo en materia de incendios. 

Aunado a los 100 tiraderos clandestinos, la falta de camiones recolectores y de rellenos propiamente en cada municipio, los tiraderos ubicados en los costados de las carreteras también se han convertido en problemas de contaminación por la emisión de gases. La capital del estado, no se encuentra exenta de la presencia de tiraderos clandestinos, los cuales se concentran principalmente en la zona conurbada y a las orillas de la zona urbana. 

Solo uno de cada 3 municipios, cuenta con un relleno sanitario regularizado y en orden, pese a este déficit en el manejo y almacenamiento de los residuos sólidos, el gobierno federal y estatal suprimieron en su totalidad los recursos para este rubro, por lo que desde los recortes presupuestales del 2017.